Desastrosos han sido los efectos del temporal en el Levante, por suerte en Bédar no hay que lamentar daños personales, pero sí muchos materiales.
El reciente incendio que arrasó las Rellanas sin duda ha hecho que las riadas hayan sido más intensas, al faltar la vegetación el agua ha bajado sin impedimentos por los barrancos. Porque en Bédar, como en el resto del Levante, los ríos y barrancos «salen», como si el resto del tiempo hayan estado esperando escondidos, y cuando salen arrasan sin piedad.
Los destrozos han sido muchos, bancales completamente arrasados y puentes colapsados por los escombros. El barranco de la Basalta ha salido esta vez, y hacía muchísimo tiempo que no lo hacía, hay destrozos en la cuesta de la fuente. El barranco de los Chorreadores ha bajado con fuerza destrozando diversos terrenos, afectando al Malecom y en Jamontar el agua ha destrozado numerosos ribazos y bancales, ha cortad la acequia de los moros hacia Bedarín y derribando la carretera a los pozos, que hoy estaba siendo reparada.
Dicen también que el puente de la Ramona se ha tapado rápidamente con los escombros y el agua ha arrastrado tanto material que ha dejado anegado el barranco.
Todo esto hace pensar si las normas que no permiten desbrozar los terrenos, que supongo que buscan la protección de la naturaleza, no están siendo excesivamente dañinos. Habría que empezar a replantearse la situación, pues ya vemos que primero el fuego y luego el agua han estado campando a sus anchas, y la enorme cantidad de vegetación seca o hace de excelente combustible o arrastrada por el agua tapa rápidamente los, a veces, estrechos conductos de puentes y desagues.