Empezamos hoy con algunos posts que conformarán la sección de historia de este blog. A falta de una obra de historia local «oficial», nos basaremos en diversas obras y fuentes de información.
Mi intención no es la de realizar una obra profunda de investigación de la historia local, algo propio de un buen «erudito local», término que detesto. Soy perfectamente consciente que lo ocurrido en Bédar y Serena aporta poco o nada a la historia de España o de nuestra provincia.Tampoco pretendo dotar a nuestro pueblo de una «identidad» gracias al conocimiento de su historia. Bédar no necesita eso en absoluto para ser lo que es.
Esta historia va dirigida tanto a los vecinos de Bédar y Serena (y otras pedanías) como a todos aquellos que tenemos alguna relación con este pueblo, aunque vivamos fuera. Se trata más de descubrir lo que la historiografía oficial puede aportar al conocimiento de nuestra pequeña historia local que no al revés. Sé que lo leerá poca gente, porque desgraciadamente en nuestra tierra la historia y el patrimonio no importan mucho. No se puede esperar más de un pueblo donde no se pueden comprar periódicos ni libros, porque nadie los vende (y a nadie le importa que así sea). El objetivo fundamental es saciar mi propia curiosidad, de ahí que no espero nada más que eso.
La historia conocida de Bédar y Serena empieza durante el reino de Granada. Nada sabemos de épocas anteriores, algunas teorías. Hasta que no se estudie seriamente restos como las pinturas de la Balsa Alta me temo que no sabremos nada más, y visto el interés que hay en ello, más vale que esperemos sentados.
Pero entremos en materia. Fue en el pacto de Alcaraz con el infante don Alfonso, en nombre de su padre el rey Fernando, en el año 1243, cuando la tierra de Vera pasó a formar parte del reino nazarí de Granada. En este pacto se dispuso que las tierras de Vera y los Vélez se integrasen en el nuevo reino de Granada. Qalqasandi nos cita los mojones de la nueva frontera oriental del reino de Granada: Bayra y Al-Mansura. En el 1247 quedó configurado el territorio del reino nazarí, compuesto de 3 coras o provincias: Rayya (Málaga), Elvira (Granada) y Bayyana (Almería).
Durante esta época de la tierra de Vera como parte del reino nazarí de Granada se ven los resultados de la reestructuración agrícola llevada a cabo anteriormente: una huerta productiva y el cultivo del moral que permite la cría del gusano de la seda. Pero el hecho de ser una región tan cercana a la frontera traerá sus consecuencias, ya que los conflictos fronterizos eran frecuentes. De esta manera, en el año 1304, una tropa compuesta de unos 400 jinetes y 150 infantes asolaron la tierra de Vera, quemando y talando el terreno. En 1316 se firmó un pacto entre Castilla, Murcia y Granada para pacificar la frontera oriental, pero duró poco y en el 1319 volvieron los ataques de los cristianos.
Hisn de Bédar
Sobre la evolución de la frontera oriental del reino nazarita, C. Torres establece cuatro fases:
- La primera, desde el año 1246 al 1260, se caracteriza por el establecimiento de la línea defensiva.
- La segunda fase, de 1260 a 1273, consiste en una modificación de frontera debida a la sublevación de la población mudéjar (musulmanes en territorios conquistados por los cristianos). Con esto se extiende el territorio nazarí hasta el reino de Murcia.
- La tercera fase sería la fijación definitiva de la frontera entre los años 1273 y 1314
- Por último, hubo una fase de ampliación hacia el nordeste hasta el 1324.
Conocemos la línea defensiva en la frontera oriental que correspondía a la segunda fase de C. Torres gracias a un documento escrito. En abril de 1347 el rey nazarí Yusuf I realizó un viaje de reconocimiento de la frontera, el relato de este viaje fue recogido por su consejero Lisan al-Din al-Jatib. En este escrito se mencionan las fortalezas de Serón, Purchena, Cantoria y Vera. Acerca de Vera escribe: “…es plaza fronteriza y lugar de rebato, cuyos defensores tienen innumerables méritos; es una villa donde el enemigo ataca sin cesar, donde la gente vive en constante terror y alarma…” Ibn al-Jatib recoge de esta manera el clima de inseguridad y miedo que vive esa región fronteriza.
