Accidentes en las minas: la historia negra

Sin duda lo ocurrido en tantos y tantos años de minería en Bédar han supuesto una gran aportación a la historia negra de Bédar. Las desgracias ocurridas durante la última fase de la minería en Bédar son más o menos conocidas, pero a buen seguro muy pocos conocen loso accidentes acaecidos en las antiguas minas de finales del XIX y principios del XX. Intentaremos dar hoy algunos datos al respecto.

Entre 1840 y 1919 se registraron un total de 75 accidentes mortales ocurridos en las minas, especialmente duro fue la década 1880-1890, con 21 accidentes mortales, coincidiendo con una de las fases de más actividad de la minería en Bédar.

Uno de los primeros accidentes mortales que tenemos registrados es de 1849, cuando un minero murió en El Pinar de Bédar al derrumbarse la galería en la que trabajaba. Los derrumbes y muertes por aplastamiento eran los más frecuentes, como es de esperar que ocurra en trabajos mineros, aunque no eran infrecuentes los atropellos, caídas en pozos y accidentes durante la explosión de barrenos.

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Viendo esta fotografía tomada en la estación de cable de Cuatro Amigos solo cabe decir que si no hubo más accidentes fue de milagro.

Sin duda el accidente que más debió impresionar es el ocurrido en 1895, mientras se construía el ferrocarril que iba de Bédar a Garrucha. El opeario A.R.R.trabajaba en las obras transportando tierra con un carro cuando se dio aviso de que iban a explotar unos barrenos. El operario se colocó a 204 metros de distancia mientras sujetaba las caballerías de su carro para que no se espantaran, con tan mala suerte que al estallar el barreno una de las piedras salió disparada y le alcanzó, matándolo en el acto. El mismo año un encargado de la sociedad Chávarri moría debido a las heridas sufridas por un destajista de Mojácar, descontento con el jornal que había recibido.

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Entrada a la galería San Diego en la mina Pobreza.

En 1897 se produjo un espectacular descarrilamiento del tren cuando se dirigía hacia Bédar. Debido a un desprendimiento reciente por la lluvia la vía quedó cortada y debido al agua acumulada el maquinista no pudo advertirlo a tiempo, de manera que la locomotora salió despedida y acabó tumbada con las ruedas hacia arriba en uno de los bancales. A pesar de lo aparatoso del accidente no hubo ningún muerto esta vez, eso sí, tuvieron que sacar al fogonero y al maquinista de debajo de la locomotora. Ese mismo año el ferrocarril arrollaba a un operario que quedó en estado muy grave. Durante este nefasto año de 1897 otro encargado de la sociedad de Chávarri moría en la mina Santa Catalina al ser arrollado por una vagoneta tras caer accidentalmente a las vías.

En 1905 de nuevo un trabajador moría en un desprendimiento de terrenos, esta vez en la mina Júpiter. En 1906 se produce uno de los accidentes más sentidos, cuando un muchacho de 14 años moría atropellado por una de las locomotoras del ramal de ferrocarril de Santa Catalina, justo a la salida del tunel del Servalico. En el lugar del accidente se conservan una serie de cruces grabadas en la piedra. No sabemos si la costumbre de grabar ahí esas cruces tiene que ver con este accidente, pues fue el primero de una serie de accidentes que alcanzaron una gran repercusión tanto en la población como en la prensa de la época.

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Sin duda 1906 fue un año fatídico, ese año tenemos registrado el que fue el peor accidente de todos. Ocurrió en junio en la mina San Manuel, mientras una cuadrilla de seis operarios trabajaba en una de las galerías se produjo un desprendimiento que mató inmediatamente a uno de ellos y dejó sepultados a los otros cinco. Siguieron dos días de tensión y angustia porque se sabía que algunos mineros estaban vivos, pues daban golpes de retreta y se escuchaban los ecos de voces pidiendo auxilio. Pero finalmente dejaron de responder, y la desesperación se extendió entre todos los compañeros que trabajaban para salvarlos y los familiares que se habían acercado a la mina tras conocer lo ocurrido. Los trabajos de salvamento avanzaban muy lentamente y una gran multitud de gente se agolpaba a la entrada esperando ver lo que ocurría, mientras los familiares no cesaban de llorar y gritar. Finalmente y tras duros trabajos, se pudo encontrar con vida a cuatro obreros para alegría de muchos de los familiares. Los mineros estuvieron cincuenta horas sepultados a oscuras, sin poder beber ni comer. Entre los que más se distinguieron en los trabajos de salvamento se menciona al capataz Cipriano Perchenar. Finalmente el resultado fue de dos mineros muertos. Durante este trágico año de 1906 todavía moriría un minero más de 19 años, sepultado en la mina Reforma.

