El tesorillo nazarí de Serena

Presentamos de nuevo el póster sobre el tesorillo nazarí de Serena tras los consejos de modificación que hemos recibido, incluida una versión en inglés.

Quien desee una copia a alta resolución del mismo se puede poner en contacto con nosotros al mail de la asociación: bedar.asociacion@gmail.com

VER. ESP

VER. ENGL.

Bédar: 1/8 de dirham nazarí

Nos envían las fotografías de otra pieza numismática procedente de Bédar. Son varias las monedas de época hispano-árabe que parecen haberse encontrado en Bédar a lo largo del tiempo, pero nunca habíamos podido analizar ninguna de ellas… hasta ahora.

 

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Se trata de una diminuta pieza cuadrada de plata de, por lo que nos indican, 9 x 8,5 mm y de 0,2 gramos solamente. Parece proceder de un paraje muy cercano al castillo de la localidad. Un estudio de las fotografías releva rápidamente que se trata de una fracción de 1/8 de un dirham nazarí, muy mal acuñado como suelen ser las monedas de este tipo por la zona, un tipo de moneda rara pero en ningún modo fuera de lugar.

octavo dirh

Las leyendas están muy descentradas, por lo que gran parte de las mismas están fuera del cospel, pero por su tamaño corresponden bien a una moneda de 1/8 acuñada como tal y no a una moneda de más valor recortada. En la primera área aparecen dos líneas de una leyenda religiosa (tenía tres a pesar de su pequeño tamaño). En la segunda área aparece claramente una abreviatura típica en las monedas nazaríes y, afortunadamente, parte de la ceca, concretamente la terminación «ta» de Garnata lo que nos identifican la moneda como acuñada en Granada.

Sorprenden estas diminutas fracciones de moneda de plata. Si la vemos comparada en con un medio dirhem (de la vecina Serena), con un tamaño parecido a nuestro centavo de euro, podemos apreciar mejor su tamaño:

comparacionMontaje para comparar el tamaño de 1/8 de dirham de Bédar con 1/2 de dirham de Serena.

taala

La abreviatura que se aprecia en la segunda área es muy típica de las monedas nazaríes. Se trata de la abreviatura de «ta’ala» (ensalzado sea).

CASTILLO

 

Nuevas aportaciones numismáticas

Incluimos nuevas aportaciones a las secciones de numismática. Se trata de un Antoniniano de vellón pobre de Claudio II «Gótico» del 269 d. C. acuñado en Roma y encontrado en Cadima, y de medio centenional de Constancio II acuñado en Constantinopla, procedente de Baria. Gracias por las aportaciones.

CLAUDIO II. Antoniniano. Roma. 269 d.C. (Cadima)

A/ «IMP. C. CLAVDIVS AVG.» Busto radiado a derecha.
R/ «VICTORIA AVG.» Victoria, estante a derecha, con guirnalda y palma.
Vellón muy pobre, 2,6 grs. 17-20 mm.
CONSTANCIO II. Medio centenional. Constantinopolis (Thracia), 335-340 d.C. (Baria)
A/ FL IVL CONSTANTIVS NOB C
Rv/ GLO-RIA EXERC-ITVS

De vuelta a Cadímar

A pesar de que en algunas páginas de turismo se habla de los yacimientos romanos de Cadímar en Los Gallardos y Turre. Sin embargo, es algo difícil encontrar información sobre este importante yacimiento. Como ya he comentado en diversas ocasiones, el levante de Almería posee una cantidad impresionante de yacimientos arqueológicos, pero también impresiona la poca importancia que se les da, estando la mayor parte de ellos olvidados, si no es que han sido total o parcialmente arrasado por urbanizaciones o cultivos.

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Pero, visto lo que ocurre, no hay muchas esperanzas de que alguna vez se actúe sobre Cadímar. Si en la vecina Antas está costando que se pongan en valor los yacimientos del Argar (y eso que la Asociación Amigos del Argar trabaja para que así sea), pocas esperanzas quedan para esta antigua villa romana.

En este yacimiento se diferenciaban dos grandes áreas, un llano y un cerrete donde se asentaba la necrópolis. No creo que a nadie le extrañe saber que dicho cerrete, y por tanto la necrópolis, fue totalmente arrasada hace ya bastantes años. En lo que queda, y según la documentación disponible, se pueden observar estructuras de muros y pavimentos, así como gran cantidad de tegulae (tejas). Se comenta que se podían encontrar abundantes escorias de mineral, ruedas de molino, e incluso una gran piedra labrada que podría ser un contrapeso de una prensa de aceite. El material cerámico era muy abundante, identificándose fragmentos de cerámica púnica, Terra Sigillata, lucernas, fragmentos de ánforas y cerámica común medieval. También se encontraron objetos de vidrio, remaches y punzones de metal.

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La primera referencia al yacimiento es de carácter epigráfico. J. Cuadrado Ruiz recoge la existencia en el Museo de Almería de un bloque de piedra con una inscripción latina hallada en el paraje de «las piezas de Cadímar», en la que se podían leer con seguridad de las cinco líneas que conserva las siguientes palabras:

VR CO
EMIN
ORVMIN
XXV

No se conoce el nombre de esta villa, Juan Grima señala que el topónimo Cadímar procede del árabe «gadima», y significa ser «antiguo». Según este autor, por Cadímar pasaba la vía Herculea (que iba de Cartagena a Villaricos), desde Villaricos pasaba por Cadímar en dirección a Urci y Abdera.

