Visto el interés que ha supuesto mi pequeño resumen sobre los restos arqueológicos en Bédar y Serena, interés que se me antoja mucho mayor que el que los propios bedarenses tienen, voy a ampliar un poco más la información al respecto de una pequeña pero intrigante estructura encontrada cerca de los restos del castillo roquero de Serena.
Que vaya por delante que yo no tengo ni idea de arqueología, no es mi profesión, y sé que me meto en asuntos que de ninguna manera me competen. Yo simplemente expongo las observaciones que he podido hacer y… sí, lanzaré algunas hipótesis, que sin duda serán equivocadas. Si algún profesional de verdad quiere saber más o ir a ver los restos, con mucho gusto le acompañaré. Mientras tanto, es lo que hay. De todas maneras, no parece que le importe mucho a nadie.
Representación artística del aspecto que pudo de tener el hisn Serena, una pequeña torre dominaba el camino de acceso.
Encontrar el castillo no fue complicado, solo tuve que seguir los datos aportados por el libro de Apeo y Repartimiento (seguir el pago de la Coca hasta el de la Mar, a un lado del gollizno…) Lo gracioso fue comprobar que dicho castillo se encuentra justo al lado de unos restos mineros de finales del siglo XIX correspondientes a la mina La Higuera y que en la zona se conoce como «roza del castillico». ¿Casualidad?
Base de un ataifor, hisn Serena.
Claro que yo pensaba que se llamaba así porque los restos de uno de los cargaderos se asemejan un poco a los restos de un castillo en ruinas. Pero sea casualidad o no, también están los restos de un castillo de verdad. Una vez localizado, la abundancia de cerámica medieval en superficie e incluso un felus de 1474 acabaron por confirmar el hallazgo. Más tarde, y preguntando un poco, pude comprobar que se habían encontrando en el mismo castillo o cerca de él algunos dirhemes de plata de época nazarí, algunos realmente muy curiosos (pueden ver algunos en la sección de numismática). También se han hallado otros restos interesantes, como una punta de flecha, un virote de ballesta, clavos antiguos, una contera de estilete, un viejo anillo decorado con unas líneas onduladas, etc.
Fragmentos de cerámica medieval decorada, hisn Serena.
Un día, mientras enseñaba los restos del castillo, mi hermano Francisco se dio una vuelta por los alrededores y me comentó que había cerca «algo» que parecían las ruinas de un pequeño edificio.
En la imagen, restos cerámicos hallados en el «morabito» de Serena.
En efecto, en la cima del cerro se encontraba una plataforma rectangular de aproximadamente 5 x 2 metros, con restos de mampostería diseminados por la pendiente del cerro, de una forma muy similar a los restos del castillo. Entre los restos, pequeños fragmentos de cerámica medieval y ¡oh, sopresa! un pequeño y curioso anillo.
En esos momentos no me planteé que fueran los restos de una pequeña atalaya o torre asociada al castillo. Se encuentra demasiado lejos de éste, completamente aislada en la roca de la cima del cerro y en una ubicación sin ninguna ventaja como posible puesto de observación. Más bien parece escondida. También está demasiado lejos de los campos de cultivo como para ser un almacén o refugio.
Dos imágenes de la estructura rectangular hallada cerca del castillo de Serena. Obsérvese el derrumbe de mampostería desde la plataforma rectangular sobre-elevada, siguiendo la pendiente del cerro (primera fotografía).
¿Qué podría ser este pequeño edificio? ¿Qué función podría haber tenido? Rápidamente me vino a la cabeza lo que me comentaron una vez sobre los morabitos, una especie de santones o místicos sufíes, que se retiraban a refugios, como ermitaños y que parece que abundaron por esa época. Vivían en pequeños edificios que, al morir, se convertían en su tumba y en un lugar de culto donde ir a rezar.
Cazoleta que se encuentra a poca distancia de los restos.
Se me ocurrió esta idea por el hallazgo, no muy lejos de estos restos, de una cazoleta prehistórica. La cima de este cerro, que no es más que una enorme masa de mineral de hierro, debía haber tenido algún significado sagrado en la antigüedad, incluso un lugar donde realizar ritos. Luego tenemos el curioso anillo encontrado allí. Es pequeño y tosco, y lo que parece representar es un ojo.
Anillo con decoración que se asemeja a un ojo.
El ojo ha tenido un significado muy especial desde la antigüedad, desde un amuleto protector hasta el «ojo que todo lo ve». En el sufismo existe una expreción, el «ayn al-qalb», el «ojo del corazón», una alusión simbólica a la cualidad de la intuición, a la comprensión.
Supongo que asociar todo esto y lanzar la posibilidad de que fuera un morabito es algo que escapa totalmente de mis capacidades y entendimiento. Pero los restos son incontestables. Desde luego, si es la «ermita» o tumba de un santón sufí, hay que reconocer que no dispuso de muchos medios. El edificio fue más bien tirando a pobre y pequeño, el anillo tosco, los restos de cerámica muy escasos. Esto tampoco debería sorprender, pues no es de esperar muchas riquezas un lugar fronterizo como lo fue Serena en las últimas etapas del reino de Granada (incluso hubo un periodo de tiempo en la que Bédar estuvo ocupada por cristianos mientras que Serena permanecía bajo dominio nazarí).
¿La cazoleta se encuentra en la cima de un pequeño cerro en Serena no? La recuerdo perfectamente, mis tios la llamaban «la pocica del moro» y se encuentra muy cerca de una nave de matadero de mi familia.
Exactamente, justo al lado de Serena. No se sabe exactamente lo que son, pero se cree que están relacionadas con ritos de fecundidad. Ese cerro debió ser un sitio sagrado desde la antigüedad, además se encuentra el castillo de Serena y los restos de otra edificación, también de época musulmana, que podría bien haber sido un morabito. Interesante, en todo caso.