Hoy trataremos sobre una mina de Mojácar, y no, no nos hemos equivocado. Aunque la idea general es que la minería en el término municipal de este municipio es muy escasa, poco más que la mina que llaman «las Menas», la verdad es que la sierra guarda muchas sopresas en este municipio, algunas de las cuales desvelaremos prontamente.
Por lo pronto vamos a hablar de una mina en el paraje Fuente de Serón de Mojácar, cerca de Sopalmo, que nuestro amigo Mario López visitó no hace mucho para recoger y analizar sus minerales. Nosotros vamos a dar una pincelada histórica, al tratarse de la muy desconocida minería de esta turística localidad. en la que parece que solo hay playas y hoteles. Nada más lejos de la realidad.
El registrador de estas minas de cobre, pues este es el mineral que interesa en esta mina, era un vecino de Almería, Don Luis de Soria Diaz, domiciliado en la calle Pescadores número 18. No se trata de una única mina, en total registró cinco en la zona, todas de cobre, aunque la primera y al parecer principal fue la conocida como La Equivocada, número 9.128, que se demarcó en 1877, registrada muy probablemente el año anterior. Antes, al parecer, intentó su primer registro en Turre en 1874, con la mina «El estreno de Soria», en el paraje de Gachas micas.
El motivo del registro parece ser el interés de una importante empresa minera extranjera, que llegó a analizar los minerales en 1876 y con la que estuvo negociando para cederla a partido. Desconocemos si llegó a firmarse el contrato o de qué empresa extranjera se trataba, pero en esa época se exportaba mineral de hierro de diversas minas de la zona, especialmente hacia Inglaterra, por lo que pudiera tratarse de una empresa inglesa.
Fotografías de la cantera principal con su enorme escombrera.
Panorámica del barranco de la Fuente de Serón.
El caso es que sabemos que don Luis de Soria creó una sociedad minera, de nombre «La Equivocada» que disponía de 100 acciones. A la mina La Equivocada se añadieron rápidamente otros registros, demarcados en 1878, también de cobre y colindantes a La Equivocada. Estos registros nos indican que posiblemente se llegó a firmar el mencionado contrato de partido con la empresa extranjera, aunque hay otros indicios que afirman que pudiera haber sido iniciativa del propio registrador, pues se hace mención a la «…constancia en los trabajos y la acertada dirección del minero D. Luis de Soria Diaz…» en 1878, aunque no era lo habitual, sobre todo tratandose de un registrador de Almería capital.
Las otras minas que se demarcaron fueron las de Providencia y San Bartolomé y las de Santa Ana y Perseverancia, ambas sobre pequeñas excavaciones, seguramente de exploración cercanas a la mina principal. El mineral de cobre se indica que «emana de un filón ferruginoso a la superfície, que indicaba la potencia de su riqueza en la interioridad del seno de la montaña».
Los restos mineros en la zona muestran trabajos a cielo abierto, con escasos trabajos subterráneos, lo que es de esperar dadas las características del terreno, muy friable.
Aspecto de las pocas galerías, el terreno es friable y muy inestable.
Aunque las escombreras tienen una cierta entidad, lo que indica la realización de trabajos de forma más o menos continuada, el proyecto no parece que fue muy exitoso. Se pierde la pista de D. Luis de Soria hacia 1878, en el que se muestra ausente de su domicilio en Almería, y todas las minas caducaron y fueron subastadas hacia 1889. Como dato de interés, las minas Santa Ana y Perseverancia dejaron una deuda de 4.000 pesetas, por impago del canon del 3% sobre los productos de la mina, lo que indica que fue explotada de forma efectiva.
Para esta pequeña pincelada de la historia de Mojácar hemos contado con la inestimable ayuda de Jacinto Alias Pérez, gracias a su gran conocimiento de Sierra Cabrera y también con Ine Thijs, nuestra experta en minerales. Pronto publicaremos noticias más interesantes todavía, y de más calado, sobre la minería en Mojácar.