En 1908 un desprendimiento en la mina Carabinera dejó herido a un niño (en esta época todavía trabajaban los niños en la mina), éste sería un aviso de lo que pasaría más tarde, pues un mes después moría un minero debido también a un desprendimiento de terrenos en esta mina. Pero dejemos que sea un minero de Carabinera el que nos cuente cómo era el trabajo en Carabinera, el texto es de 1911: «Fuimos avisados para cenar, según costumbre. Para salir de la mina a la calle hay que subir por una trancada mal construida, donde apenas puede uno poner los pies en firme por la estrechez de sus escalones y lo resbaladizo de la mina que conduce a una galería designada con el número 2; y como en la referida mina hay agua en abundancia en este sitio nos detenemos para secarnos o mudarnos de ropas y efectuando que es esta operación, marchamos a la cena. La noche que me refiere, al regresar de haber comido, nos encontramos reundida la galería donde momentos antes habíamos cambiado de ropas y enterrados, en los escombros, los trajes qe nos quitamos para salir. Y esto ocurrió en el paso de todo el relevo». Visto esto, el milagro es que no haya habido más muertes.

Aún tenemos más accidentes registrados, como un minero muerto en Júpiter por un desprendimiento en 1908, otro en 1909 por desprendimiento en San Manuel y otro más en 1911 por el mismo motivo y en la misma mina. En 1913 otro minero moría aplastado por otro derrumbe en la mina Pobreza. En 1914 otro minero moría, pero esta vez debido a la explosión de un barreno en la mina Santiago.

En 1916 aún se recoge otro accidente mortal por desprendimiento y dos muertos más en 1920, uno por caída en un pozo.

Es difícil imaginar lo terrible que tenía que ser el trabajo del minero en esa época, se me hace difícil pensar que alguien haya podido estar trabajando en esos agujeros durante largas jornadas, hay estrechas trancadas por las que solo se puede pasar tumbado y claustrofóbicas galerías que solo invitan a salir de allí lo antes posible y siempre con el miedo de que se pueda hundir la galería de entrada y no poder salir de esa ratonera. Por ejemplo, la galería de San Diego de la mina Pobreza era accesible hasta hace dos años, pude acceder entre 100 y 150 metros hasta que el aire enrarecido me impidió continuar; pero en mi última visita hace un mes descubrí que la galería se había hundido a unos 15 metros de la bocamina…

Diego Rubio: historia viva

Hacía tiempo que quería incluir en el blog este precioso artículo que escribió mi amigo Gonzalo Leal sobre Diego Rubio Guerrero y que fue publicado en el nº 2 del Boletín de la Agrupación de Electores Levante Sostenible (verano de 2008.)La vida de Diego, reflejada en el excelente relato que de ella hace Gonzalo, es un ejemplo del que todos deberíamos aprender:

Diego nació hace muchos años, el 20 de diciembre de 1945. Tiene, pues, sesenta y dos años y un cuerpo algo envejecido para esa edad por el trabajo que sostiene un espíritu joven emprendedor, tolerante y honesto.

Vivió una niñez estrecha pero feliz hasta que la muerte de su padre, Juan Rubio Mañas, en un accidente de mina el 8 de Marzo de 1956 en el pozo H de «Júpiter» vino a truncar la paz de una familia. Juan Rubio fue uno de los tres primeros que dejaron su vida en la mina en la etapa última de la minería del hierro (entre 1952 y 1970.) Ello trastornó lógicamente la vida familiar hasta que Diego cumplió los 14 años, edad en la que se tuvo que incorporar al mundo del trabajo como «pinche» o aprendiz en la empresa «Hierros de Garrucha», filial de la asturiana Duro Felguera que explotaba entonces la mina. Fueron años felices, por la novedad y por el dinero que pudo llevar a casa, trabajando en exterior como ayudante de forja, afilando barrenas, punteros, etc. Recuerda las barrenas normales de punta plana, el cambio a las de punta de widia, más dura y resistentes y las huecas para inyección de agua (1960), ya que la silicosis estaba ya dañando los pulmones de los mineros. De aquellos años le queda la afición al yunque que en la actualidad le entretiene sus horas de jubilado.

