Reconstrucción de los hornos de la fundición Carmelita (Villaricos, Cuevas del Almanzora)

Volvemos al interesante asunto de las fundiciones de plata y plomo del siglo XIX y prinicipios del XX en el Levante almeriense, y que tratamos en profundidad en la obra «Atlas ilustrado de fundiciones del Levante almeriense», que se puede adquirir por Amazon.

Horno de manga de la fundición Carmelita según las descripciones y planos de Saglio, en 1848. El horno, construido en ladrillo, disponía de una rampa anterior por la que se deslizaban las escorias (las «gachas»), mientras que el plomo líquido se depositaba en una pequeña cubeta lateral a la rampa, por medio de un orificio conocido domo «bigote». El aire se inyectaba por la parte trasera, procedente de unos grandes fuelles llamados «pavas», accionados por mulas. La carga del mineral calcinado y el combustible (carbón destilado o coque) se efectuaba por la parte superior trasera, a la que se accedía por una escaleras que daba acceso a una plataforma de carga. Los humos se evacuaban por la parte superior, que se conectaba a una serie de galerías de condensación que conducirían los tóxicos humos hasta la chimenea, alejada convenientemente de las instalaciones. La construcción era especialmente esmerada, las instalaciones contaban con artísticos arcos y columnas, todo un lujo para una instalación de este tipo, que denota los grandes beneficios que estaban recibiendo todos los socios de la mina Virgen del Carmen del Jaroso.

Una de las fundiciones más icónicas es la de Carmelita, ubicada en Villaricos, instalada por los socios de la mítica mina de plata Virgen del Carmen, en el barranco Jaroso de sierra Almagrera, la primera en la que se llegó al celebérrimo filón de plomo argentífero. Al igual que su contemporánea, la fundición San Ramón de Garrucha, instalada por los socios de la mina Observación, los afortunados socios de la Virgen del Carmen también instalaron una fundición para el tratamiento de sus minerales en 1842. El lugar elegido fue Villaricos, ocupando los terrenos que hoy ocupa el barrio del Carmen, sobre los restos de la antigua ciudad púnico-romana de Baria. De esta fundición tan solo quedan algunos tramos de las galerías de condensación de humos, además del nombre del barrio y de la calle que lo cruza, la calle del Carmen.

En 1848 fue visitada por Saglio, quien nos legó unas precisas descripciones de las instalaciones, del funcionamiento y también algunos planos, que han sido vitales para reconstruir cómo era esta fundición. Saglio nos indica que los acaudalados socios de Carmen habían instalado una fundición con cierto lujo, los hornos principales eran sólidos y las instalaciones contaban con arcos y columnas. Se trataba de los hornos conocidos como de manga, diseñados para obtener el plomo metálico de los minerales calcinados, cuya primera porción contenía toda la plata, que se extraía en unos hornos especiales llamados copelas. La fundición disponía de algunos adelantos de la época, especialmente un bocarte de triturado de mineral movido por una máquina de vapor. En 1848, sin embargo, los 5 hornos de manga de los que disponía la fundición eran ventilados por un gran fuelle (conocido como «pava») movido por mulas.

Así acabaron la casi totalidad de los algo más de una docena de lingotes de Carmelita recuperados de los restos del vapor holandés Grete, hundido por un submarino inglés en 1943. Lo vemos en una caja de anillas de plomo de redes de pesca rotos, listos para ser reciclados y reutilizar el plomo para fabricar nuevas anillas. El fundidor que se encargaba de estas labores, en Vinaroz, comenta lo difícil que era fundir estos lingotes, ya que no era un plomo puro. Lo que no sabía es que la impureza era de plata.

Los detallados planos de Saglio nos permiten reconstruir, artísticamente, como era el mítico horno de la no menos mítica fundición Carmen (o Carmelita). Curiosamente, varios lingotes de esta fundición fueron localizados en un pecio cerca del cabo Oropesa, en Castellón, lo que no deja de ser un misterio visto el barco en el que se descubrieron (un barco holandés hundido por un submarino inglés en 1943).

Para más información, pueden consultar toda la historia de esta fundición, y todas las demás de la zona, en el mencionado atlas ilustrado de fundiciones, de venta en Amazon.

