Monedas tipo «Urbs Roma» de Cadima.

Después de un cierto tiempo sin novedades, hay de nuevo dos nuevas incorporaciones a la sección de numismática de la villa romana olvidada de Cadima (Los Gallardos).

En esta ocasión nos encontramos con dos piezas muy deterioradas, como lo son casi todas las procedentes de Cadima, aunque perfectamente identificables como un centenional y un fragmento de centenional de dos monedas del tipo «Urbs Roma», en el que se representa en el anverso un busto alegórico de Roma con casco y mirando a la izquierda y en el reverso a una loba amamantando a Rómulo y Remo bajo dos estrellas.

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Cadima: Centenional «Urbs Roma» representando a una loba amamantando a Rómulo y Remo en el reverso. Ceca de Cyzicus, 13-14 mm de diámetro, 2,6 gramos. Presenta una pátina de color rojizo característica.

La primera de ellas, el Centenional, es una moneda «oficial» acuñada en Cyzicus (Asia-Hellespontus). Curiosamente, observamos la misma pátina rojiza que hemos observado en otros ejemplares de monedas de Constantino I y que también se puede observar en otra de las monedas correspondientes a su hijo Crispo.

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Cadima: Medio Centenional, moneda de imitación bárbara acuñada en el sur de Hispania Representa los mismos motivos que la anterior. 13-14 mm de diámetro, 2 gramos.

La otra, de peor arte, sería una copia «bárbara» realizada en Hispania de este tipo de moneda. Este tipo de moneda correspondería al reinado de Constantino I y sus hijos, aunque de cara a su clasificación en la sección de Cadima de este blog, se han contabilizado como del emperador Constantino I.

No se tratan de monedas excepcionalmente raras. Es más, dada la proporción de monedas correspondientes a Constantino I y sus hijos, era de esperar que tarde o temprano nos encontráramos con este tipo de moneda.

Cadima: Follis de Constantino I (324 d.C.), ceca de Thessalonica (Macedonia). 18 mm. Presenta la misma pátina roja que la primera moneda.

En casi la cincuantena de monedas romanas del Bajo Imperio estudiadas hasta el momento procedentes de Cadima (con la ventaja de que se han tenido en cuenta tanto las monedas sin valor numismático alguno como las que pueden tener cierto interés de cara a los coleccionistas), encontramos dos picos claros correspondientes con monedas de imitación de Claudio II Gótico y con especialmente las correspondientes a los periodos de Constantino I y sus hijos (en especial Constancio II y Constante), entre las que se encuentran también algunas de imitación bárbara.

Cadima: Follis de Constantino Magno (316-317 d.C.), ceca de Roma. 19 mm, 4 gramos. De nuevo observamos la pátina de color rojizo.

En esta larga serie, observamos también la evolución monetaria del Bajo Imperio romano, desde el denario de Caracalla hasta las fracciones de Centenionalis. Ya explicamos anteriormente como Caracalla creó el «Antoniniano», con un valor de dos denarios (aunque esta correspondencia de valor no es muy clara, existen diferentes teorías). Explicamos también como esta moneda, que inicialmente contenía un 20% de plata, se fue devaluando, disminuyendo tanto en cantidad de planta como en tamaño, hasta la aparición del fenómeno de las imitaciones bárbaras ante el desabastecimiento de moneda oficial durante la grave crisis del siglo III, representada en Cadima en las monedas de imitación «Divo Claudio».

Cadima: Follis de Crispo (320-324 d.C.). 19 mm, 3,6 grs. Se aprecia una leve pátina rojiza.

En los años 295 y 296 d.C, Diocecliano instituye el «Follis» (el nombre proviene de la bolsa de tela o piel llena de monedas que guardaban los soldados). La reforma monetaria buscaba acabar con la enorme inflación y la falta de numerario.

Esta moneda estaba bañada en plata (que raramente se ha conservado) con, por lo general, un tamaño muy parecido a los Antoninianos, entre unos 28 y 30 mm de diámetro. El contenido en plata inicial era muy pequeño, del 4%.Esta moneda no tardó en ser rebajada en ley y peso. Con Constantino fue reduciéndose el peso de los Follis, hasta el 330 d.C.

Cadima: Centenional de Constancio II (351-355 d.C.), ceca de Alejandría.

Para sustituir al Follis, y bajo el mandato todavía de Constantino I, se crea una moneda en bronce, con un peso de uno 3 gramos. El nombre de «Centenionalis» viene dado por su escaso valor (aunque no sabemos cómo se llamó en su época), ya que proviene del latín «Centum» (cien).

Sobre todo los emperadores Constante y Constancio II acuñaron este tipo de moneda, el Centenionalis, ante los crecientes problemas durante su reinado. También sufrió una progresiva «degeneración» como sus precedentes, llegando a pesar menos de gramos y 17 mm de diámetro, hasta que dejó de ser acuñada con la reforma del año 395 d. C. de Teodosio I. Las pequeñas fracciones de monedas de bronce se consideran como fracciones de Centenionalis, medios centenionales o «nummus».

Cadima: Medio centenional de Valentiniano II (383-392 d.C.), ceca de Sisak (Croacia). 14 mm; 1,2 grs.

El Centenionalis tuvo una gran importancia para el gobierno. La población apenas veía monedas de metales nobles, el Centenionalis permitió controlar mejor los ingresos y gastos, motivo por el cual se acuñaron en cantidad suficiente (y con buenas acuñaciones) para abastecer los mercados.

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