La familia marchó a Barcelona, donde trabajó meses de peón para emigrar a Alicante donde estuvieron la madre, la hermana y él hasta 3 años, trabajando en construcción, en agricultura, en calderería y de calafate. Vuelven a Bédar en 1967 y trabaja en todo lo que ha podido y valido, sobre todo en obras y para el Ayuntamiento. Se jubila, al amparo de la Ley del 67, de forma voluntaria a los 60 años, habiendo cotizado a la Seguridad Social durante 38 años, lo cual no cubre toda su vida laboral que abarcó 46 años.

Es, y está orgulloso de ello, nieto y biznieto de mineros. Su bisabuelo Pedro Castro Serrano murió también en accidente minero. A pesar de ello, diego no odia la mina, como las autoridades municipales enseñan hoy para borrar la memoria del pasado del pueblo. diego sabe que en 2005 murieron en accidentes en la construcción en España 365 obreros, uno cada día, y no conoce ninguna actividad en la que el hombre no esté expuesto a accidentes mortales, y sabe también que un pueblo que denosta y olvida su historia pierde la base sobre la que construir un futuro.

Charlando con él, dedica un recuerdo emocionado al heroico médico Antonio Bolea García, primo de su bisabuela que cabalgando su burro se cuidaba de Bédar, El Marchal, Los Giles, etc. Diego tenía 9 aún cuando murió (11 de Septiembre del 56 según su prodigiosa memoria) y recuerda que los mineros le subieron andando desde Las Pastoras hasta enterrarle.

Pero Diego tiene otras características enormemente importantes y dignas de destacar aquí.

La primera es la música. La música es su hobby y su dedicación generosa fuera del trabajo. Su instrumento es la trompeta y ha tocado en muchas bandas de música. cuenta que, aunque había en El Pinar una protobanda de música, la primera de Bédar fue creada por D. Francisco Alarcón, casado con Dª Josefa Carrillo Casanova, pianista, allá por 1890. Vive en Bédar todavía una sobrina de este matrimonio. Ya en los años de Alicante, tocó la tuba (que llama el bajo) en Campello. A partir del 60 ha tocado en Vera, en Cuevas, en Pechina, Garrucha y por supuesto al principio de ese periodo en Bédar. Lleva 48 años tocando la trompeta pero además es un amante de la música, de cualquier género pero sobre todo zarzuela y clásica.

Otra de las aficiones inveteradas es la lectura. En realidad la lectura es el vehículo. Su afición es el saber. Saber de todo. Lee todo. Se entera de todo. La avidez de cultura que posee este hombre es maravillosa. Le ayuda su prodigiosa, ya citada memoria, y le complementa su comunicabilidad. Siente el impulso de contar lo que aprende a los que cree que les puede interesar por lo que a veces se lleva un chasco desilusionante al no encontrar audiencia con el mismo interés. El sabe que la cultura hace libres a los hombres, les da criterio de comportamiento, tanto artístico, como social, como político, y practica este concepto moderno, casi sin conocerlo, que es la formación permanente.

Y cuando se lee todo lo que se puede, venga donde venga, y se conocen las razones de posturas diferentes, se hace uno tolerante y buen ciudadano. Se queja de que a veces le tildan (le encasillan) en una u otra idea porque habla de ella. Esto es una enfermedad social de la que España, y por tanto Bédar, padece desde hace siglos y contra la que no se lucha lo suficiente. El que esto escribe fue exiliado laboralmente a América durante cinco años por un gobierno de derechas, por socialista. Cuando volvió fue rebajado a soldado raso (empresarialmente hablando en una Empresa del Estado de la que era subdirector) por un gobierno socialista, pro reaccionario. Por eso comprendo a Diego. Por eso le admiro. Por eso somos amigos.

Hoy vive de su yunque y de su ingenio fabricando objetos en plan artesanal que si fueran conocidos como pretendemos podría comercializarlos o cumplir encargos que tengan que ver con ello. No lo olviden.

Los inicios

La actividad minera en Bédar viene de antiguo y no es extraño que haya sido así pues la población está asentada en una región rica en minerales de hierro y plomo, pero no es hasta mediados del siglo XIX con la llegada de la industrialización y el ferrocarril que se inicia en Bédar una explotación a gran escala que afectaría en gran manera a la población de la zona, el impacto medio-ambiental fue considerable. La deforestación fue intensa y las huellas y heridas que dejó la actividad minera que se llevó a cabo todavía son bien visibles aunque la naturaleza se ha encargado de atenuarlas en gran parte.

