Proyecto de la locomotora «Bédar» a escala 1:25: cómo se hizo

El proyecto de la locomotora «Bédar» nace de nuestra amiga Magda, de Vera, que nos retó a realizar un modelo que pudiera ser expuesto de las bastante desconocidas locomotoras de la muy conocida línea de ferrocarril minera que unió Garrucha con Bédar a finales del siglo XIX. La justificación era simple, a pesar del material gráfico existente sobre estas locomotoras, en general es muy difícil imaginar las dimensiones y el aspecto real que tuvieron estos ingenios. Cuando se habla de ellas se piensa en locomotoras pequeñas y destartaladas, casi artesanales, pues tal es la idea que tradicionalmente se ha transmitido de nuestro pasado minero. Pero nada más lejos de la realidad, se trataba de tres grandes, modernas y elegantes locomotoras que ostentaron los bonitos nombres de «Garrucha», «Mojácar» y «Bédar». Como ya imaginarán a estas alturas, aceptamos el reto. ¿Cómo acabó? pasen y vean.

Aspecto final de la locomotora 030T caracterizada como la n.º 3 «Bédar» del ferrocarril Bédar-Garrucha, con un vagón de mineral ya finalizado y antes de er protegido por una vitrina.
El vagón de mineral, identificado con el número 23 tal y como estaban los vagones originales, está cargado con mineral de hierro auténtico de Bédar. El balasto de la vía también está confeccionado con material genuino procedente de una cantera.

Por difícil que parezca, llegaron por mar a una Garrucha entonces sin un puerto, desmontadas en tres partes. Aún nos cuesta imaginar cómo pudieron descargar semejantes bultos sin los medios presentes en un puerto convencional. Tampoco es fácil de concebir cómo pudieron construir una línea de ferrocarril en un terreno tan complicado en tan solo un año Posteriormente fueron montadas en las vías de la línea a punto de finalizar.

El ferrocarril para transportar el mineral desde las minas de Bédar hata Garrucha/Mojácar contaba con tres curiosas locomotoras de vía métrica de tres ejes y 30 toneladas y distribución de tipo Walschaerts. Fueron compradas por la Chávarri, Lecoq y Cía para su servicio en la línea almeriense al constructor belga Saint Léonard de Lieja (Bélgica), llegando a Garrucha en 1895. Se trataba de un modelo único con tan solo tres ejemplares, los tres destinados a la misma línea.

No ha sido que hasta hace muy poco que hemos podido contemplar fotografías de estas locomotoras en servicio en la línea Bédar-Garrucha (sí que se conocían fotografías posteriores con las locomotoras ya modificadas). Estaban numeradas del 1 al 3 y los nombres que recibieron los conocemos: «Garrucha», «Mojácar» y «Bédar. Claro que hemos representado la «Bédar» número 3, pero cámbiele el número y la plaquita y tendrá la que desee, las tres eran iguales.

Con 7.94 m de largo y 3,5 de alto, presentaba la curiosidad de disponer de un bastidor exterior, por lo que las ruedas se encontraban en la parte interior. El ténder o carbonera estaba incluido dentro de la misma, concretamente en el depósito lateral izquierdo y era de poca capacidad, unos 800 kg, lo que parece bastante poco, pero al parecer suficiente para el viaje de 17,5 km de la línea general. También destaca la curiosa cubierta en forma de botella de las válvulas de seguridad, seguramente de resorte tipo Ross.

El modelo está creado a escala 1:25 en base a los planos existentes del fabricante belga y a las pocas fotografías conocidas hasta ahora.

Para el modelo a escala decidimos trabajar con materiales con los que ya teníamos algo de experiencia: poliéster de modelismo, resinas y alambre. La escala elegida de 1:25 nos dejaba una composición locomotora-vagón (incluida la base) de casi 54 cm de largo y 24 de alto, lo que permitiría un buen detallado que aportara realismo al modelo, que fuera un fiel reflejo de estas máquinas tan cercanas a obras de arte.

Además de los aerógrafos y pinceles, las herramientas que más hemos utilizado son cuchillas, alicates y limas de diferentes tamaños. Obviamente, todo modelista tiene sus propios trucos.

Obviamente, la parte más difícil de realizar fue el bastidor y ruedas, en especial en este modelo en el que las ruedas se encuentran en el interior del bastidor, los cilindros y las complicadas conexiones y bielas que lo conectan con las ruedas. Una vez acabado empezamos con la caldera y todos los elementos que soporta: chimenea, domo, arenero y cobertura de las válvulas de seguridad.

Conseguir la forma y dimensiones correctas del domo y de la chimenea no fue tampoco tarea fácil, especialmente por las escasas fotografías conocidas de estas locomotoras. Una vez conseguido, pasamos a confeccionar los depósitos laterales y la estructura exterior de la cabina. En esta fase empieza ya el trabajo de hiperdetallado, con la colocación de los remaches (sí, a mano y uno a uno) barandillas, registros, asideros… Alguna de las piezas, en especial la caldera, reciben capas de pintura metálica para poder observar más fácilmente y corregir toda imperfección. El domo se va corrigiendo progresivamente hasta que alcanza la forma deseada.