Restos de uno de los muros del hisn Serena
Fue durante el reinado del rey de Granada Muhammad V (1354-1358 y 1361-1390) que se construyeron y repararon la mayor parte de las fortalezas de la frontera. Cada núcleo de población, por pequeño que fuese, debía disponer por lo menos de una torre de refugio para la población. Una serie de atalayas vigilaban la posible llegada de tropas enemigas. Tanto Bédar como Serena disponían de su propio hisn (castillo roquero), además de diversas atalayas de vigilancia que parece que conectaban ambos castillos y con los de la periferia. Se ha confirmado la existencia de una antigua atalaya en el cerro de la Cruz, ubicado entre ambos castillos, y posiblemente había dos más, una en el cerro de la Señora (suposición que se basa en el hecho de la presencia de restos de cerámica medieval en su cima) y otra en la Torrecica (Serena), aunque su existencia todavía no está totalmente demostrada.
Restos de la atalaya del Cerro de la Cruz
En los primeros años del siglo XV se organizaron desde Murcia y Lorca una serie de campañas contra el reino de Granada. En Almería estas operaciones se cebaron sobre las poblaciones más cercanas a la frontera, como Vera, Overa y Zurgena. Las campañas cesaron con la firma de una paz entre los cristianos y el rey Yusuf III, pero se reiniciaron en el 1410 y se prolongaron hasta 1429, año en que se firma una tregua que se mantendría durante más de dos décadas.
La guerra se reinició durante el reinado de Muhammad IX. Los cristianos ocuparon los Velez en la década de 1436-1446, incluida Baza y alguna población del valle del Almanzora. En el año 1939 se firmó una nueva tregua con los cristianos que duraría hasta el 1442 y en la que se reconoció la superioridad de los cristianos. El îqlim(1) de Vera se convierte en la frontera oriental del reino de Granada y Bédar pasó a estar en primera línea de la misma. Según Juan Grima, la frontera quedaba establecida por las fortalezas y lugares de Alicún de Ortega, Benzalema, Benamaurel, Cúllar, Castilléjar, Galera, Orce, Huéscar, Los Vélez, Xiquena, Overa, Arboleas, Zurgena, Albox, Partaola, Cantoria, Albanchez, Bédar, Cuevas y Vera (Almería y el reino de Granada en los inicios de la modernidad s. XV-XVI, Juan Grima Cervantes, pp. 43).
Hisn Bédar. Fragmentos de cerámica esgrafiada al manganeso, muy típica de época nazarí y con motivos geométricos y vegetales análogos a otros restos de este tipo hallados en Murcia. Se trataba de cermámica «de lujo» que se utilizaba, básicamente, en recipientes para agua (como jarritas).
Pequeñas pinzas con dientes, hisn Bédar. Se utilizaba para pequeñas intervenciones en la piel, para extraer cuerpos extraños, etc. Una curiosa muestra de «instrumental médico» de época nazarí.
Sin duda fueron tiempos difíciles, los ataques cristianos se cebaban especialmente sobre las poblaciones de la frontera. Se sabe que en 1436 las tropas murcianas ocuparon Bédar, pero no Serena. Bédar permaneció bajo dominación cristiana hasta que fue recuperada por las tropas nazaritas entre 1446 y 1447, bajo el reinado de Muhammad X “El Cojo”.
La batalla de los Alporchones en el 1452 puso en apuros al rey Muhammad IX y evidenció la falta de planificación y de estrategia. Los cristianos aprovecharon los enfrentamientos entre las distintas familias de la corte granadina. De esta manera don Pedro Fajardo, que controlaba Los Vélez desde el año 1438, atacó Mojácar y taló el campo de Vera.
Contera de estilete (refuerzo de la punta de la vaina). Hisn Serena.
