Las escasas referencias a la existencia de poblado de época hispano-musulmana en Los Gallardos provienen de los datos relativos a la excavación de emergencia realizada en Cadima por la empresa Gipsia en 2009-2010, estudio que no nos consta que haya sido publicado todavía. En este estudio se afirma que en época islámica se instaló sobre en la ubicación que antaño ocupara la villa romana conocida como «Cadima» una necrópolis de los siglos X-XIII, utilizándose algunos espacios como vertederos y un posible hogar.
Durante este tiempo nos han ido enviando diferentes fotografías de fragmentos de monedas de esta época hallados en Cadima, al parecer procedentes de un área muy concreta, a tenor de la información facilitada. Se trataría de monedas muy fragmentadas y desgastadas, que claramente han sido utilizadas para intercambios comerciales. Dos son fragmentos de época del califato, una de la taifa de Almería anexionada a la de Valencia y cuatro fragmentos de dirhams y divisores de dirham de la taifa de Almería.
Destaca especialmente el fragmento de divisor de Abd al-Aziz, rey de la taifa de Valencia, pues en ella se lee con claridad «Al-Nasir» (El Protector). Es conocido que Abd Al-Aziz nombró como gobernador de Almería a su hijo Abd Allah, al que precisamente dio el título de «Al-Nasir». Sin embargo, Abd Allah murió muy rápidamente, sin dejar rastro de lo que hubiera podido hacer como gobernador… al menos hasta que localizamos esta moneda. Tras la muerte de Abd-Allah, el cuñado de Abd Al-Aziz, Man ben Sumadih, se independizó de Valencia, inaugurando la dinastía de los Banu Sumadih, al que pertenecen cuatro divisores de dirham encontrados en Cadima.
Este conjunto de monedas pueden comprenderse entre el año 915 d. C. y el 1051 d. C. A continuación podemos ver estos fragmentos analizados y comentados:
Hasta aquí, todo encaja perfectamente con el periodo indicado anteriormente (siglos X-XIII), aunque la abundancia de fragmentos de este tipo nos hace pensar en que existió una población permanente durante este periodo en los terrenos que ocupaba la antigua villa romana Cadima, en el actual término municipal de Los Gallardos.
Llama también la atención el hallazgo de una «blanca» de los Reyes Católicos en la misma zona y que también hemos podido analizar:
Se trata de una «Blanca» de 18-19 mm y 1,1 grs de peso. Como ceca parece que lleva una «G» (Granada) invertida en el anverso, algo extraña, pero es alta la variabilidad en este tipo de monedas, prácticamente se puede decir que no hay dos iguales. La blanca era una moneda de vellón de escaso valor (de ahí lo de «no tener ni blanca»), con un valor de medio maravedí. El nombre de «blanca» le venía por un tratamiento que recibían para que adquirieran un brillo plateado, que se conserva muy raramente. Su presencia en esta zona es, sin embargo, de muy difícil interpretación, puede que se trate simplemente de una pérdida casual.
Sin embargo, una última aportación es mucho más significativa. No se trata de una moneda, pero sí de algo muy relacionado con ellas y con el comercio:
Lo que observamos aquí es un ponderal hispano-árabe rectangular (12×12 mm) de 3,7 grs de peso. Gracias a la clasificación realizada por Tawfíq Ibrāhīm sobre estos ponderales, sabemos que en las leyendas que presenta (repetida tres veces en ambas caras) es la siguiente:
Viene a decir lo siguiente: «La justicia es de Dios«. Este concepto de «justicia» en un ponderal se ha de interpretar como que se trata de un peso completo y justo. En el mundo musulmán, la obligatoriedad del peso justo viene claramente indicada en el Corán. El peso se corresponde con el de un dinar (mientras el dirham era la moneda de plata, la de oro era el dinar). Este tipo de ponderales están ampliamente descritos en la obra de Ibrāhīm, con la repetición de esta leyenda en ambas caras, siendo una de las más habituales.
Lo importante es que la presencia de un ponderal, junto con las monedas fragmentarias, va a favor de la existencia de un intercambio comercial y, por lo tanto, de un núcleo estable de población.
Para saber más:
-Ponderales andalusíes. Tawfíq Ibrāhīm. NUMISMA, núm 223, año XLIII, julio-diciembre 1993.