La presencia de restos constructivos, como muros de sillares, ladrillo y mampostería, así como una sucesión de pavimentos, indican la presencia de, al menos, dos fases constructivas de un gran asentamiento tipo villa. También hay otra referencia que habla de un asentamiento íbero-romano, por la presencia de gran cantidad de monedas ibero-romanas que se encontraron allí. Se le asigna al asentamiento, por lo tanto un ocupación ininterrumpida desde el siglo II a.C. hasta la llegada de los musulmanes en el siglo VIII d.C. Las monedas íbero-romanas halladas que se mencionan corresponden a las cecas de Gádir (Cádiz), Carmona, Aipora (Sanlúcar de la Barrameda), Caura (Coria del Río), etc.

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Piedra labrada en Cadímar.

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Fragmentos de tejas romanas «tegulae».

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Excavaciones en Cadímar en 2013, artículo de Jennifer Simón. Para acceder a la noticia hay que pulsar en la imagen.

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Aspecto actual del yacimiento: abandono total.

Parte de este yacimiento fue excavado en 2013, debido a que las obras del AVE cruzaban el yacimiento. La excavación de urgencia de unos 2.000 metros cuadrados dejó bien clara las dimensiones e importancia de Cadímar, única en toda la comarca del Levante almeriense. Según la prensa local (se puede acceder al artículo pulsando en la fotografía que muestran las excavaciones), se hallaron monedas, cerámicas, mosaicos e incluso una almazara. Si duda se trataba de una gran villa romana a la que poco tenían que envidiar ninguna otra del área mediterránea. Para mostrar al público los resultados, se realizó una conferencia en Turre que corrió a cargo de los encargados de la excavación: Óscar López Jiménez, Francisco Llidó López y Victoria Martínez Calvo. Las excavaciones mostraban tres etapas bien definidas: una ibérica tardía, la romana y otra califal.

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Según la información facilitada a la prensa, se habla de una villa romana entre los siglos I a.C. y IV d.C. Entre ellos una casa señorial de época imperial con un gran patio central con columnas, a partir de la cual se distribuían las habitaciones. En una de estas salas se encontró un mosaico con motivos geométricos y vegetales. También se describe una «alcaría» o «zona industrial» donde se elaboraba el aceite y el vino (con restos de una almazara).

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En la excavación de urgencia se recuperaron alrededor de 300 piezas que, según se comenta, se llevarían al Museo de Almería con el fin de poder ser conservadas e incluso exhibidas. La intención, como no, era la de poder exponer en su lugar los hallazgos arqueológicos, para lo cual se creó la Asociación de Amigos del Museo de Turre (como primer paso). Esto ocurrió en 2013, pero un turista eventual en la zona que quiera saber algo sobre este yacimiento (y no digo ya ver algo)en 2015, lo tiene más que difícil.

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Este yacimiento se está destruyendo de una forma lenta pero constante. Por efecto de la erosión natural, parte de las estructuras se han desplomado sobre el curso del río Aguas. En estas fotografías podemos ver diferentes vistas de los restos de Cadímar tal y como se presentan en el corte vertical producido por el río, observándose restos de muros y pavimentos, algunos en opus spicatum.

En este yacimiento también se han encontrado monedas de entre los siglos I y IV d.C. Hoy presentaremos una pequeña cantidad de estas monedas que hemos podido estudiar y que corresponden al periodo comprendido entre los siglos III y IV d.C.

Tras la muerte del emperador Alejandro Severo en el año 235 d.C., se inició un convulso periodo en el que el Imperio tuvo que lidiar con amenazas tanto externas como internas, en un contexto de una grave crisis económica. En esta etapa, conocida como de «Anarquía Militar», y hasta el ascenso de Diocleciano en el año 284, ocuparon el trono un total de veintiséis emperadores, que eran tan rápidamente proclamados como depuestos (vía asesinato, por lo general) por el ejército.

Nuestra serie empieza con Galieno, que gobernó en solitario entre el 260 al 268 d.C. Estamos en plena crisis del siglo III, con el Imperio a la defensiva, con una gran inestabilidad política y una crisis económica condicionada por la disminución del aporte de esclavos y productos que proporcionaba la expansión romana. Fruto de esta crisis se crearon los Imperios de Palmira y el Imperio Galo, en el año 260 d.C., que no fueron sometidos a la autoridad de Roma hasta el año 272 y 274 d. C. respectivamente.

CLAUDIO

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Galieno. Antoniniano (VE). 275 d.C. 2,5 grs. 19 mm.
Anv.: Busto radiado a la derecha. «GALL(IENVS AVG)».
Rev.: Esperanza estante a izquierda. «SPES PU(BLICA)».