Anillos de época nazarí. Hisn Serena.
Virote de ballesta y punta de flecha. Hisn Serena.
Una vez ocupada Málaga, los Reyes Católicos pusieron sus ojos en la zona oriental del reino nazarí. El 9 de julio de 1488 el marqués de Cádiz se acercó a Vera y tras dialogar con su alcalde se acordó la entrega de la plaza al día siguiente. El día 12 Mojácar también fue tomada. Tras la caída de estas dos ciudades nazaritas, las demás poblaciones también se entregaron. Los habitantes de las alquerías y villas de Teresa, Cabrera, Sorbas, Mojácar, Bédar y Lubrín acudieron a Vera (el campamento estaba ubicado en el Real de Antas) para rendir homenaje al rey Don Fernando. Este hecho se refleja en el escudo de Bédar con una llave entre dos torres terrazadas árabes de oro. El Macarche, por Bédar y Almaf Canif por Serena, se entregaron al rey Don Fernando. Tras la conquista, las fortalezas de Bédar y Serena fueron derribadas para evitar que fueran utilizadas en caso de sublevación. Algunas puntas de flecha y virotes de ballesta, junto a restos de un incendio, pueden observarse en el hisn de Serena, testigos de esta agitada época.
La capitulación de esta comarca fue debida a un pacto secreto del alcaide de Almería, Cidi Yahya Alnayar, y otras autoridades nazaríes y oligarquías locales (Turre. Historia, cultura, tradición y fotografía, pag. 27, Juan Grima Cervantes). Serena, durante la dominación musulmana (y hasta la guerra de las Alpujarras) constituía la pedanía más importante del municipio, y junto a Bédar y Bedarín pasaron a formar parte de la Tierra de Vera cuando llegaron los Reyes Católicos.
Para alojamiento de los cristianos el marqués de Cádiz eligió las ciudades fortificadas de Vera y Mojácar. Los habitantes de estas dos plazas tuvieron que abandonarlas. Los musulmanes de Mojácar se reinstalaron a orillas del río Aguas, lo que sería posteriormente Turre; los de Vera hicieron lo propio a orillas del río Antas fundando el pueblo del mismo nombre.
En su nueva condición como mudéjares los habitantes de Bédar y Serena conservaron sus bienes y continuaban rigiéndose por sus leyes. Los tributos eran los mismos que pagaban a los reyes granadinos y conservaban su religión. Todo esto tal y como se había acordado en las capitulaciones. No había intención por parte de los Reyes Católicos de poblar con cristianos los demás lugares de la zona. Las fortificadas Vera y Mojácar debían evitar posibles rebeliones de la población mudéjar. Con tal fin se concentró todo el poder en la figura del capitán general y justicia mayor, que en Vera era el alcaide Garci Lasso de la Vega.
Medio dirhem (1238-1492), reino nazarí de Granada. Hisn Serena.
Desde el verano de 1488 hasta la navidad de 1489, en la que cayó Almería, los mudéjares realizaron una serie de acciones en contra de los cristianos, poniendo de relieve el rechazo de la población a las capitulaciones que los sometían a los cristianos. De esta manera se explica la toma de Níjar y Cúllar por las tropas nazaritas al mando de Al-Zagal. Tal es la situación que se llegó a prohibir a los mudéjares el salir a los campos hasta una hora después del amanecer y a volver otra hora antes del atardecer. También se estableció la pena de muerte como castigo a los que fueran sorprendidos deambulando cerca de los territorios ocupados por Al-Zagal. Estas medidas afectaron, sin ninguna duda, a los mudéjares de Bédar, que a pesar de esto protegieron y escondieron, junto a los a los mudéjares de Antas, a unos almogávares (2) que operaron durante cierto tiempo en la parte de Bédar.
Felus de cobre de Abu al-Hasan ‘ Ali ben Saad (Mulhacén), indica la fecha: 1474 d.C. Hisn Serena.