Nuevos aportes a la historia del descubrimiento del filón de plomo argentífero en Sierra Almagrera en 1839

Ha salido en número 4 de la revista REAL, la Revista de Estudios Almeriense, correspondiente al primer semestre del presente año 2023 (se puede acceder pulsando sobre la imagen). En este número se publica un artículo de investigación sobre uno de los hitos históricos del Levante: el descubrimiento del filón de galena argentífera del barranco Jaroso de Sierra Almagrera (Cuevas del Almanzora).

Mucho se ha escrito sobre este acontecimiento histórico, y seguramente se escribirá todavía mucho más. En este caso, el artículo realiza un repaso a las fuentes originarias en busca de los datos más objetivos sobre el descubriento del famoso filón de plata (archivos históricos, protocolos notariales, registros de concesiones mineras, etc.) sin olvidar la historias que empezaron a gestarse, desde casi el mismo momento del descubrimiento. Se hace un repaso a los pioneros que participaron en los hechos en ese inicio del año 1839 y se comentan, como no podría ser de otra forma, las historias más conocidas que se generaron a raíz del descubrimiento como son la del Perdigón y otras que no lo son tanto como la de Pedro Valentín de Rosa. En la actual exposición que se celebra en Vera (hasta el 7 de mayo) se expone la mítica barrena que según la familia utilizó Pedro Valentín de Rosa para el descubrimiento del famoso filón.

El artículo incluye una recopilación de datos históricos precedentes al hallazgo, en la que hay una pequeña sorpresa en lo que respecta a la historia minera de Bédar, pues la fecha hasta ahora establecida como inicio de la minería moderna en el Pinar de Bédar en 1843 (inicialmente se consideraba que era 1846) ha de establecerse hoy en día en la década de 1820 a cargo de Emiliano Mc Donnell.

El tesorillo nazarí de Serena (Bédar)

Esperando aligerar este duro periodo de confinamiento y deseando que acabe cuanto antes, hoy presentamos en exclusiva un estudio preliminar tras un arduo trabajo de localización, estudio e identificación de un conjunto monetal de época hispano-musulmana encontrado en la pedanía de Serena (Bédar), que constituía en época nazarí una población independiente.

Se trata de un conjunto de, al menos, 13 piezas, aunque sospechamos que pudieron ser más, en un espacio de terreno que hemos considerado de aproximadamente de 6 x 6 metros, por lo que suponemos que se trata de parte de un tesorillo, o depósito cerrado, que se puso de manifiesto tras la realización de unas pequeñas excavaciones en una fecha que no podemos determinar con seguridad pero anterior, en todo caso, a 1990.

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Serena (Bédar)

Tras tener constancia de un primer ejemplar en 2004, seguimos la pista hasta poder documentar un total de 13 ejemplares que proceden, con poco margen de dudas, del mismo y limitado espacio indicado. Aunque el número parece escaso por el momento, procedemos a dar la exclusiva, con información provisional y animamos a quien haya podido tener conocimiento de este hallazgo, o posea algún ejemplar, que se ponga en contacto con nostros para poder documentarlo y aumentar nuestro conocimiento del mismo.

Un tesorillo no es más que una serie de piezas reunidas de forma intencionada y que, por algún motivo, fueron escondidas por su dueño, que nunca llegaría a recuperarlas. El tesorillo más cercano es sin duda el del Tiján, en Turre, con 377 piezas de plata de época califal, conservadas en una colección particular y que se encontraron dispersas en un espacio de unos 4 x 4 metros. El tesorillo más cercano de moneda nazarí es el hallado en Cuevas del Almanzora, con un total de 134 monedas de plata de época datada entre 1465-1485. Otro cercano es el de Lucainena de las Torres, hallado en 1948 en una vasija, con cerca de 2.000 dirhames de época almohade, de las cuales solo pudieron recuperarse tres doblas, un fragmento y unos doscientos dirhames, habiéndose repartido el resto entre vecinos y tratantes del mercado que se encontraban allí en el momento del hallazgo. Otro tesorillo de época de taifas fue hallado en río Alcaide, en Vélez Blanco, de 190 monedas, fechado entre el 1040 y el 1041/2, con monedas de vellón de las taifas de Almería, Denia y Toledo. Otro tesorillo de 692 monedas de platas de época almohade fue descubierto por unos obreros en un desmonte de la construcción de la carretera que une Pechina con Rioja.

