Dado el aluvión de nuevas aportaciones de fósiles, nos vemos obligados a volver a editar este post, sobre todo gracias a las fotografías de fósiles procedentes de Antas y Cuevas. En especial nos han impresionado vivamente los fósiles de impresiones de peces y algas de Cuevas, que no pueden dejar de ver.
Es para preocuparse, y mucho, el hecho que tengamos que enterarnos de la existencia de estas pequeñas maravillas gracias al esfuerzo de algunas personas que, por su cuenta y riesgo, intentan rescatar y dar a conocer este tipo de cosas. Todo esto mientras las autoridades municipales y provinciales (y autonómicas, por qué no) se rascan la barriga. Esto nos lleva a preguntarnos qué pensaría José Luis Sánchez Teruel de estos depósitos fosilíferos prácticamente desconocidos y sin estudiar (ya saben, el diputado del PSOE originario de Almería que votó en contra de una actuación de urgencia en los yacimientos de El Argar). Seguro que el bueno de José Luis piensa que mientras estén tapados estarán protegidos… salvo que la actividad humana no para de destruir las zonas donde se encuentran y, poco a poco, se van destruyendo estas maravillas que nos ofrece la tierra. Estoy seguro que José Luis no sería capaz de reconocer ni un enorme fósil de ballena aunque lo tuviera delante de las narices.
Pero vayamos al tema…
ICNOFÓSILES
La Paleoicnología es una rama de la Paleontología que se encarga de la observación de las huellas, pistas o rastros fosilizados, comparándolas con las marcas dejadas por los animales actuales en playas y marismas. Estas capas blandas con las marcas una vez consolidadas se conocen como flysch. No se trata de fósiles sino de icnofósiles, es decir, las marcas fosilizadas que dejan sobre el sedimento al desplazarse, al comer, al esconderse…
Son conocidos ejemplares de Paleodictyon en el flysch de la cuenca de Vera, y concretamente en Bédar, cerca de los Giles. Pablo Fábrega recogía en 1933 un ejemplar de P. Strozzii a 500 metros de la venta del Chocolate. En 1932 F. Aezpitia ya reproducía un Paleodictyon procedente de Bédar (Datos para el estudio paleontológico del flysch d en la costa cantábrica y de algunos otros puntos de España, Boletín Inst. Geol. y Min. de España, Madrid 1932).
Las diferentes características de estos icnofósiles permiten su clasificación según el tipo de marca que dejan, ya sean para desplazarse, como madriguera (por ejemplo de gusanos), pistas de alimentación o… trazas de agricultura o Agrichnia. De todos los icnofósiles destaca uno por la regularidad de sus marcas en forma de panal de abejas, es el Paleodictyon, descrito primeramente en Italia por Meneghini. ¿Qué organismo ha podido dejar estas marcas y para qué? Se barajan varias opciones, desde un pequeño organismo que utiliza la red como “granja” de bacterias para alimentarse (Agrichnia) o bien se puede tratar de un organismo celular parecido al Hydrodyction reticulatum, algas de agua dulce que forman redes celulares también hexagonales. El género Paleodictyon fue creado por Meneghini hacia 1850 y las diferentes especies se reconocen por el tamaño de los lados de los hexágonos que forman, desde la P. minutum, de 0,91 mm hasta la P. Gomezi, de 33 milímetros, pasando por la P. Strozzii (2-2,5 mm), P. majus (3-5 mm) y P. giganteum (5-6 mm). Se suelen encontrar sobretodo en el flysch cretáceo-eoceno, pero también se han encontrado en niveles muy distantes. Los hexágonos no forma solo una capa sino que penetran en el interior, como formando fragmentos de prismas hexagonales. Este tipo de icnofósil caracteriza a los fondos profundos abisales de unos 500 m.
Hasta ahora no se había encontrado huellas semejantes en las playas actuales, por lo que no se ha podido saber de qué se trata, pero en 2011 el científico Peter A. Rona descubrió el Paleodictyon nodosum a 3 km. de profundidad en las aguas del Atlántico Norte, cerca de fuentes hidrotermales, aunque se han visto las formaciones hexagonales no se ha podido identificar al misterioso organismo que crea estas redes.
Es posible conocer la especie mediante la simple medición de los lados de los hexágonos nos indica que se trata de un P. Strozzii (2 mm), como el que recogiera Pablo Fábrega y en la misma zona.
ESPONJAS
Fósil de esponja procedente de Bédar.
BRAQUIÓPODOS Y BIVALVOS
Es importante diferenciar entre bivalvos y braquiópodos. Los braquiópodos no son moluscos, aunque sean muy similares a los bivalvos, están más emparentados con los briozoos. La diferencia más importante para diferenciarlos, desde el punto de vista del buscador de fósiles es mediante el plano de simetría. En los bivalvos una de sus valvas es la imagen especular de la otra, el eje de simetría sería paralelo al cierre de las valvas. En los braquiópodos, la simetría es perpendicular, la mitad derecha es igual a la mitad izquierda.
Bivalvos del género Spondylus de Los Giles. El de la segunda fotografía no es de los más grandes (9×8,5 cm), pero sí que está muy bien conservado y presenta toda la parte del umbo hundida, como si hubiera recibido un gran golpe, lo que lleva a especular sobre cómo acabo los días este organismo y qué o quién fue el que le ocasionó tan mortal golpe…
Esto que parece un mejillón gigante (y que llevó a fabular sobre su utilización en hipotéticas y gigantescas paellas), es un bivalbo del género Pinnidae, una “Nacra”. Es de tamaño y peso colosal (18×11 cm) y procede de Los Giles.