Muchos de los mudéjares que se habían entregado a los castellanos lo hicieron pensando que se mantendrían en señoríos bajo algunos principales moros, como Al-Zagal o Yahya Alnayar. Una posible explicación de las sublevaciones que se produjeron entre los mudéjares, poco después de haber firmado las capitulaciones, es que se sintieran traicionados a este respecto. Así pues, Al-Zagal estaba en negociaciones para vender sus señoríos a los Reyes Católicos, pues pensaba en pasar a África, y por otro lado, los monarcas no cumplieron su palabra y le quitaron territorios que tenía en señorío Yahya Alnayar.
Boabdil, rey de Granada, no entregó la ciudad en enero de 1490 tal y como había pactado (por una serie de razones en las que no vamos a entrar) e hizo llamamientos al alzamiento contra los castellanos a los que pronto obtuvo respuesta. Durante el verano la Alpujarra se rebeló ante el avance de las tropas nazaritas. Entre marzo y julio de ese año hubo un levantamiento en la tierra de Vera del que poco se sabe: algunos mudéjares de Bédar y Antas se echaron al monte por miedo a ser esclavizados por haber ayudado a los almogávares. Los mudéjares no aceptaron fácilmente estas capitulaciones. La dureza de los castigos que impusieron a los sublevados de algunas ciudades como Abrucena y Fiñana nos hacen pensar que las revueltas fueron realmente difíciles de reducir. Los cristianos, por su parte, aprovecharon estas sublevaciones como excusa para incumplir los pactos, expulsando a los mudéjares de varias ciudades, incluida Almería.
Medio dirhem (1238-1492), reino nazarí de Granada. Ceca de Almería. Hisn Serena.
Una vez finalizada la guerra, la figura del Justicia Mayor fue sustituida por los Corregimientos que en Vera se constituyeron en el 1492. Tras la la caída de Granada, Bédar formará, junto a los demás pueblos de la zona del río Aguas y Bajo Almanzora, parte de la “Tierra de Vera”. Bédar constituía lo que se llamaba una tierra de realengo, esto es, los reyes se reservaban la titularidad y el derecho exclusivo para resolver los litigios en grado de apelación, nombramiento de escribanos, las alcabalas y tercias de los vecinos cristianos que pudieran asentarse, los pedidos, moneda y moneda forera, el derecho a elevar fortalezas y la explotación de las minas. Muchos de estos territorios de realengo eran cedidos por los monarcas a los nobles en compensación por servicios prestados a la corona. Esto violaba las capitulaciones en la que los reyes prometieron mantenerlos bajo su dominio directo y nunca cederlos a la administración de señorío.
Bédar permaneció como tierra de realengo entre los años 1492 y 1500. Durante este periodo se sucedieron cuatro Corregidores: el bachiller Diego de Santa Cruz (1492), el licenciado Diego López de Burgos (1493-1495), el bachiller Juan López Navarro (1495-1498) y el doctor Abellán de Murcia (1498-1500).
Las cesiones a los nobles hicieron que el corregimiento de Vera se viera muy reducido, lo que obligó a que se fusionara con el Corregimiento de Baza en el 1495. Una vez unidos, los Reyes Católicos establecieron el nombramiento de dos alcaldes mayores o lugartenientes de corregidor para que supliesen por delegación al propio corregidor cuando éste no estuviese en alguna de las dos ciudades. De esta manera, Bédar estaba bajo la autoridad del alcalde mayor que residió en Vera.
De estos corregidores, el más criticado fue don Diego López de Burgos. Según nos cuenta Juan Grima en su libro (Almería y el reino de Granada en los inicios de la modernidad s. XV-XVI, pp. 160-171) este corregidor llegó a condenar a esclavitud a todos los mudéjares de Serena y Antas, sentencia muy problemática que tuvo que ser anulada por la Corona en el año 1499.
(1)îqlim: división administrativa en la España musulmana.
(2)almogáver (al-mugawir): soldado de una tropa escogida que lleva a cabo correrías en tierras enemigas.