El hiperdetallado de la cabina es otro de los puntos importantes. La locomotora dispone de una cabina bastante abierta, por lo que es importante detallar bien todo el interior, lo que dará al modelo aún más realismo. Por lo tanto, no hemos reparado en detalles en el interior: manómetros, válvulas, palancas, interruptores, niveles de agua, etc. Todo ha de estar preparado y pintado antes de acoplar definitivamente la caldera al bastidor, pues una vez hecho ya no se podrá trabajar cómodamente en el interior.

Tras solidarizar definitivamente ambas partes de la locomotora, procedimos a completar todos los detalles y finalizar domo y chimenea, así como a fijar definitivamente los cilindros y poner la plancha protectora que la cubría, así como otros detalles como las cajas laterales, topes, escalerillas, apoya pies, enganches, tuberías, válvulas, diversas barandillas… Se aplican también las pinturas acrílicas definitivas, básicamente negro mate y rojo, usando un aerógrafo de doble efecto. La locomotora ya va tomando la forma deseada.

Una vez la locomotora casi terminada, comenzamos el vagón de mineral de 8 toneladas. Aunque más sencilla, la ausencia de planos (y de información) al respecto dificulta mucho su diseño. Contamos con pocas fotografías para reproducirla. La caja de madera ofrece otra dificultad al tener que conformarla por medio de tablones con sujeciones metálicas y numerosos remaches. Para identificar los frenos hemos necesitado consultar a diversos especialistas.

A pesar de la falta de información, la construcción de la vagoneta es mucho más sencilla que la de la locomotora. Se representa el número 23 por partida doble en ambos lados, tal y como las llevaban en las fotografías conservadas. Curiosamente, parece que no llevaban las siglas de la compañía (CLC por Chávarri, Lecoq y Cía), como sí que lo hacían las vagonetas de 4 toneladas de los ramales.

Un detalle menor pero no menos importante son las placas de numeración, identificación y de fabricante. Este trabajo ha requerido de una lupa de 6 aumentos a pesar de tratarse de un modelo a escala bastante grande. Una vez todo montado, se procede a un lavado de color y a aplicar diversos efectos de óxido, calcáreo, suciedad, etc.

La última parte realizada fue la base con un tramo de vía sobre balasto y a «rellenar» el vagón con mineral, auténtico mineral de Bédar. Los resultados a la vista están, aunque avisamos… al natural es mucho mejor.

«El mineral de La Garrucha» y la primera fotografía de una locomotora del ferrocarril Bédar-Garrucha

Como ha publicado nuestro apreciable colega el blog «Los Berruezo» de Garrucha, en el número 32 de la prestigiosa revista DE RE METALLICA, editada por la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (SEDPGYM), se ha publicado recientemente el artículo titulado «EL MINERAL DE LA GARRUCHA, EL INICIO DE LA MINERÍA DEL HIERRO EN EL LEVANTE ALMERIENSE A MEDIADOS DEL SIGLO XIX.»

El artículo presenta los resultados de una cuidadosa investigación, en la que se recupera parte de la historia minera de Garrucha y Mojácar, en el inicio de la minería del hierro, a mediados del siglo XIX. Se da respuesta, entre otras cosas, al misterio de varias minas muy poco conocidas de este distrito minero que comprende los términos municipales de Mojácar y Garrucha.

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Para más información de como conseguir el artículo, pulse sobre la imagen.

Para los bedarenses, la publicación tiene un atractivo especial, ya que se publica por primera vez la fotografía de una de las locomotoras de nuestro conocido ferrocarril, el que conectaba la estación de Tres Amigos con la Playa de Garrucha.

En efecto, en una fotografía observamos, por fin, el aspecto de la locomotora número 2, que recibió el nombre de «La Garruchera», estacionada en la Marina de la Torre, en Garrucha allá por 1896 o 1897.

Si te ha gustado esta fotografía, recordamos a todo el mundo que todavía es posible reservar uno de los libros, ya sea en inglés o en español, del libro sobre el cable aéreo y el ferrocarril Bédar-Garrucha, donde podrán descubrir muchas más fotografías y datos sobre este importante patrimonio:

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Hasta ahora había algunas fotografías de las locomotoras, pero todas una vez que el ferrocarril Bédar-Garrucha había dejado de funcionar, ya sea en el puerto de Garrucha o en Zaragoza, ya muy modificadas y poco parecidas a como eran originalmente… La presente fotografía presenta a la número 2, La Garruchera, aparentemente al poco de ponerse en funcionamiento el ferrocarril. A su lado, una fotografía de Francisco Berruezo, el que fuera presidente de la Sociedad minera La Recuperada, propietaria de las minas de hierro de Serena que explotaba la Compañía de Águilas.