La inflación era enorme, ya que los gastos para mantener el ejército y la administración del Imperio eran inasumibles, y la moneda romana había ido devaluándose para poder asumir los enormes costes. El denario de plata, la moneda romana por antonomasia, mantuvo su valor hasta el 64 d.C., pero a partir de ahí empezó a perder peso en plata. Finalmente, el emperador Caracalla (211-217 d.C.) introdujo el «antoniano» (a raíz del nombre del emperador, Marcus Aurelius Antoninus, Caracalla solo era su seudónimo), cuyo valor se fijaba en dos denarios de plata, a pesar de la pobre cantidad de plata que contenía, lo que provocó que se fuera devaluando paulatinamente. Con Gordiano III (238-244 d.C.) la nueva moneda sustituyó completamente al antiguo denario de plata y, finalmente, se acabó acuñando solo con bronce. Esta devaluación de la moneda agravó aún más la inflación, de manera que empezaron a cobrarse impuestos en especie e incrementó el comercio a través del trueque. Esta situación no acabó hasta que Diocleciano, ya en el s.IV d.C., suspendió el uso del denario y lo sustituyó por el «argenteus», reestructurando la economía y la política monetaria.

CLAUDIO7

Claudio II Gótico. (AE) antoniniano. 268-270 d.C. 3,9 grs. 22mm.
Anv.: Busto radiado a derecha. «IMP C CLAVDIVS—«.
Rev. Figura estante a izquierda, leyenda no visible.

Marco Aurelio Claudio Augusto, general de caballería, dirigió las fuerzas del Imperio en la frontera de Iliria durante los reinados de los emperadores Decio, Valeriano y Galerio. Hizo una brillante carrera militar hasta que el año 268 d.C., tras la conspiración que acabó con la vida de Galieno (en la que se sospecha que estaba implicado también Claudio), fue nombrado como emperador. Empieza una etapa que será conocida como la de los emperadores ilirios, que acabaron salvando el Imperio de una manera casi milagrosa.

CLUDIO10

Claudio II Gótico. Antoniniano (AE). 268-270 d.C. 2,8 grs. 19-20 mm.
Anv.: Busto radiado a derecha. «(I)MP C CLAVDIUS…»
Rev.: Marte en marcha a la derecha. «M(ARS) VLTOR».

El Imperio de Claudio estaba dividido entonces en tres grandes zonas, con el Imperio Galo por un lado y el de Palmira por otro. Claudio intentó unificar de nuevo todos los territorios, pero tuvo que defender las fronteras, asediadas por las tribus bárbaras. Especialmente en los Balcanes la situación era crítica, con la invasión de los Escitas y Godos, que estaban causando enormes estragos. Claudio consiguió derrotarlos en Naisso (el valle de Moravia), y se ganó con esto el título de «Gótico», pero sus exitosas campañas fueron frenadas por su muerte en marzo de 270 d.C.

ANTONINIANO4

268-270 d.C.
Claudio II Gótico. Antoniniano.
Anv.: Busto radiado a derecha.
Rev.: Júpiter estante a izquierda. «IOVI S(TATORI)».
AE. 20 mm. 2,5 grs.

No es raro en este contexto tan inestable de que surgieran muchas «cecas extroficiales» que acuñaron imitaciones de antoninianos. Estas monedas de imitación circularon con total normalidad, siendo muchas de ellas buenas copias de las monedas oficiales. Poco a poco, surgieron imitaciones de peor calidad en el diseño y claramente inferiores en peso y tamaño. Cuando finalmente el emperador Aureliano (270-275 d.C.) consiguió reunificar el Imperio, prohibió la acuñación y circulación de estas monedas, a pesar de lo cual siguieron circulando. Claudio II fue muy querido en Hispania y estas acuñaciones bárbaras son un hallazgo frecuente en la península Ibérica, junto a monedas posteriores. Se acuñaron hasta finales del s. III en cecas locales indeterminadas y según algunos autores, pudieron haberse continuado acuñando en Hispania hasta el comienzo de la dominación visigoda.

CLAUDIO17

Claudio II Gótico. Acuñación bárbara. Antoniniano. S. III-IV d.C. 1,7 grs. 16 mm.
Anv.: Busto radiado a derecha. «…DIO».
Rev.: Figura humana avanzando a izquierda, con mano alzada y cornucopia. Leyendas no visibles.

Estas monedas de imitación, también conocidas como acuñaciones bárbaras. En la serie de Cadímar nos encontramos, junto a un único ejemplar de Galieno, tres monedas oficiales de Claudio II (aunque es difícil a veces de diferenciar de las imitaciones de mejor calidad), y cuatro que son claramente imitaciones del tipo DIVO CLAUDIO (Divino Claudio). La muerte de Claudio II y el creciente desabastecimiento de moneda, parece que afianzó el predominio de estas imitaciones. Estas emisiones de imitación, de hecho, fueron enormemente corrientes en la franja costera mediterránea, síntoma claro de que la actividad monetaria no cesó en esta zona a pesar de la progresiva disminución de la masa monetaria oficial.

ANTONINIANO1

Claudio II Gótico. Posterior al 270 d.C. Imitación local (acuñación bárbara). Antoniniano.
Anv.: Busto radiado a derecha.
Rev.: Altar. «CONSEGRATIO».
AE. 16 mm. 1,7 grs.