Desde pequeño he venido observando con curiosidad los extraños restos que poco ha poco han ido difuminándose, recuerdo vivamente una vieja vagoneta oxidada volcada cerca de la carretera que acabó por desaparecer como si no hubiera estado nunca, galerías, rozas, las ruinas de El Pinar, maquinaria extraña en medio de ninguna parte, la extraña construcción sin techo de Tres Amigos, algún casco abollado… y mis preguntas sobre estos vestigios siempre recibían la misma respuesta: «son cosas de las minas» y todo quedaba ahí; pero no es hasta la llegada a mis manos de un ejemplar de un libro extraordinario «Trenes, Cables y Minas de Almería» que no vuelvo a sentir curiosidad, me parecía imposible que por allí hubieran instalado una línea de ferrocarril y un espectacular cable de aéreo, grandes locomotoras, cargaderos y tolvas enormes… ¿que quedaba de todo eso?

Dr. Bernardo Renovales Cabeza-Olias

Nacido en Mora (Toledo) en 1857, estudió medicina en la Universidad Central de Madrid, se doctoró con una tesis sobre la pústula maligna. Se casó con su primera mujer, Brígida Romero López en Huéscar (Granada), del matrimonio nacerían Luisa y José Manuel Renovales Romero, falleciendo la primera siendo niña.

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Bernardo Renovales Cabeza-Olías de joven.

Tras el fallecimiento de su primera mujer, contrajo matrimonio en segundas nupcias con Francisca Tejedor Calcia, matrimonio del cual nacerían Bernardo, Francisco, Antonio, Ángel y Luisa.

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Brígida, primera mujer de Bernardo Renovales.

Brígida era hija de Manuel romero Ortiz, relacionado con la sociedad minera Compañía de Águilas, siendo también administrativo de la misma el padre de Bernardo Renovales, Pantaleón José Renovales y Saracha. Estas relaciones fueron, posiblemente, el motivo por el cual se ofreciera a Bernardo Renovales el trabajo de médico en esta compañía minera, concretamente para la segunda sección de la Compañía de Águilas, bajo la dirección del noruego Fredrik Dietrichson, que se ocupaba de las minas de plomo y hierro de Sierra Almagrera y Bédar.

Posiblemente el Dr. Renovales llegaría a Bédar para sustituir al Dr. Pedro Bolea García, natural de Albánchez, que falleció en 1889 tras tres años ejerciendo como médico rural en Bédar. Era una época difícil, la minería era la principal actividad económica y la población de Bédar superaba entonces los 3.000 habitantes.

El sueldo de un médico rural estaba en relación con la gente del pueblo en el que se ejercía, el Dr. Bolea cobraba una cantidad pequeña y los bedarenses, en gran parte dispersos por el campo, solicitaban con frecuencia la asistencia de facultativos de otros pueblos, más cercanos.
El Dr. Bolea dejaba viuda, Elísea García Torrecilla, y tres hijos menores.

Bernardo se trasladó a Bédar con toda la familia a excepción del hijo del primer matrimonio, José Manuel Renovales, aunque tras el fallecimiento de sus abuelos pasó una temporada en Bédar, marchando posteriormente a Huescar y después a Valencia, donde opositó al cuerpo de policía y llegó a ser comisario, trabajando en Barcelona y Puerto de Sagunto, fue también Guardia secreta del Rey Alfonso XIII.

En Bédar la familia residía en la calle Clavel, números 1, 5 y 7. Como otros muchos bedarenses en plena fiebre minera, el Dr. Renovales intentó participar del negocio minero, sabemos que en Octubre de 1897 arrendó la mina llamada Liga Italiana y su demasía.

En cumplimiento de la Ley Benot de 1873 y como médico de la Compañía de Águilas, el Dr. Bernardo Renovales Cabeza-Olías estaba encargado de dar asistencia a los mineros accidentados. Para tal fin se construyó un hospital en los terrenos que dicha sociedad poseía en El Pinar de Bédar. Para realizar sus tareas asistenciales contaba también con la ayuda de un practicante facultativo.

En 1896 debía desplazarse a las minas de las Cañadicas para reconocer el cadáver de un minero, Francisco Guerrero Gallardo, víctima de un desprendimiento en la mina Mahoma, al que realizó la autopsia poco tiempo después.

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El Dr. Bernardo Renovales.

