Va siendo hora que hable un poco más del Dr. Bernardo Renovales Cabeza-Olías. La primera vez que oí hablar de él fue a mi abuelo Juan Antonio Jódar, cómo no. De mozo el viejo doctor le contrató para que le bajara con la burra desde Bédar al Pinar para atender a los mineros en el Hospital, era ya viejo y no podía ir andando, algún problema en las piernas se lo impedía. Los recuerdos de mi abuelo evocan a un hombre de gran estatura, de hombros anchos, manos enormes y carácter campechano y bastante rudo.
Única fotografía conocida del Dr. Renovales, aumentada de la original realizada en 1910 por el ingeniero Ovidio Fernández.
No ha sido fácil seguirle la pista al Dr. Renovales, no es tan conocido con el Dr. Antonio Bolea y mucho menos fue igual de estimado, por lo que parece, a tenor de la triste noticia de la que me hice eco en un anterior post, jubilado por inutilidad física y negado de una merecida pensión de jubilación y sin recibir ni siquiera del dinero que el ayuntamiento le adeudaba por sus servicios.
Tras diferentes pesquisas, estoy en disposición de esbozar una pequeña biografía de este personaje, por el que no oculto que profeso una gran admiración. No hablamos sólo de un médico rural, hablamos de un médico de Empresa, como yo, que ejerció en el momento quizás más importante del desarrollo de la medicina del Trabajo y para una empresa muy complicada, la Compañía de Águilas, durante una época muy convulsa y agitada por el resurgimiento de la actividad sindical.
En 1889 fallecía el Dr. Pedro Bolea García, tras tres años ejerciendo como médico rural en Bédar. Era una época difícil, la minería era una actividad pujante y la población de Bédar, que superaba entonces los 3.000 habitantes, disponía de un médico titular. El sueldo de un médico rural estaba en relación con la gente del pueblo en el que se ejercía, por lo que el Dr. Bolea cobraba una cantidad pequeña y los bedarenses, en gran parte dispersos por el campo, muchas veces solicitaban la asistencia de facultativos de otros pueblos, más cercanos. El Dr. Bolea dejaba viuda, Elísea García Torrecilla, y tres hijos menores.
Sería por 1892-1893 cuando ocupó la plaza de médico titular el Dr. Renovales Cabeza-Olías, que había estudiado medicina en la Universidad Central de Madrid y cuya tesis doctoral versó sobre la pústula maligna. Fue además contratado por la Compañía de Águilas para la asistencia a los mineros, en las instalaciones construidas en El Pinar, llamadas «Hospital», ayudado por un practicante facultativo. La ley minera vigente obligaba a la compañía minera a contratar un médico que no residiera a más de 10 km de las instalaciones.
Durante este tiempo, además de sus tareas asistenciales en el pueblo, se dedicó a la asistencia de los mineros, tratamientos, declaraciones de incapacidad y, si desgraciadamente era necesario, practicaba las autopsias. Como médico titular, formaba parte como miembro nato de la Junta de Reformas Sociales de Bédar. Este hecho y su trabajo como médico de la Compañía fueron suficientes para granjearse la antipatía de los obreros, que seguramente lo veían como un mero instrumento a las órdenes de la empresa (es el inevitable estigma de los Médicos de Trabajo, aún hoy en día, algo que casi siempre es falso.)
Una vez las grandes compañías se marcharon, fue deliberadamente ignorado y se le negó el dinero que por justícia le correspondía, dejándolo en la pobreza en la que lo encontramos en 1934 gracias a un Ayuntamiento que, sin duda, no le perdonó lo que era y lo que había sido. Poco importaba que siempre hubiera asistido a los mineros arrendatarios heridos, que no tenían derecho a ello como los que estaban contratados a jornal. Y eran muchos.
Pero no solo fue condenado a vivir en la pobreza, también fue condenado al olvido, como la misma existencia de una época minera en Bédar, algo que el rencor y el odio que dejó la minería ha sabido hacer muy bien.
Por eso mi homenaje personal al Dr. Bernardo Renovales Cabeza-Olías, médico titular de Bédar durante 42 años, es rescatarlo del olvido. Ojalá este post sirva para que algún familiar suyo nos pueda dar más información sobre él, porque es parte de la historia de Bédar.
NO se si te ha llegado mi primer comentario.
No domino el tema de blogs o del facebock, me aclaro mejor con el email, por eso en el anterior comentario, te solicite tu email , para poder remitirte a través de ese medio las notas que guardó mi madre de su abuelo Bernardo y alguna fotografia.
Te remito mis datos para que te, si te parece,te pongas en contacto conmigo.
ANTONIO de la CRUZ RENOVALES
hola, Juan Antonio
Esto ha sido una alegria muy grande para mi. Soy Rosa Cabanes Renovales, de Valencia.
Veras cuando se lo cuente a mi madre (ahora estoy fuera de espana), se va a poner a llorar de alegria, seguro!!!!
Procurare, como mis primos, encontrar mas informacion y te la mando.
Saludos y gracias por este blog.
Rosa
Gracias a vosotros, hacía tiempo que os esperaba.
Un saludo
Hola Juan Antonio!
Estoy muy emocionada por el reportaje que haces sobre mi bisabuelo Bernardo. Realmente toda la familia lo beneramos pues sobre lo que nos han contado sólo hay halagos sobre su persona. No me extraña, pues en la saga Renovales han habido y hay grandes personas sin dejar de reconocer el fuerte carácter que nos carateriza pero un corazón más grande que España. Aquí en Valencia somos unos treinta Renovales y somos una piña respetuosos y agradecidos a nuestros antecesores.
Un saludo!
Mª José Renovales Ortuño