No puedo acabar sin recordar la cara de nuestro gran amigo José Luís Sánchez Teruel, diputado del PSOE que recordemos que votó en contra de una excavación de emergencia en el yacimiento de El Argar de Antas. Quédense con su cara, más que nada por si alguna vez les promete algo… que lo tengan en cuenta:
Bibliografía:
– «Almería Musulmana I (711/1172)». José Ángel Tapia Garrido. Almería 1981-1990.
– «Almería Musulmana II (1172/1492)». José Ángel Tapia Garrido. Almería 1981-1990.
–«Historia de la Vera antigua». José Ángel Tapia Garrido. Almería, 1978.
-Libro de apeo y repartimiento de Bédar y Serena. Ayuntamiento de Bédar.
– Almería Musulmana desde la conquista de Almería por Alfonso VII hasta el principio de la guerra de Granada 1147-1482 d. de J.C. de José Ángel Tapia Garrido.
–«El valle del Almanzora durante el Islam (y Suflí al fondo)». José Acosta Montoro. Colección investigación n. º 5. Arráez editores. Almería 1995.
–Almería Morisca de Nicolás Cabrillana.
-Libro de apeo y repartimiento de Bédar y Serena. Ayuntamiento de Bédar.
–«Historia de Zurgena. A la Historia desde tu Historia». José García Gallego, Josefina Varela Tudela y Pedro Segura Cano. colección investigación n.º 2. Arráez editores. Almería 1994.
-Axarquía, revista del Levante Almeriense. Año III, N.º 3, verano 1998. Artículo: «Bédar en el siglo XVI: población morisca, configuración agraria y repoblación con cristianos viejos de Vera y Mojácar tras la deportación de los moriscos en 1570», de Carmen Rodríguez-Gerschwitz. Artículo: Notas para el estudio de la arquitectura militar en la zona de la axarquía almeriense (siglos VIII al XVIII)(2), de Mariano Martín García. Artículo: Karl Bahlsen y los cables mineros, de Antonio Alonso Arza.
-«Turre. Historia, cultura, tradición y fotografía». Ana Alarcón, Josefa Alarcón y Juan Grima. Arráez editores. Turre 1996.
–«Almería y el Reino de Granada en los inicios de la modernidad (s.XV-XVI) (Compendio de Estudios). Juan Grima Cervantes. Colección investigación n.º 1. Arráez editores 1993.
–«El libro del repartimiento de Almería». Unidad Comp. Madrid 1982.
-Axarquía, revista del Levante Almeriense. Año V, N.º 5, verano 2000. Artículo:» Cuevas, los moriscos y Aben Humeya. Historia de una tragedia» de Valeriano Sánchez Ramos.
-Axarquía, revista del Levante Almeriense. Año VI, N.º 6, verano 2001. Artículo: «Los moriscos de Antas (siglo XVI)» de Carmen Rodríguez-Gerschwitz. Artículo: «Vera y la estrategia de Aben Humeya», de Valeriano Sánchez Ramos.
–«Tratado de numismática arábigo-española». Codera y Zaidin, Francisco. Madrid, 1879.
–«Monedas de las dinastías arábigo-españolas». Vives y Escudero, Antonio. Madrid. 1893.
–«Monedas hispano-musulmanas». Medina Gómez, Antonio. Toledo. 1992.
–«Las monedas califales». Frochoso Sánchez, Rafael. Córdoba, 1996.
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-«España musulmana. Instituciones y cultura». Leví-Provençal, E. Historia de España (dirigida por Ramón Menéndez Pidal. Madrid, 1987.
-«Historia del rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada», Luis de Mármol y Carvajal. Biblioteca de Autores Españoles, Madrid 1978.
-Artículo: «Islamic and Christian spain in the early middle ages» de Thomas F. Glick
-«La mezquita almohade de Fiñana (Almería)». Carmen Barceló Torres y Antonio Gil Albarracín. Almería-Barcelona, 1994.
-«La España Musulmana II», Claudio Sánchez Albornoz. Madrid, 1973.