ANTONINIANO2

Claudio II Gótico. Posterior al 270 d.C. Imitación local (acuñación bárbara). Antoniniano.
Anv.: Busto radiado a derecha.
Rev.: Altar. «CONSEGRATIO».
AE. 15-16 mm. 1,9 grs.

ANTONINIANO3

Claudio II Gótico. Posterior al 270 d.C. Imitación local (acuñación bárbara). Antoniniano.
Anv.: Busto radiado a derecha.
Rev.: Águila con alas desplegadas. «CONSEGRATIO».
AE. 17 mm. 2,4 grs.

Estas emisiones locales son uno de los fenómenos monetarios más enigmáticos de la época imperial. Se desconoce por qué se eligieron precisamente en las imitaciones unas monedas oficiales póstumas muy concretas de «Consagración».
Incluso Constantino Magno, que intentó legitimar su usurpación del trono autoproclamándose descendiente de Claudio el Gótico, llegó a emitir más monedas divinizando a su pretendido antecesor que a su propio padre, Constancio I.

CONSTANTINO MAGNO9

Constantino Magno. (AE) follis. 330-335 d.C. 2,4 grs. 18 mm.
Constantinopla.
Anv.: Busto diademado a derecha. «CONSTANTINVS MAX AVG».
Rev.: Dos soldados estantes, en medio dos estandartes. «CLORIA EXERC(ITVS)». En exergo: CO…

No hay, en esta serie, monedas pertenecientes al resto de emperadores hasta Constantino Magno. Aureliano consiguió restablecer la unidad territorial del Imperio e inició reformas necesarias para superar la crisis, que continuaron Diocleciano y Constantino, consiguiendo de esta manera que el Imperio resurgiera y pudiera pervivir dos siglos más. Diocleciano, al darse cuenta que un solo emperador no era suficiente para atender todas las necesidades, fundó la tetrarquía, mediante el cual el Imperio fue controlado mediante dos «augustos» y dos «césares» subordinados a ellos, repartiéndose así el control y la administración del Imperio.

CONSTANTINO

Constantino Magno. Medio centenional (AE). 307-337 d.C. 1 gr. 15-16 mm. Nicomedia (Izmit, Turquía).
Anv.: Busto diademado a derecha. «CONSTANTINVS AVG».
Rev.: Dos soldados romanos estantes, portando lanzas y escudos, entre ellos hay un estandarte militar. En exergo: SMNS.

CRISPO19

Crispo. Follis (AE). 320-324 d.C. 3,6 grs. 19 mm.
Anv.: Busto diademado a derecha. «IVL CRISPVS NOB(C)».
Rev.: Corona de laurel con la inscripción VOT/X. Leyendas no visibles.

La serie estudiada de Cadímar presenta dos monedas de Constantino, una de su hijo Crispo y una póstuma (seguramente una imitación). Constantino mantuvo las reformas de Diocleciano, pero durante su reinado tuvo lugar dos hechos fundamentales. En el 313 d.C. declaró la libertad de cultos, momento en el cual el Cristianismo empezó el camino en el que acabaría convirtiéndose en la religión oficial de Roma. Además fundó Constantinopla, que convirtió en capital imperial y relegaba a Roma a ser una ciudad secundaria.

POSTUMACONSTANTINO15

Moneda póstuma a nombre de Constantino Magno, acuñada en tiempos de Constancio II, entre el 337-347 d.C. AE. 1,4 grs. 15 mm.
Anv.: Busto de Constantino velado a derecha, leyenda no visible.
Rev.: Anepígrafa, Le falta la ceca. Constantino llevando las riendas de una cuadriga a derecha, tiende la mano hacia arriba en donde aparece «la mano de Dios» recibiendo al monarca.
Por la falta de la ceca y su tosquedad, sobre todo en el anverso, pudiera ser una imitación local.

Flavio Julio Crispo, hijo de Constantino I y de su esposa Minerva, se destacó desde edades tempranas por su valor militar. Fue nombrado César de Occidente en el año 317 d.C. En el año 326 el emperador Constantino hizo ejecutar a su hijo Crispo por una supuesta relación su madrastra, que resultó ser falsa. Crispo sufrió la «damnatio memoriae», no solo fue ejecutado, además se eliminó todo lo que recordara al condenado.

CONSTANCIO 8

Constancio II. (AE) medio centenional. 347-348 d.C.1,1 grs. 15 mm.
Nicomedia (Izmit, Turquía).
Anv.: Busto diademado a derecha «D N CONSTAN(TIVS PF) AVG».
Rev.: «VOT/XX/MVLT/XXX» dentro de corona de laurel. En exergo: SMNA.

CONSTANCIO11

Constancio II. Medio centenional (AE). 337-361 d.C. 1,8 gras. 15-17 mm.
Anv.: Busto diademado a derecha. «DN CONSTANTIVS PF AVG».
Rev.: Soldado romano lanceando a un jinete bárbaro caído. «(FEL TEMP REPA)RATIO». En exergo: …S.

CONSTANCIO12

Constancio II. medio centenional (AE). 345-347 d.C. 1,6 grs. 13 mm. Arelate (Arles, Francia).
Anv.: Buto a la derecha. Leyendas no visibles.
REv.: Dos Victorias con guirnaldas. En medio anagrama NPE. Leyendas no visibles. En exergo: PARL.

