Vamos a por la no-maravilla nº 3, la mezquita de Serena.

La Consejería de Cultura, en el BOJA de 6 de Marzo de 2012 declaraba BIC (Bien de Interés Cultural) la mezquita de Serena. Unos especialistas de la Junta vinieron a estudiarla y consideraron que merecía este reconocimiento. Veamos lo que indicaron:
La Ermita de Serena, edificio originariamente construido para albergar una mezquita, presenta una inusitada dimensión espacial para su tipología, y fue adaptado al culto cristiano como ermita tras la conquista cristiana de Bédar, manteniendo dicho uso religioso hasta la construcción, a fines del siglo XVII, de la iglesia parroquial de la localidad. Posteriormente, el edificio albergó una almazara, careciendo actualmente de uso debido a su mal estado de conservación, aunque permanece en la memoria colectiva de la población como un lugar de interés, con abundantes significados, y apreciado hito identificativo del territorio y de la ordenación urbano-espacial. Constituye un importante testigo documental del devenir histórico del municipio y de su identidad, así como una muestra paradigmática de la arquitectura vernácula adaptada al medio.
La antigua mezquita y posterior Ermita de Serena, situada en una pedanía de Bédar en plena falda de la sierra de Los Filabres, es testigo relevante de los turbulentos acontecimientos producidos tras la conquista entre la población cristiana y morisca.
A partir de finales del siglo XVII y hasta mediados del siglo XX la ermita se adaptó para reconvertirse en almazara, pudiéndose apreciar actualmente elementos constructivos y maquinaria que revelan sus distintos usos históricos.
El edificio integra valores de arquitectura vernácula popular con otros de carácter artístico, así como elementos que ponen de manifiesto su evolución y adaptación de espacio religioso a molino de aceite o almazara.
La construcción en mampostería y ladrillo le proporciona un aspecto de solidez considerable, pues los alzados carecen de revestimiento. El edificio presenta una fachada principal que claramente desvela su morfología de ermita, con una entrada dispuesta con un arco de medio punto y alfiz de ladrillo. Los macizos predominan y son mínimos los huecos o vanos, especialmente en el exterior, hallándose uno solo en la fachada izquierda.
La planta es rectangular, de una sola nave con tres tramos diferenciados por dos arcos de medio punto con aberturas en sendos lados, que dan paso a la parte posterior del inmueble, también rectangular y más pequeña, donde se instalaron los trojes o atroces (como los denomina la población local) para el almacenamiento de la aceituna. En lo que fue el altar, se encuentran las tres muelas cónicas del rulo del molino de sangre, descansando sobre la solera. Los restos de la cubierta son de teja árabe, apreciable únicamente en los extremos de la estancia central y en parte de las laterales, que presentan una cubrición posterior y a una cota inferior. El cese de la actividad productiva y cierre del edificio supondrá un acusado deterioro del mismo.
Delimitación del Bien.
La delimitación del Bien comprende la integridad del inmueble, el edificio completo, ya que se ha mantenido en la unidad del mismo como antigua ermita y posterior almazara. El bien queda delimitado mediante un área poligonal, siendo sus lados los límites de la misma y teniendo como vértices las coordenadas UTM que constan en el expediente de protección. La parcela completa afectada es la 05 de la manzana 99501.

La mezquita fue declarada como BIC hace relativamente muy poco tiempo. Ya he hablado mucho sobre esto, pero no está de más ir refrescando de vez en cuando lo que pasó con este edificio histórico, pues es el fiel reflejo de la «política» que el Ayuntamiento de Bédar lleva practicando en cuanto a la gestión y protección del patrimonio histórico se refiere.
La iniciativa para el reconocimiento como BIC de la mezquita no fue a instancias del ayuntamiento, como hubiera sido lo normal. Todo empezó realmente en 2009, y todo fue por culpa de un cartel de venta. Esto no quiere decir que antes no se hubiera reclamado con insistencia su reconocimiento y protección. Ya en mi etapa de concejal de Levante Sostenible lo solicitamos por escrito, pero como pasó con otras muchas propuestas que hicimos, cayó en saco roto. Ni se molestaron en contestar.
Pero lo que no pudo el legítimo ejercicio de una oposición democrática lo pudo un simple cartel… triste ejemplo de la nula utilidad actual de muchas estructuras de gobierno municipales. Para lo que sirven los plenos en Bédar, más vale que se utilizara el tiempo y el esfuerzo en otra cosa.

El caso es que vi el cartel. y lo denuncié en este mismo blog. Una vez puestas las fotografías en internet, no tardó mucho la prensa en hacerse eco de este hecho y, por fin, el alcalde tuvo que dar explicaciones.
Veamos lo que se dijo entonces, no tiene desperdicio. Esto es lo que se publicó en «La voz de Almería»:
En Serena, un vergel con fuente cristalina en las primeras estribaciones de la sierra de Bédar, apenas quedan unas cuantas casas rurales y no llegan a 40 vecinos. No hay médico, no hay maestros, no hay niños y se hace difícil imaginar que no se convierta en un nuevo pueblo fantasma dentro de una o dos décadas.
El alcalde de la matriz, Bédar, Ángel Collado, señala que el edificio es propiedad privada desde hace varios siglos, aunque está inventariado en el catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz como ‘ermita de la cuenca de Vera’. «Creemos, por tanto, que tiene protección», expresa Collado.
El Ayuntamiento ha pedido precio a los propietarios quienes le han ofrecido este antiguo lugar de culto por 150.000 euros, una cifra a la que el modesto Consistorio no puede llegar, según su alcalde.
Collado asegura que ha realizado una oferta a los dueños para obtener la propiedad de la mezquita, convertida después en ermita cristiana, a cambio de una permuta de suelo urbano, pero sin éxito.
Los propietarios presentaron un proyecto para construir varias viviendas en el histórico inmueble, pero la Consejería de Cultura emitió informe negativo por su grado de protección. «Sólo es viable rehabilitar el inmueble con unas determinadas condiciones y respetando algunos elementos arquitectónicos» indica Collado. Mientras tanto, la vieja mezquita de Serena, un antiguo emporio minero, se deteriora poco a poco. Parte de la techumbre original se ha derrumbado y el resto de la estructura sufre los reveses del paso del tiempo sin ninguna actuación que palie los daños. El primer edil considera que con 30.000 euros sería viable su rehabilitación.

Finalmente la vergonzosa noticia de la venta de una mezquita nazarí debió llegar a altas esferas, porque en 2011 la Junta iniciaba el procedimiento para declararla BIC, lo que finalmente se llevó a cabo en marzo del año pasado.

Y con todo esto ¿que pasa actualmente con la mezquita? Pues allí sigue, desmoronándose poco a poco, todavía con su vieja prensa de aceite y el antiguo molino. Se puede ver, por fotografías antiguas, el claro deterioro del inmueble, nuevos segmentos de la pared se caen año a año por falta de cuidados. 30.000 euros me parece muy poco visto lo mucho que se ha gastado en otros «proyectos» de dudosa utilidad hasta el momento. Tampoco confío mucho en la capacidad de negociación que desde el Ayuntamiento se puede tener con los propietarios, por falta de interés, básicamente.
La puntilla que le faltaba ya es que ni siquiera se considere una maravilla del pueblo. Aunque tampoco es de extrañar, visto que el otro elemento BIC de Bédar, el castillo, tampoco lo es.