Los minerales del Pinar de Bédar no son en absoluto desconocidos para los coleccionistas y entendidos en la materia, son conocidos desde antiguo y han sido objeto de explotación minera, pero todavía es posible encontrar el bonito «cobre verde y azul» en estos yacimientos.
De entrada he de decir que yo no soy un entendido en la materia, por lo que mis descripciones e «identificaciones» de las especies minerales que aparecen se han de tomar con todas las reservas posibles, en especial los minerales «verdes», de los que dicen hay un mundo en estos criaderos. En el Pinar de Bédar, que yo sepa, se ha descrito al presencia, además de galena argentífera de cerusita, wulfenita, celestina (o baritina), estroncianita, crisocola, conicalcita, malaquita, azurita, rosasita, aragonito, zincolivenita (descrito por primera vez en España en el Pinar de Bédar)… lo que significa bonitos especímenes combinando brillantes colores azules y verdes.
Aunque no sepa mucho de minerales y de su identificación, no pasa lo mismo con la historia minera y ubicación de las viejas minas de El Pinar. Tras muchos años investigando en archivos, legajos, planos y documentos de todo tipo, estoy en disposición de ubicar con bastante exactitud una veintena de minas solo en el coto minero de El Pinar de Bédar. Aunque no se trata de una zona demasiado extensa, la historia minera de El Pinar ha sido muy movida. Se han demarcado decenas de minas desde la reanudación de las labores en 1843, sin olvidar que se tratan de minas ya trabajadas en la Edad Media y, con mucha probabilidad, ya explotadas por los romanos. No es infrecuente, por eso, que una misma mina haya recibido varios nombres a lo largo de su historia, desde las primeras y pequeñas concesiones mineras de mediados del siglo XIX que fueron caducando y demarcadas nuevamente con concesines cada vez más grandes conforme la legislación minera iba modificándose.
Los minerales de el Pinar de Bédar que circulan entre los coleccionistas proceden principalmente de tres minas: Aprovechado, Reformada y Reforma. Estos nombres, que personalmente tuve el honor de rescatar del olvido (excepto Reforma, que se conservaba como topónimo de la zona a la entrada de la urbanización) son esencialmente correctos, las minas ostentaban estos nombres desde 1871, pero… tenían otros nombres antes y además de su nombre oficial (que es el de la concesión) eran conocidos con otros nombres en el argot de los mineros que las trabajaban.
Por ejemplo, uno de los yacimientos más conocidos es el de Aprovechado, una gran corta junto a la urbanizacion muy conocida por la presencia de bonitos ejemplares de azurita y cobres «verdes» como malaquita o conicalcita. Este yacimiento se haya en la concesión de Aprovechado, demarcada en 1871, pero esa zona en concreto estaba ocupada anteriormente por la mina Confianza. Entre 1883 y 1885 es cuando se abrió la gran cantera o corta que se puede observar actualmente, por ser una zona especialmente rica en galena, y aunque seguía siendo Aprovechado los mineros la conocían más como Los Madriles… ¿y por qué? pues porque donde hoy hay un gran agujero con paredes de 20 metros, antes había una ladera de una colina en la que había dos pozos de mina, los pozos de Madrid. De ahí «los Madriles«.
Reformada, en cambio, es más conocida por ser el lugar donde era más fácil encontrar zincolivenita, una de las más codiciadas por los coleccionistas. Reformada fue demarcada también en 1871, como Aprovechado, y desgraciadamente ha sido casi completamente arrasada por el proyecto de urbanización (de ahí las prisas por los coleccionistas por hacerse con el mayor número de ejemplares de esta mina). El yacimiento, tan visitado por los coleccionistas, estaba ocupado antes de 1871 por una mina llamada Alarma y es el único lugar en Reformada donde actualmente puede encontrarse algo. Otras minas que conformaban Reformada tenían nombres tan curiosos como Mirar y desengaño o No ganamos para sustos, pero han sido completamente arrasadas.
Hay otras minas más desconocidas, y aunque los coleccionistas llegan hasta ellas en ocasiones (pocos, pues muchas están más lejos y tienen peor acceso), desconocen los nombres de esas minas. Ahí tenemos por ejemplo Convenio y otras minas más pequeñas (y antiguas) que persistieron en el tiempo como Medidas Extraordinarias, Suerte, Ello es preciso, Café o Sanguijuela.
Pero dejémonos de explicaciones y vayamos a los minerales:
Bonito ejemplar de cristales aciculares de celestina (o baritina)con gránulos galena y, posiblemente, aragonito procedente de la mina Medidas Extraordinarias.
Bonito tapizado de cristales verdes (¿malaquita?), azurita y unas «flores» negras de manganeso procedentes de la mina Reforma.
Grietas de una brecha rellenas con azurita y carbonatos de cobre verdes (¿zincolivenita?) procedentes de la mina Alarma (Reformada.)
Bonito cristal octaédrico de galena argentífera procedente de un vaciadero de la mina Sanguijuela.
Carbonato de cobre verde (¿malaquita?) procedente de la mina Alarma.
Cristal acicular de celestina (o baritina) recubierto por carbonato de cobre verde (¿conicalcita?) y algunos cristales de azurita procedente de la mina Reforma.
Bonito tapizado de cristales de azurita procedente de la mina Alarma.
Cristales aislados de galena argentífera en la matriz procedente de la mina Dos Hermanas.
Carbonatos de cobre verdes y azules recubiertos por un mineral blanco formando glóbulos, seguramente aragonito procedente de la mina Alarma.
Aquí tenemos otra combinación de estos minerales, en este caso cristales acidulares de celestina (o baritina) sobre un fondo verde de, seguramente, conicalcita procedente de la mina Convenio.