CONSTANCIO15

Constancio II. Medio centenional (AE). 337-361 d.C. 1,9 grs. 15-18 mm. Roma.
Anv.: Busto a la derecha. Leyendas no visibles.
REv.: Seguridad estante a la derecha, apoyada en una columna y con las piernas cruzadas. «(SECU)RITAS REI(PUB )». En exergo: R (Hoja) S.

CONSTANTE13

Constante. Medio centenional (AE). 347-348 d.C. 0,8 grs. 15 mm.
Anv.: Busto a la derecha. «CO(NSTANS) PF AVG».
Rev.: Dos Victorias con guirnaldas. En medio palma «(VICTORIAE)DD AVG(G Q NN)». Cospel faltado.

En la serie de Cadímar nos encontramos con cuatro monedas de Constancio II y una de su hermano Constante. Tras la muerte de Constantino Magno, el Imperio se repartió entre sus hijos Constantino II, Constante y Constancio II. Constancio reinó sobre Constantinopla y todo oriente, mientras que Constante hacía lo propio sobre Italia, África y las provincias ilíricas. Cuando Constantino II murió, toda la parte occidental del Imperio quedó bajo control de Constante, hasta su muerte frente a las tropas del usurpador Magencio. Constancio II acabó derrotando a Magencio en el 351 d.C. En el 353 d.C. Constancio quedaba como soberano único. Constancio emprendió una persecución de los paganos, ordenando la destrucción de todos los templos paganos en un edicto en el 354 d.C. Murió de unas fiebres en Tarsus en el 361 d.C., cuando iba a hacer frente a su césar, Juliano (que sería conocido como el Apóstata), que se alzó en armas y fue proclamado Augusto.

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Valentiniano II. (AE) medio centenional. 383-392 d.C., 1,2 grs. 14 mm.
Siscia (Sisak, Croacia).
Anv.: Busto diademado a derecha. «DN VALENTINIANVS PF AVG».
Rev.: Victoria en marcha a izquierda, portando guirnalda y palma. «VICTORIA AVGGG». En exergo. BSIS.

El último emperador de la Serie es Valentiniano II, en un salto de unos veinte años desde Constancio II, tras Juliano el Apóstata, Joviano y Valentiniano. Valentiniano II fue proclamado emperador a los 4 años por las legiones, compartiendo gobierno con su hermano Graciano. Graciano fue derrotado por el general Mario Máximo, proclamado emperador por sus legiones, que a su vez lo fue por Flavio Teodosio, Augusto del Imperio nombrado por Graciano. Teodosio, que sería el próximo emperador, dividiría el Imperio entre sus dos hijos y esta división fue ya definitiva.

FOLLIS16

¿?Follis (AE). S.IV d.C. 2,7 grs 17,5-19 mm.
Anv.: Busto a la izquierda, con lanza y escudo. Leyendas no visibles.
Rev.: Dos cautivos asentados bajo estandarte. En estandarte VOT / XX. «(VIRTUS EX)ERCIT)».

BRONCE20

¿? Pequeño bronce. S.III.- IV d.C. 2 grs. 15 mm.
Anv.: Busto diademado a derecha. Leyendas no visibles.
Rev.: Figura femenina avanzando a izquierda. Leyendas no visibles.

CONSTA21

¿?. Pequeño bronce. S.III-IV. 2 grs. 15 mm.
Anv.: Busto diademado a derecha. «CONSTA…»
Rev.: Frustro.

Tres de las monedas no han podido ser asignadas a ningún emperador, aunque pertenecen al periodo estudiado entre los siglos III y IV d.C.

Y aquí acaba este pequeño repaso histórico en que respecta a Cadímar. Espero que algún día las la autoridades pertinentes, sean las que sean, se decidan a facilitar la excavación arqueológica de lo que queda de Cadímar (la necrópolis, como ya comenté, fue arrasada) para que pueda ser visitada. Una parte de este yacimiento sacada a la luz durante la excavación de urgencia fue mostrada a algunos afortunados visitantes, y parecía que de alguna manera estudiarían y dejarían restos para su exposición, pero no ha sido así. Pasado un tiempo, todo está igual de abandonado que siempre.

Estudio de varias fracciones de dirhem de Los Gallardos

Volvemos a tratar en este post al tan fascinante como poco conocido del tema de la numismática del periodo hispanomusulmán.

En este caso vamos hablar de 4 curiosas fracciones de dirhem aparecidas en Los Gallardos. Cabe decir que han llegado a mis oídos historias sobre varios hallazgos casuales de monedas de este periodo, como la historia sobre el hallazgo de un «tesorillo» en Bédar durante la construcción de una casa, o también el hallazgo de lo que parece (por la descripción) un dírhem califal. Estos hallazgos no son excepcionales, por lo que no hay motivos para no creer estas historias. Según cuentan, el «tesorillo» de Bédar fue vendido en su totalidad (lo que cabría esperar), y el supuesto dírhem califal, encontrado entre las piedras de un caballón, acabó siendo pulido para resaltar el brillo de la plata y ser utilizado como colgante.