Aquí tenemos un ejemplo de las enormes conchas de Los Giles que desde hace mucho tiempo han sido utilizadas como decoración en muchas casas de Bédar. Son bivalvos, y nos arriesgamos a suponer que pueden tratarse de ejemplares de la familia Pectinidae, género Hinnites. Desgraciadamente la zona donde se encontraban fue completamente arrasada por la autovía. La de la autovía es una de las pequeñas, de 15×10 cm.
Otra de las conchas «gigantes» procedentes de Los Giles utilizadas como decoración en las casas. Ésta en concreto no tiene mucha utilidad decorativa, pero ejerció durante mucho tiempo como un original tope para una puerta.
Aquí tenemos tres ejemplares fósiles de Ostrea lamellosa procedentes del barranco Baeza. Recuerdo que este fósil en concreto era el que íbamos a buscar de pequeños al barranco Baeza (río Jauto a la altura de Serena), rivalizando en ver quien encontraba el fósil más grande y bonito. Los había realmente grandes, pero era muy raro encontrar especímenes completos. Estos son tres de los mejores, con ambas valvas y de tamaños de 10×11, 8×10 y 7×9 cm respectivamente.
Otro molusco bivalvo procedente de Los Giles.
Bivalvo procedente de Los Gallardos ¿familia Glycymerididae? , con un curioso umbo curvado, de 5×6 cm.
Los fósiles de los depósitos del Plioceno de Almería que más abundan son los moluscos de la familia Pectinidae. Pueden parecer todos iguales, pero a poco que nos fijemos iremos descubriendo muchas diferencias. Clasificarlos en sus especies correspondientes ya es un poco más complicado para nosotros. Los ejemplares de la fotografía oscilan entre 2 y 3 cm de diámetro aproximado. Para los que estén más interesados en diferenciar las diferentes especies del Plioceno almeriense, recomiendo consultar el siguiente artículo:
Seguimos con la familia Pectinidae. Este fósil procede del barranco Baeza y es uno de los más grandes encontrados en la zona. Mide 18×20 cm.
Bonita colección de bivalvos y braquiópodos procedentes de Los Giles y/o Los Gallardos (no lo sabemos seguro), se ven unos bonitos ejemplares de Pecten benedictus a la izquierda en primer plano. A la derecha y en primer plano destaca un precioso ejemplar de un braquiópodo.
Pecten procedente de Bédar.
Diferentes Pecten recogidos en Antas.
Ampliación de uno de los pecten de Antas de la colección anterior.
Braquiópodos (terebrátula), hallado en una zona cercana a Bédar.
Fósil procedente de Antas. ¿Braquiópodo?
GASTERÓPODOS
Inconfundible fósil de Hexaplex trunculus (cañaílla) procedente de Los Gallardos/Los Giles. Se trata de un gasterópodo carnívoro que se puede encontrar hoy día y que es muy conocido en el ámbito culinario andaluz
La clase gastrópoda también está muy presente en Los Giles (Bédar), aquí tenemos algunos ejemplares (de entre 2,5 y 3 cm) de los que no nos atrevemos a especular sobre su género.
Curiosísimo fósil de gasterópodo procedente de una zona inhabitual para este tipo de hallazgos. Hallado cerca de la Cueva Oscura de Bédar, sobre las calizas con minerales de hierro tan típicas de la zona.
Bonito ejemplar de gasterópodo procedente de Antas.
Gasterópodo fósil procedente de Cuevas (fotografía Francisco Mulero)
Gasterópodo fósil en su matriz de roca procedente de Sierra Cabrera (Turre)
CRINOIDEOS
Fósil de estrella de mar procedente de Los Giles, de 2,5×3 cm.
Fósil de erizo marino procedente de Los Gallardos.
Bonitos ejemplares de equinoideos (¿dendraster) procedentes de Antas.
Ejemplar de equinoideo procedente de Cuevas (fotografía de Francisco Mulero).
Fósil de 5 centímetros de largo y 1 de ancho procedente de Los Gallardos. Son dos tallos segmentados ¿tallos de lirios marinos?
CRUSTÁCEOS
Fósil de bellota de mar (género Balanus), hallado en zona cercana a Bédar.
VERTEBRADOS
Placa dental de un pez de género Labrodon, posiblemente un Labrodon pavimentatus. Procedente de Los Giles/Los Gallardos.
En las fotograías superiores, ejemplos de fósiles de peces procedentes de Cuevas (fotografías de Francisco Mulero). Se trata de impresiones de los animales en las que se pueden obserar los tejidos blandos. Estos fósiles son de una calidad tal que no desentonarían en absoluto en ningun museo de paleontología.
Dientes fósiles de tiburón procedentes de Antas
REINO PLANTAE
Impresionantes ejemplos de algas fósiles procedentes de Cuevas (fotografías de Francisco Mulero). De nuevo asombra la calidad de estos fósiles.
Otro de los impresionantes fósiles de Cuevas, ¿otra alga?
SIN IDENTIFICAR
Curioso fósil procedente de Bédar que pareden dibujos, ¿icnofósiles?
Si tienen fósiles de la zona y quieren colaborar, no duden en enviarnos las fotografías (juan.ant.soler -arroba-gmail.com). Es posible que dando publicidad a estos elementos de nuestro patrimonio, algún día políticos como nuestro amigo José Luis Sánchez Teruel (el de la foto de abajo) se den cuenta que están donde están para cuidar de nuestros intereses y patrimonio. Aunque no tengo muchas esperanzas de que ocurra…