Triste noticia la que tengo que dar hoy. David Horton, concejal por el PP de Bédar ha presentado su dimisión, noticia que se ha publicado en el blog informativo que mantienen varios miembros la comunidad inglesa de Bédar: http://bedar-almeria.blogspot.com.es/
Digo que es triste porque tengo el placer de conocer a David y de haber trabajado con él (y espero seguir trabajando). No lo voy a llamar «extranjero» porque no lo es, se ha preocupado más por Bédar que muchos que se llaman bedarenses y es algo que no digo porque me lo hayan dicho: yo personalmente he sido testigo del empeño y dedicación de este hombre por ayudar a TODOS sus vecinos. A pesar de sus dificultades con el español es hombre sobradamente preparado y con gran experiencia en gestión. De nuevo, como ocurrió con el concejal Gonzalo Leal, el ayuntamiento de Bédar pierde de nuevo a alguien que, sin duda, hubiera podido aportar mucho a un ayuntamiento con una dudosa capacidad de gestión y una alarmante falta de ideas y de iniciativa.
Grupo de bedarenses que se presentaron por el PP a la alcaldía de Bédar, en segundo por la derecha en la primera fila es David Horton. Yo soy el primero por la izquierda de la segunda fila.
Tal y como ocurrió con el concejal Gonzalo Leal, David ha dimitido por pura frustración, y considero importante remarcar los motivos que da en su comunicado de dimisión:
1. Cansancio por recibir numerosas quejas por parte de vecinos de Bédar que luego no contribuyen en nada.
2. Plenos del ayuntamiento que no son más que una parodia de la democracia, discusiones limitadas en las que sólo pueden hablar el alcalde y el portavoz de la oposición.
3. No se ha facilitado un traductor a David a pesar de sus dificultades con el inglés (y de tener el ayuntamiento una traductora oficial), aunque tampoco serviría de mucho porque no se le permite hablar. Ningún pleno ha durado más de 40 minutos y algunas tan solo 10 minutos. Sin duda no se dan cuenta que el 40% de los vecinos de Bédar son ingleses y que éstos no se ven representados ni tienen forma alguna de participar en el gobierno local.
Sin duda son razones de peso y yo, como concejal que he sido también en el ayuntamiento de Bédar, lo entiendo perfectamente. Tiene razón en todo lo que dice.
Ante todo quiero dejar bien claro que ni soy del PP ni soy del PSOE ni tengo sigla alguna a la que muestre devoción, para mí solo son «los unos» y «los otros». Es por eso que me considero independiente, de la mimsma manera que David Horton y los demás ingleses que mantienen el blog al que he hecho mención se consideran también «independientes». Son independientes porque no ven diferencias entre PP y PSOE, no al menos en Bédar, y yo estoy totalmente de acuerdo con esa apreciación. Todos hacen exactamente la misma política, la que les dicta el dinero, todos presentan programas políticos que no piensan cumplir y que nadie se molesta en leer y todavía me produce asombro como hay gente que vota a uno o a otro en función de lo que ocurrió en una guerra civil que tuvo lugar hace más de setenta años.
Sin duda los miembros de la comunidad inglesa no entienden esta pseudo-democracia a la española, y me imagino la sensación de frustración que ha debido sentir David en las reuniones del pleno, sin entender nada de lo que se habla. He de decir que yo tampoco entendía mucho de lo que se hablaba en los plenos, aunque yo sí que entiendo bien el español el hecho de no disponer de la información con suficiente antelación hacía muy difícil seguir los argumentos y explicaciones del alcalde, apoyado por el secretario. Como no, estoy de acuerdo con David que lo que ocurre en Bédar, como lo que ocurre en casi toda España, cualquier parecido con una democracia real es pura casualidad.
A riesgo de que me acusen de nuevo de «criticón», ahora soy yo quien va a dar más razones para NO ser concejal de Bédar. Seguro que David estará de acuerdo conmigo:
1. Bédar, como ha sido tónica general en muchas partes de España, ha vivido y sobrevivido inflando los presupuestos con dinero procedente de la construcción (recalificaciones y construcción de casas innecesarias). Esta práctica, generalizada como ya digo, ha estado en manos de autoridades locales muchas veces escasamente preparadas para tal responsabilidad, y resultado de esta nefasta práctica tenemos no sólo altos niveles de corrupción (léase casos cercanos com Zurgena o recientes como Sabadell, y los que quedan…), sino también grandes cantidades de trabajadores que, una vez explotada la burbuja inmobiliaria, no están calificados para hacer nada más. Es curioso como a esta locura del ladrillo algunos lo llamaban «progreso», pero ya vemos que de progreso nada de nada.
2. Bédar, una vez acabado el chollo de la construcción se ha quedado sin deudas, pero también con un déficit importante en servicios (ausencia de servicio de urgencias médicas, transporte público inexistente, servicio de correos deficiente, etc.), tampoco se ha aprovechado los años de bonanza para desarrollar ningún otro sector económico (agricultura intensiva o ecológica, turismo, etc.) Resultado: no hay trabajo, casi no hay jóvenes (menos de una docena de alumnos en el colegio) y por lo tanto un futuro más que negro en unos años.
3. La democracia en Bédar es virtual, es decir, no existe. Les votamos cada cuatro años, pero lo que hace el ayuntamiento no lo sabe nadie, el ayuntamiento no publica nada en absoluto de lo que hace. Para enterarnos de algo de lo que hace el ayuntamiento o vamos a la página blog de los ingleses independientes o no tenemos nada que hacer. Este blog de los independientes es, a mi parecer, el mayor éxito de David y todos sus colaboradores: nos ofrece información, ni más ni menos.
4. Falta absoluta de iniciativa en la gente de Bédar. Hay honrosas excepciones, claro está, pero en general la gente «pasa» mucho de estos temas y todo a pesar de que les afecta muy directamente. ¿Los motivos? puede ser miedo, para evitarse problemas, etc, pero yo creo que el motivo es más básico y fundamental: la gente se marcha del pueblo en cuanto puede para buscar trabajo o al menos oportunidades, queda poca gente joven con ganas y fuerza capaz de llevar a cabo un movimiento social (ya sea con los unos, con los otros o con los de allá) que obligue al los «gobernantes locales» a reaccionar y a hacerles salir del letargo en el que están sumidos. David sin duda se habrá dado cuenta de eso también.
Bien. Ahora imaginemos a un inglés o español de setenta y pico años, jubilado, que disfruta de su merecido descanso en su casita en la Sierra de Bédar. Algo idílico, ¿verdad? Eso sí, mejor que tenga buena salud, la lejanía de los centros de urgencias hace que cualquier problema de salud serio pueda ser fatal. También es imprescindible tener coche, de otra manera no podría ir a las visitas al médico o a comprar cosas imprescindibles como alimentos, productos de limpieza, papel higiénico, etc. ¡Ah! y el correo puede ser que llegue, o no… Eso sí, a lo mejor cada cuatro años viene alguien pidiéndole el voto.
En fin, quiero dar las gracias publicamente a David Horton, y espero sinceramente que siga preocupándose por Bédar.