Antes de seguir, comentar que cuando nos referimos a un «tesorillo» hablamos de un ocultamiento de moneda en momentos de dificultad (guerras, inestabilidad política…), en vasijas y escondidas en los muros de las casas u otros lugares. Se escondían con la idea de poder recuperarlos una vez la situación se calmase, pero a veces nunca se recuperaban. Estos ocultamientos solían ser monometálicos (plata u oro), por lo que es difícil que encontremos en ellos monedas de cobre (feluses).

En este tipo de monedas, cuando nos referimos a «fragmentos» no hacemos referencia a monedas rotas. Lo que importaba era el peso de la plata, por lo que se recortaban para alcanzar el peso necesario para las transacciones. De ahí que la presencia de muchas monedas fragmentadas en un tesorillo, por poner un ejemplo, nos indica que circuló bastante.

Antes de pasar a hablar de los fragmentos de dirhem, he de comentar que no se trata de un «tesorillo» ni formaban parte de él que sepamos. Solo se trata de hallazgos causales en terrenos de labor en Los Gallardos. Eso sí, se sabe que se encontraron en terrenos más o menos cercanos. Casi todos forman parte de una colección particular, clasificadas como fragmentos de poco valor. Hemos podido acceder a ellos y pesarlos (algo importante en estos casos) para ver de qué se trataba.

Para no alargar mucho el post, pasaremos a mostrar los ejemplares. Tengo que decir que una de ellas es excepcionalmente rara por los datos que aporta, pero en todo lo comentaríamos a posteriori si a alguien realmente le interesa saber más. Las monedas han sido estudiadas por un experto en numismática con bastante experiencia en este tipo de monedas. Como me han gustado las anotaciones que me ha pasado al respecto, me limitaré a reproducirlas aquí. No quiero dejar de recordar que quien haya encontrado y guarde monedas de este tipo, puede enviarnos imágenes para poder estudiarlas, indicando la zona (aproximada) de aparición y a ser posible el peso, unos datos especialmente valiosos.

Vamos a ver los ejemplares, incluyen una imagen con el ejemplar (dibujado para apreciar mejor los detalles) y las anotaciones y explicaciones del experto, que no tienen desperdicio:

hissemhissemestudio

abderramanAbderramanexplica

AlNasirnasir

sumadihsumadihexplica

Por supuesto, quien quiera aportar datos, rectificar u opinar al respecto, es muy libre de hacerlo. ¿Sabe alguien el significado de encontrar un dirhem acuñado solo a nombre de «Al Nasir» en Los Gallardos?

 

Numismática Bédar (2): el 1/2 dirham de plata nazarí

Seguimos con una segunda parte sobre numismática.

Ya sé que hace tiempo que no doy otras noticias más «actuales» pero, sinceramente, no hay muchas noticias que dar. Las fiestas transcurrieron dentro de lo esperado. También ha llovido mucho estos días (que falta hacía), por suerte sin que se produjeran desperfectos por el agua como otras veces. Por otro lado, se reiniciaron las conversaciones (o reuniones, o lo que sea) con los propietarios afectados por el proyecto de la urbanización en la Meseta que ya comenté anteriormente… vistos los resultados, tengo dudas muy serias sobre la viabilidad de volver a los viejos tiempos en los que se construían casas y urbanizaciones como si nada. ¿Es que no hemos aprendido nada de lo que ha pasado?

Y hablando sobre urbanizaciones, en algo sí que somos los número 1… concretamente en parcelas sin ningún uso concreto. Concretamente, el 87% de las parcelas del término municipal del pueblo no se usan para ningún tipo de actividad, ni agrícola, ni industrial ni urbano. Nos sigue de cerca Turre (83%) y a más distancia Garrucha (75%). Lo que yo decía, campeones en no hacer nada. Además, sospecho que la mayor parte del 13% que sí tiene un uso, es urbano. Igual con la nueva urbanización de la Meseta llegamos al 15%. Lean si quieren la noticia aquí:

http://www.elalmeria.es/article/almeria/1856429/mas/territorio/provincial/son/parcelas/sin/ningun/uso/concreto.html

Pero vayamos al tema que nos ocupa. Siguiendo el anterior post, sobre maravedís resellados del siglo XVII, veremos ahora tres ejemplos de 1/2 dirham de época nazarí. Tampoco son piezas de especial interés numismático, pero conocemos su procedencia, algo que lo que carecen casi todas las monedas que circulan entre los coleccionistas. Éstas proceden de Bédar, y más concretamente de Serena, población independiente de la de Bédar en época nazarí.

Aunque parezca increíble, las tres monedas pertenecen a un mismo tipo, descrito en la obra de Medina como nº 266, medio dirham de plata de 14 mm y 0,84 gramos de peso. Las leyendas que portaban eran éstas:

epigrafía

Podían tener diversas cecas (lugar donde se fabricaban), la más frecuente Granada, pero también Guadix, Almería y Ceuta. No tenían fecha ni se indicaba por qué rey nazarí fueron acuñadas.

NAZARI1

El ejemplar de mejor calidad y mas cercano al «estándar» que se recoge en la obra de Medina. Se leen bien la primera línea, bastante mal la segunda y la tercera es ilegible (precisamente donde estaba la ceca). No es que esté muy desgastada, seguramente no se leyó nunca por una mala acuñación. La moneda está perforada, se cree que para ser utilizada como amuleto por las leyendas religiosas que generalmente portaban estas monedas. Eso pudo haber reducido algo el peso en plata total de la moneda, que era lo que daba realmente el valor. Peso 0,73 gr, 13 mm.