 

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El ferrocarril Bédar-Garrucha: luz al final del túnel

En diversas ocasiones hemos comentado la falta de fotografías del ferrocarril de Bédar y, en general, la casi ausencia de fotografías de las labores mineras que la Sociedad Chávarri, Lecoq y Compañía desarrolló en Bédar entre 1896 y 1926.

 

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Una de las locomotoras con un convoy de mineral saliendo del cargadero de Tres Amigos. Se trata de un dibujo pero está inspirado en el aspecto real que tenían estas locomotoras y vagones de mineral.

 

No disponemos hasta el momento de ninguna fotografía de época que nos muestre los trabajos de minas tan importantes como son la mina Mulata, la Higuera o Santa Catalina, tampoco del ferrocarril cuando estaba en funcionamiento, salvo una solitaria fotografía realizada en Garrucha en la que se observan algunos vagones del ferrocarril.

Y desde luego, fotografías tuvo que haber. Los esfuerzos para localizarlas hasta ahora han sido infructuosos, aún tras el contacto con uno de los familiares del ingeniero jefe de la compañía de Chávarri, Andrés López de La Presa.

 

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Una de las 020T del ferrocarril Bédar-Garrucha durante las obras de construcción del puerto de Garrucha, donde fue rebautizada como «Fortuna».

 

Pero es sobre todo con el asunto del ferrocarril donde más se nota la ausencia. La importante comunidad de aficionados al ferrocarril no comprenden la existencia de este inexplicable «agujero negro», pues hay diferentes fotografías de las locomotoras una vez cerrada la línea férrea. De hecho, salvo las dos pequeñas locomotoras que realizaban el servicio en los ramales de las minas Santa Catalina y Mulata, hemos podido seguir gran parte de la carrera de las tres grandes locomotoras cuando salieron de Bédar.

Las tres locomotoras que prestaron servicio en el trayecto Bédar-Garrucha eran las únicas de la serie 7AC de 1895, donde las siglas AC hacen referencia a locomotoras de 3 ejes acoplados para vía métrica. Los modelos más parecidos del fabricante, la belga Saint Léonard, fueron unas locomotoras que se enviaron al «CF du Congo», el ferrocarril del Congo.

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Publicidad de la Sociedad Anónima de Saint-Léonard, fabricante de locomotoras entre 1817 y 1843

 

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Placa de matrícula que portaban la mayor parte de las locomotoras fabricadas por la sociedad St. Léonard. Las locomotoras de Bédar llevaban los números 993, 994 y 995, de 1985.

 

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Pero esta ausencia de fotografías puede cambiar en poco tiempo si las siglas que aquí presentamos significan lo que sospechamos:  CLCª… sí, Chávarri, Lecoq y Cª.  Además del ferrocarril, es posible que pronto nos encontremos también con material gráfico de minas muy conocidas por todos los bedarenses. Seguiremos informando.

 

El ferrocarril Bédar-Garrucha

En el número de marzo de la revista HOBBYTREN, se ha publicado la primera parte del artículo sobre el ferrocarril Bédar-Garrucha. Como ya comenté anteriormente, todo empezó con la visita de un redactor de la revista al Ayuntamiento de Bédar, preguntando por lo que quedaba del ferrocarril.

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Como hace ya tiempo que se publicaba nada al respecto de este ferrocarril (que yo sepa, al menos), he procurado actualizar la información con la esperanza de que hubiera alguna novedad. Y la hubo. Sigue habiendo una misteriosa ausencia de fotografías y datos de un ferrocarril que estuvo muchos años en funcionamiento. Ya digo que es parte de la misteriosa «desaparición de la historia» que ha sufrido Bédar durante mucho tiempo, que ha dejado enormes lagunas en un periodo de tiempo tan importante como fue el siglo minero en la que llegó a ser una de las cuencas mineras de hierro más importantes, desde la que se exportaba (vía Garrucha) mineral hacia el País Vasco, Inglaterra, Holanda, EEUU…

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Claro que para ello me he tenido que aupar a hombros de gigantes. Así he contado con la inestimable ayuda de José Antonio Gómez Martínez, uno de los autores del mítico libro «Trenes, Cables y Minas de Almería», y también de otros especialistas y entendidos en temas ferroviarios, que menciono en los agradecimientos que aparecerán en el segundo número del artículo. Por otro lado, no podían faltar los referentes habituales en cuanto a historia del levante almeriense: Juan Grima y Federico Moldenhauer.

Al tratarse de una revista especializada en temas ferroviarios, no es fácil de encontrar aunque se distribuya en todo el Estado. Sin embargo, se enviarán números al Ayuntamiento, y a buen seguro que los pondrán a disposición de los vecinos para que lo puedanleer. De la misma manera, si a alguien le interesa mucho y no puede hacerse con una, que me lo diga y veremos qué podemos hacer.