 

SOBRINAS, BÉDAR. LA SERENA. - YouTube

Fuente pública de Serena

 

Aunque nuestro tesorillo parece irrisorio si lo comparamos con los anteriormente mencionados, creemos que puede ser interesante para el conocimiento de la circulación monetaria en ambientes rurales del sureste andalusí, con la ventaja de conocer exactamente de donde proceden, lo que no es ni mucho menos habitual. Al menos, esperamos, resultará interesante a los vecinos de Bédar y Serena, como parte de su historia. Posteriormente lo completaremos con otra serie de piezas que hemos podido estudiar procedentes de Los Gallardos.

Veamos, uno por uno, los ejemplares estudiados. Nos ayudaremos con dibujos, pues dado el estado de varias de ellas, facilitará apreciar las leyendas:

dinr5

Nº 1. Fracción de 1/2 dirham de ‘Alī ibn Sa’ad (Abū al-Hasan ‘Alī, conocido como Muley Hacén o Mulhacén, 1464–1485) de 0,19 gramos de plata. Medina n.º 263. Es a destacar que el recorte de este medio dirham es muy cuidadoso y parece que con la intención de conservar una parte de las leyendas religiosas.

Leyendas (las leyendas que se indican entre paréntesis están fuera del cospel por recorte):

IA (izquierda): (No dios sino) / Dios, Mahoma / enviado de Dios

IIA (derecha): (Siervo de D)ios ‘Alī / (Al-Gaih) Bīllāh / Granada

 

medir2

Nº 2. Medio dirham anónimo del reino nazarí de Granada de 0,73 gramos de plata, Medina n.º 266 (Vives n.º 2197) Datada entre el 1238-1492.  Presenta dos perforaciones.

En cuanto a las leyendas, este tipo de dirham llevaba únicamente leyendas religiosas, de las que en este ejemplar se pueden ver la primera línea y la segunda parcialmente (IA izquierda y IIA derecha, respectivamente, por lo que la ceca no es visible en nuestro ejemplar:

dirhem nazari

Las monedas de plata nazaríes no llevan fecha y tan solo el nombre del emir con Muḥammad I (1230–1273), después son anónimas y no vuelven a tener el nombre del sultán hasta ‘Alī ibn Sa’ad (1464–1485) y Muḥammad XIII. Es por este motivo que este tipo de dirham no es útil para estimar muy precisamente la fecha, ya que se emitieron desde 1238 hasta 1492. De los 4 medios dirham anónimos descritos en Serena, es el de mejor factura, a pesar de que la acuñación es defectuosa.

 

medio

Nº 3. 1/2 dirham. A diferencia de la anterior la acuñación es más descuidada y la escritura más tosca y con ceca de Almería (Medina nº. 266 d). Es de vellón de 0,78 grs. Presenta una grieta, al parecer por el intento fallido de perforarla.

Las leyendas, que se ven parcialmente, son las siguientes en IA (izquierda) y IIA (derecha):

ALMERIA

Parece que las emisiones con ceca de Almería eran de peor calidad que las de Granada. en este ejmplar se puede apreciar además parte de la grafila de otro cuño en IIA (derecha.)

 

medir1

Nº 4. Fragmento de 1/2 dirham de plata de 0,26 gr de peso. Se pueden leer parcialmente las dos primeras líneas del texto, lo que permite su clasificación aunque la ceca no es visible. Presenta una única perforación que ha agrietado la pieza.

 

dir4

Nº 5. Fragmento de 1/2 dirham de vellón de 0,73 gr de peso de acuñación descuidada, con escritura tosca y con ceca de Almería, del mismo tipo que la nº. 3 pero más tosca. Presenta igualmente una perforación que parece haber sido hecha con un estilete.

 

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N.º 6. 1/4 de dirham de plata de 0,38 gramos del reino nazarí de Granada (Medina n.º 269). Son tres los ejemplares de este tipo y de los tres éste es el que presenta una escritura menos tosca y una mejor acuñación a pesar de lo irregular del cospel. Se trata del tipo «almohade» o «rombo» con la datación entre 1238-1492.

Las leyendas son como siguen:

c

La ceca se encuentra en las esquinas que delimita el rombo, se trata también de monedas anónimas sin fecha.

 

medir3

N.º 7. 1/4 de dirham de vellón de 0,38 gramos del reino nazarí de Granada tipo rombo (Medina n.º 269). La escritura es tosca si se compara con la anterior (aunque lleva las mismas leyendas) y la plata es de menos calidad, pues contiene cobre (vellón.) Presenta dos perforaciones, lo que es remarcable para una moneda tan pequeña.