Destaca la mala factura de estas monedas, muy descentradas, mal acuñadas, mal recortadas y algunas con una plata que parece contener algo de cobre. No es de extrañar, los últimos periodos del reino nazarí fueron de todo menos fáciles. El felus (divisor de cobre) aparecido con estas monedas de plata nos ayuda a situarnos en el contexto histórico. Estos felus solían llevar la fecha en una de sus caras y, a pesar del mal estado de conservación, en el de Serena se observa claramente parte de la fecha: 879 de la Hégira, lo que equivale al 1474 dC. Ésto nos situa en la última época del reino nazarí, bajo el reinado de Ab? al-Hasan ‘Ali ben Saad (Mulhacén). Fue una época de razzias y guerras de frontera, en la que Bédar llegó a ser ocupada por tropas cristianas durante un periodo de tiempo y tuvo que convivir con una Serena todavía musulmana, antes de ser recuperada de nuevo por las tropas nazarís.

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Se trata de 1/2 de plata, roto por la mitad (seguramente al intentar perforarla con un punzón). Se pueden leer parcialente las dos primeras líneas del texto, lo que permite su clasificación. Peso 0,26 gr (muy inferior, al estar rota), 11-13 mm).

NAZARI3

Ésta es la más rara de los tres ejemplares. Se pueden leer las tres líneas de texto por ambas caras, pero parcialmente, lo cual parece ser debido más a una mala acuñación que a desgaste. Presenta una sola perforación, puede que con un estilete. En el texto se puede seguir el indicado por Medina en su catálogo, pero en la ceca no parece que se trate de la de Granada. La «oI» que se ve en la ceca podría indicar que se trata de la de Almería. Destaca también una extraña grafía (imagen de la derecha, abajo a la izquierda)que no parece una letra, más bien un dibujo esquemático. Peso 0,74 gr, 11×17 mm.

Numismatica Bédar: resellos

Tocaremos hoy un tema bastante poco conocido por la gente en general, en lo que concierte a hallazgos numismáticos. Cabe decir que no se trata de piezas muy consideradas hasta el momento (numismáticamente hablando), pero es indudable su interés como reflejo de un periodo muy determinado.

Nos basaremos en dos piezas numismáticas halladas, cómo no, en Bédar. Es muy posible que alguno de los lectores haya visto, o incluso encontrado, alguna de estas monedas en algún bancal o tras algún movimiento de terrenos.

Los resellos o contramarcas se han utilizado con mucha frecuencia, por motivos muy variados: para certificar la autenticidad, alterar el valor nominal, dar validez legal…

En España, en los territorios dependientes de la Corona de Castilla, son conocidos los resellos sobre la moneda de vellón (cobre y plata) que circuló en el siglo XVII, durante los reinados de Felipe III y Felipe IV. Estos resellos son el reflejo de los apuros económicos que sufría un Estado acosado por las deudas.

En 1586, en tiempos de Felipe II, comenzaron a producirse monedas en una nueva ceca en Segovia, en el conocido como «el Ingenio». Con esta moderna maquinaria, a base de molinos hidráulicos, se producían monedas más perfectas que las realizadas a martillo, sistema que se mantuvo en el resto de cecas. Las monedas de vellón que se emitían cada vez contenían más cobre y menos plata, llegando a producirse monedas únicamente de cobre.

Felipe III heredó de su predecesor una situación financiera ruinosa, por lo que tuvo que seguir con las emisiones de baja ley. Sin embargo no fue suficiente con eso, también se procedió a reducir el tamaño y peso de las piezas en 1602. Debido a esto, la moneda anterior era más valiosa, y se procedió al resellado de las mismas para aumentar su valor. Las de dos maravedís pasaron a valer cuatro y las de cuatro, ocho. Esto se llevó a cabo no sin muchas protestas, pues se entregaba moneda vieja de vellón a cambio de moneda sin ley y de peso más reducido.

Los problemas financieros continuaron, de manera que continuaron estas manipulaciones monetarias durante el resto del reinado de Felipe III y el de su sucesor, Felipe IV. De esta manera las monedas se sellaron y resellaron en diversas ocasiones (1642, 1643, 1651, 1654…) en un caos monetario que llevó a que algunas monedas quedaran totalmente desfiguradas por los diversos sellos.

En no pocas localidades es frecuente encontrar «resellos» de este tipo. Teniendo en cuenta que cada resello se aplicó a unas monedas concretas y años concretos, y dado que muchos resellos llevaban la fecha y la ceca, son sin duda monedas de gran interés para estudiar esta convulsa época. Los resellos podían ser en solo una cara de la moneda o en ambas.

