La estación de Tres Amigos, punto de partida del ferrocarril minero a Garrucha, comprende las tolvas reguladoras de los ramales de la mina Mulata y Santa Catalina. Ambas tolvas, muy diferentes en concepción y funcionamiento, aprovechaban el hecho de que ambos ramales se encontraban por encima del nivel de la estación.
Sin embargo, para hacer descender los vagones cargados desde las cabeceras de los ramales hasta las respectivas tolvas, se precisaban de planos inclinados. Se trataba de unos sistemas que estaban pensados para frenar en su descenso la vagoneta cargada y, de paso, aprovechar el empuje para hacer subir una vagoneta vacía. El cable de arrastre estaba enrollado en torno a un tambor, que solía estar instalado en la parte superior del plano. El sistema de freno era por fricción, por medio de un cable o cinta que, sujeta al tambor, podía tensarse o destensarse a voluntad, mediante un pesado volante ubicado sobre un pivote, que hacía ascender o descender un enorme tornillo.
Edificios de la cabecera del plano del ramal de Santa Catalina.
Lo que se descendía y ascendía eran los mismos vagones del ferrocarril, con capacidad para 3 toneladas y media. Era importante disponer de un freno seguro, ya que en el caso de que una vagoneta cargada descendiera sin control, el accidente podría tener graves consecuencias, algo que ya ocurrió en uno de los planos de la Mulata.
Por desgracia, la cabecera del plano de la tolva del ramal de la vía Mulata, el de la tolva embudo, ha sido prácticamente arrasado, a excepción del pequeño taller de fraguas. El de Santa Catalina, sin embargo, ha permanecido sin tocar, olvidado gracias a la derivación que se realizó durante Hierros de Garrucha para el paso de camiones. Esta cabecera de Santa Catalina se componía según la documentación disponible de un pequeño taller para la fragua, un edificio para una báscula de 8.000 kilos y del castillete que albergaba el freno y el cabrestante para el servicio del plano inclinado.
Las imágenes de satélite nos muestran los restos de estos tres edificios donde los documentos indican que estaban, así como el trayecto del antiguo plano inclinado, lo que deja la posibilidad de realizar algún tipo de actuación que ponga en valor estas estructuras, tan ligadas a la icónica tolva-depósito de Tres Amigos. Además, y esto es realmente excepcional, se ha conservado el volante del freno de este castillete, que estaba instalado en este punto, gracias a que se reconvertió en prensa artesanal de vino por su peso, utilizando el tornillo original que accionaba el cable de freno, con cierto parecido al timón de un navío.
Volante y tornillo del freno del plano inclinado de Santa Catalina.
Las vagonetas de 3,5 toneladas iban numeradas y con la marca CLCº, es decir, Chávarri, Lecoq y Compañía.