De entrada, hemos de suponer que se trata de material suministrado también por la casa Humboldt. Siempre se instalaban en diferentes pisos, de manera que facilitara el transporte de un piso a otro, sin tener que dedicar esfuerzos a subir el mineral para seguir las diferentes fases del lavado. El mineral llegaba directamente a la estación por medio de una vía procedente del Socavón Reforma y, seguramente, de otro socavón que tenemos localizado en la zona y que disponía también de una vía que conectaba con el complejo. En la fotografía de Rodrigo observamos claramente que se trata de un ferrocarril de sangre, es decir, las vagonetas eran arrastradas por mulas por la vía. La vagoneta es muy curiosa, seguramente una de los varios tipos de vagonetas especiales mencionados por Dietrichson. Ésta, en concreto, se trata de una vagoneta muy corta y de descarga frontal.
El mineral era tratado en el piso superior dle lavadero, el mineral se lanzaba por un resbaladero hasta la plataforma en la que observamos a varios operarios, algunos apoyándose en alguna herramienta con mango. En este lugar el mineral debía ser machacado de forma manual, pues no se observa maquinaria de triturado.
Toda la maquinaria es movida por una sola locomóvil, instalada bajo un techo. Las locomóviles no eran más que máquinas de vapor portátiles. Disponían de ruedas para poder llevarlas allí donde hicieran falta (normalmente arrastradas por bueyes) y, una vez llegada al lugar de destino, se desmontaban las ruedas y se instalaba sobre una plataforma). En este caso, vemos la locomóvil instalada. Ésta mueve un árbol de poleas instalado sobre un muro elevado que servía de eje motor a todas las máquinas del lavadero.
En el mismo piso nos encontramos con dos máquinas identificadas como dos trómeles, accionados por la locomóvil descrita. No sorprende la presencia de trómeles, en el Lavadero Grande también se utilizaban y su presencia refuerza la idea de que se trataba de maquinaria suministrada por la casa Humbodlt, pues estaban especializados en este tipo de maquinaria. Sobre el terreno hemos encontrado fragmentos recortados de criba de 1 mm, procedentes sin duda de estos trómeles. Tal y como comenta Dietrichson, el diámetro más pequeño de las perforaciones de los trómeles del Lavadero Grande eran precisamente de 1 mm. El «Schlamm» resultante de este primer lavado, pasaba al piso inferior, por otro resbaladero que se aprecia perfectamente en la fotografía. En este piso inferior nos encontramos con tres tipos de maquinaria muy diferentes: cribas cartageneras, Round-buddles mecanizados y una inmensa criba mecanizada oscilante. Con la criba oscilante y las cribas cartageneras se lavaba el Schlamm, aunque desconocemos los criterior y/o indicaciones de una u otra máquina, es muy posible que dependiera del tamaño del mineral lavado. Lo que sí que está claro es que el mineral procedente de las cribas y de la criba oscilante, los «lodos», eran lavados por última vez en los round-buddles, para aprovechar así hasta las más ínfimas partículas de galena, obteniendo un barro de mineral. Para observar las diferentes partes de la criba oscilante mecanizada, precisamos de una ampliación coloreada:
Estas cribas oscilantes estaban compuestas por unos ejes móviles accionadas por poleas, que hacían oscilar las cribas con el mineral inmersas en un gran recipiente de agua. El movimiento que imprimían a las cribas suspendidas permitía separar el mineral, al ser más densa la galena que la caliza acompañante. Las cribas cartageneras funcionaban con el mismo mecanismo, pero en este caso la criba suspendida en un cajón de agua era accionada por una gran palanca que accionaba un operario y que observamos claramente en la fotografía. Estos operarios accionaban la palanca con movimientos cortos y bruscos, permitiendo separar de la misma manera la densa y pesada galena de la roca acompañante. En la fotografía coloreada vemos que la criba oscilante de Reforma era bastante grande y provista de tres ejes. Un sistema de poleas y correas movían los ejes del mecanismo (en amarillo, incluidos los soportes de las cribas), mientras que un sistema de distribución (azul claro) permitiría llevar el mineral hasta las cribas. Por un mecanismo que desconocemos, el mineral lavado podía ser extraído por los laterales de la máquina, donde observamos dos curiosas estructuras (en azul claro). Alrededor, vemos varias espuertas llenas y una montañita de mineral lavado.
Desgraciadamente no ha quedado resto alguno de ninguna de estas máquinas, lo cual es normal, pues al ser desinstaladas no quedaría absolutamente nada. Sin embargo no pasa lo mismo con los round-buddles. Los round-buddles se utilizaban para lavar el mineral que quedaba todavía en el rechazo de las cribas suspendidas. Este rechazo, una especie de lodo, contenía todavía partículas diminutas de galena. El round-buddle constaba de una superficie cónica con una inclinación muy específica por la que se iba lanzando el lodo con galena. De esta manera, y ayudado por unos cepillos giratorios que ayudaban a distribuir bien la capa de ganga y mineral, la galena, más densa, se quedaba más cerca del vértice del cono que no la roca caliza, que al ser más ligera era arrastrada hacia la periferia. El eje giratorio era accionado, como no, por medio de correas conectadas con el árbol motor principal, como se observa sin muchas dificultades. Observamos una batería de round-buddles en los que se distinque el depósito y canal de distribución (en rosa) donde se depositaban los lodos a lavar y que eran conducidos al vértice del cono de la plataforma (en azul). Un caballete (en amarillo) sujetaba el eje principal que accionaba el eje rotatorio y los cepillos. Vemos claramente como las correas motrices se dirigen hacia unas poleas dispuestas en un costado de los caballetes de cada uno de los round-buddles. La plataforma y la inclinación de la plataforma estaban estudiadas específicamente para poder separar de manera óptima el mineral, de manera que las plataformas tenían que ser de, exactamente, 4 metros.
De estos round-buddles quedan todavía las plataformas cónicas, como se ve en la imagen, que eran de mortero de cal. Vemos las costillas utilizadas para la construcción de la plataforma, partiendo del vértice de la misma, donde queda el agujero donde se articulaba el eje rotatorio. El diametro es, como no podÃa ser de otra forma, de 4 metros justos. Finalmente, el rechado procedente de los round buddles, era llevado en vagonetas hacia el vaciadero. El agua utilizado por las máquinas se suministraba por una serie de tuberías que se observan también en la fotografía. El agua seguramente procedía del pozo Bomba. Como no abundaba, el agua era reciclado, al igual que se hacía en el Lavadero Grande. Así vemos unas «piscinas», de las que todavía quedan algunos restos sobre el terreno, donde se recogía el agua que pasaba por las máquinas, para poder ser reutilizado de nuevo.
En la imagen, balsa de recogida de agua y vía con vagoneta para el material de rechazo.