 

cuarto2

N.º 8. Fragmento de 1/4 de dirham de vellón del que no disponemos del peso. Por el tamaño se trata con toda seguridad de un 1/4 de dirham tipo rombo (Medina n.º 269.)

 

almoh

N.º 9. Esta  pieza es una de las más sorprendentes de todo el conjunto. Se trata de un dirham incompleto almohade de plata de Abd al Mu’min ben Alī de 0,24 gramos de peso. Está muy deteriorado y sus leyendas casi ilegibles. Presenta una perforación única (es posible que otra perforación sea la causante de la parte faltante pues no presenta las marcas de corte típicas de los fragmentos.) 

Las pocas leyendas y orlas restantes muestran una orla cuadrada dentro de una circular. Las únicas leyendas visibles se encuentran en IIA (derecha), lo que permite identificarla como una Vives nº 196 a nombre de  Abd al Mu’min ben Alī pero atribuida a Idris I (1227-1232). Los nazaríes utilizaron las monedas existentes a su llegada al poder, aunque inmediatamente empezaron a acuñar las suyas propias, sustitutendo paulatinamiente. De hecho, el sistema nazarí siguió el patrón almohade en sus emisiones.

 

felus

N.º 10.  Se trata de una moneda muy diferente al resto, ya que se trata de una emisión en bronce de 1,34 gr. Se trata de un felus de cobre del reino nazarí de Granada, Medina n.º 272 y atribuido a ‘Alī ibn Sa’ad (Muley Hacén.)

Solo son legibles parcialmente las leyendas por uno de sus lados. El interés de estos felus es que solía indicarse la fecha, y afortunadamente las leyenas legibles de este ejemplar nos indican la misma:

f

Se trata del año 1474 (897 de la Hégira), catorce años antes de la entrega de las plazas de Mojácar y Vera al rey Don Fernado, lo que aconteció en julio de 1488, tras lo cual todas las alquerías de la zona se entregaron, entre ellas la de Serena, representada por Almaf Canif. Tras su entrega, todas las fortalezas fueron derribadas excepto las de Vera y Mojácar, para evitar que fueran utilizadas en caso de insurrección.

Es muy raro encontrar tesorillos con monedas de bronce, dado el carácter fiduciario de esta moneda de bajo valor. Se hallan más frecuentemente en «cajas» de comercios o «monederos» de comerciante y clientes, pues se usaban para transacciones corrientes, también en pérdidas esporádicas.

 

sin

sin2

sin3

N.º 11-13. Se trata de 3 monedas sin leyendas visibles de 0,4, 0,2 y 0,39 gramos respectivamente, aparentemente de vellón la 11 y la 12 y de bronce la 13.

 

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Ermita de Santiago (Serena)

La siguiente no pertenence a este conjunto, pero la incluimos por el evidente interés por la cercanía a Serena.

 

octavo

N.º 1 B. Se trata de una moneda muy poco común, 1/8 de dirham de 0,2 gramos de peso procedente de Bédar y con una acuñación muy descuidada. En el área IA aparecen dos líneas de una leyenda religiosa (tenía tres a pesar de su pequeño tamaño). En la segunda área aparece claramente una abreviatura típica en las monedas nazaríes y, afortunadamente, parte de la ceca, concretamente la terminación “ta” de Garnata lo que nos identifican la moneda como acuñada en Granada.

 

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Mezquita/iglesia de Serena

 

CONCLUSIONES

Como conclusión, nos encontramos con un muy limitado número de monedas, lo que parece ser solo una parte de un acúmulo de monedas de época nazarí que pudo haberse ocultado poco antes de la entrega de Serena a Fernando el Católico en 1488. La presencia de un fragmento de dirham del sultán Abū al-Hasan ‘Alī, además de un felus de 1474 que con toda evidencia formaba parte del conjunto, parecen indicar que el ocultamiento se produjo poco antes de este hecho histórico, entre 1474 y 1488, seguramente como consecuencia del miedo ante la llegada de las huestes cristianas. La mayor parte se compone de monedas anónimas y sin fecha de las cecas de Granada y Almería, varias fragmentadas y casi todas con diferentes perforaciones. La presencia de una moneda atribuible a la época almohade puede resultar extraña, pero según se ha comentado en alguna ocasión, parece que hubo acuñaciones almohades con un período de circulación muy prolongado e incluso algunos tipos almohades que continuaron acuñándose por los nazaríes, según el historiador Ibn Jatib, que las describe entre las que circulaban en su tiempo.