Veamos, pues, los ejemplos de Bédar y los datos que obtenemos de ellos:

FELIPEIII

Esta moneda fue hallada en los terrenos de cultivo cercanos a Bédar, posiblemente en el pago de Jamontar. Se trata de una moneda de buena factura, lo que nos dice que fue fabricada en «el Ingenio» de Segovia. Esta bonita pieza tiene la característica de que se puede ver la moneda «base», a pesar de los resellos, y podemos comprobar que se trata de una moneda de dos maravedís de Felipe III (Philippvs III) de 1601. En cuanto a los resellos, observamos claramente un resello de cuatro maravedís (IIII) y otro de seis (VI). Sabemos que resellos con un IIII se hicieron en los años 1603 (con una corona en la parte superior y la inicial de la ceca debajo) y 1654-5 (llevaba estampado en la parte posterior la fecha). Por la falta de algunos elementos, no sabemos de cual de los dos «IIII» se trata, la ausencia del sello posterior parece indicar que es de 1603, aunque parece que el de «IIII» se superpone a la de «VI». Por otro lado, el resello de VI es más claro, con punto superior y ceca -G- de Granada, con su correspondiente resello posterior que debería indicar un «1641» coronado (se aprecian solo la corona, el primer 1 y parte del 6).

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La segunda moneda que vamos a comentar fue hallada en un bancal junto a la «Pecera» (para quien no sea de Bédar, se encuentra más o menos por la Balsa Alta, por encima del pueblo):

MARCA8

Se trata de una moneda acuñada a martillo (tosca y con bordes irregulares). Presenta tantos resellos y está tan desgastada que no se aprecia nada de la moneda original. En una de su caras se ve claramente un resello de ocho maravedís (número arábigo). La otra cara es completamente caótica y solo se distingue un resello «VI» y otra vez un «8». Este «8» se aplicó en diversas monedas durante los años 1651-2.

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Es decir, se trata de monedas que circularon por Bédar al menos entre 1641 y 1652 (en adelante). Es una fecha posterior a la expulsión de los moriscos tras la guerra y tras el tardío repartimiento de Bédar y Serena (1575). Sin embargo eran tiempos muy difíciles, la repoblación de Bédar y Serena no fue fácil a causa de la gran inseguridad que reinaba en la zona y el miedo a los ataques de los piratas berberiscos. Según se informa en el asiento para la explotación de las minas de plomo del Pinar de Bédar (desde 1613), cuyo mineral se llevaba a Bédar para ser lavado y fundido, se indica claramente que Bédar estaba despoblada: se llevan los metales á media legua dellas á un despoblado que llaman de Bedar, donde hay abundancia de agua para las fundiciones y lavaderos. Estas minas estuvieron activas, al menos, hasta 1629.

Se trataría, pues, del numerario utilizado por los primeros repobladores de Bédar…

Animo a quien haya encontrado y tenga monedas con estas extrañas marcas que se anime a investigarlas

Numismatica

Son pocas, pero se podría decir que son las primeras monedas de origen hispanomusulman que se han estudiado mínimamente y que se conoce a ciencia cierta que proceden de Bédar.

Quizás tengan escaso valor desde el punto de vista de un coleccionista, pero al menos sabemos su procedencia, al contrario de muchas de las piezas de colección, lo cual les quita mucho de su valor histórico.

He podido examinar y fotografiar estas piezas en concreto y, con la ayuda de un coleccionista con experiencia, he intentado clasificarlas. Es por eso que, como siempre digo, esta información se ha de tomar con todas las reservas posibles, y si alguien cree que puede aportar nueva información o corregir los datos que ofrecemos, estaremos encantados en hacer las rectificaciones oportunas. De la misma manera, si alguien ha encontrado monedas de este tipo por la zona y quiere que le echemos un «vistazo», estaremos encantados. Con unas buenas fotografías, las medidas de la pieza y el peso (a ser posible) sería suficiente.

No sorprende que todas sean de la época del reino de Granada, están bien documentadas las poblaciones de Bédar y Serena durante esta época. En primer lugar, tenemos dos medios dirhem cuadrados de plata «tipo almohade». Por el color verdoso que presentan, debía de tratarse de plata con cierta cantidad de cobre. Una de ellas está recortada, pues era habitual en la época obtener moneda «fraccionaria» de esta manera. La otra, que se encuentra en mal estado y las leyendas prácticamente ilegibles, presenta dos perforaciones por haber sido utilizada con fines decorativos.

DIRHEM

El ejemplar más curioso es el que presentamos a continuación. Se trata de un medio dirhem de plata, con leyendas parcialmente legibles en ambas caras. Destaca la tosquedad de la pieza, mal acuñada y muy irregular. En el lugar donde se indica habitualmente el lugar de fabricación (ceca), se pueden observar las letras «LM» (leído de derecha a izquierda), por lo que se cree que es de la ceca de Almería (al-Mariyya). También está perforada para su utilización como adorno.

MONEDA SERENA3

Lo que viene a continuación es un felus (moneda de cobre). Estas monedas son interesantes porque solían poner la fecha por uno de los lados, y aunque este ejemplar está en mal estado y solo se ve algo por una de las caras. Por fortuna lo que se puede leer (aunque con dificultad) es precisamente parte de la fecha, lo que permite saber que indicaba «nueve y setenta y ochocientos», es decir, el 879 de la Hégira, o lo que es lo mismo, el año de 1474 d.C.

FELUS

Tendrán muy poco valor económico, sin duda, pero son muy valiosas desde el punto de vista de la historia de Bédar.