A partir de 1900 y como consecuencia de la Ley de Accidentes de Trabajo, las actuaciones del médico de la Compañía cobraron gran relevancia. Entre sus funciones se incluían el realizar los diagnósticos, autopsias y tratamiento a los mineros accidentados hasta su recuperación incapacidades temporales o, en su caso, la declaración de una incapacidad permanente parcial o total fruto de esas lesiones. Al mismo tiempo era miembro permanente de la Junta de Bédar por su condición de médico titular del pueblo.

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El Dr. Bernardo Renovales.

Como médico de la Compañía sólo estaba obligado a dar asistencia a los trabajadores contratados a jornal por ésta y no a los partidarios o contratistas, disponiendo para ello de un listado de trabajadores en los que constaba esta condición. Para asegurar que el accidente se había producido en la mina éstos debían aportar la «papeleta de la baja». A pesar de esto y tal como se refleja en la documentación consultada, el mismo Dr. Renovales manifestaba que también atendía por caridad a los partidarios que se accidentaban en la mina, siempre previa presentación de la pertinente papeleta, pero sin expedir las certificaciones prevenidas por la Ley de Accidentes porque, sencillamente, no podía.

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José Manuel Renovales Romero. De su matrimonio con Josefa Navarro Pelejero nacieron Manuel, Brígida, Luisa, Pepe y Josefa.

Además de las presiones propias por parte de los trabajadores, la empresa debió ejercer a su vez una gran presión sobre su trabajo. No en vano, en esos entonces la declaración por parte del médico de la empresa de una incapacidad comportaba que la empresa tuviera que pagar la pertinente indemnización, pero cuando se trataba de una incapacidad permanente parcial la sociedad mineral debía buscar además un puesto de trabajo apropiado a la minusvalía que presentaba el trabajador.

Contamos con varios ejemplos de cómo era su trabajo. En 1906 un partidario de la Compañía sufrió un accidente mientras trabajaba en la mina Sagunto (Las Cañadicas) el 19 de mayo, sufriendo una lesión en la pierna por la que fue atendido en el hospital de El Pinar. El accidentado cobró medio jornal hasta el 28 de junio en el que fue dado de alta y siguió trabajando hasta diciembre. A raíz del abandono de la mina del que era partidario, dicho trabajador denunció a la Compañía solicitando una indemnización por su estado de incapacidad permanente total a consecuencia del accidente ocurrido en mayo. El trabajador accidentado acusaba además al médico de la Compañía de haber cedido a las presiones del Director (en esos entonces Alfredo Dörn) para que le diera el alta a pesar de no estar curado. La defensa del Dr. Renovales se basó simplemente en demostrar que el trabajador era partidario, la asistencia médica fue por caridad y no procedía ninguna indemnización.

El 31 de octubre 1906, Manuel Caparrós Fernández, que acababa de encender un barreno en una galería de la mina Júpiter (Las Cañadicas) cayó en un hoyo mientras se retiraba precipitadamente en busca de un lugar seguro, con resultado de una hernia inguinal traumática provocada en la caída. Los compañeros de trabajo lo sacaron del hoyo y empezó a recibir tratamiento en el hospital hasta el 31 de diciembre, cobrando el medio jornal que consistía en 1,12 ½ pesetas. El trabajador denunció posteriormente las malas condiciones de la mina en la que se accidentó, pues no se había rellenado la parte explotada. Además se quejaba que lo habían declarado curado y útil para el trabajo, cuando la hernia que había sufrido y las lesiones articulares le provocaban dolores agudos y claudicación pronunciada de la pierna izquierda, lo que le impedía realizar cualquier actividad. La Compañía contestó afirmando que no era cierto que se hubiera declarado curado sino que se declaró como incapacidad permanente parcial, alegando además que si se produjo la hernia fue debido a la existencia previa de una «relajación inguinal.» Sin embargo, su condición de minero a jornal de la Compañía y el tipo de lesión que presentaba, hacía difícil que el fallo no accediera a las pretensiones del trabajador.

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Luisa Renovales Tejedor.

Desde luego no parece que el ambiente fuera especialmente tranquilo para ejercer su profesión, en Enero de 1907 y tal como relata la prensa de la época, tras la asistencia a Francisco Crespo Gallardo, accidentado en la mina Mulata, los obreros denunciaron que se había negado a facilitar el documento y certificado acreditativo de la lesión como accidente laboral. Se lo considera en la noticia como representante de la sociedad minera Chávarri, Lecoq y Compañía, aunque no indica si el trabajador accidentado era partidario o estaba a jornal de la sociedad minera referida.

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Francisco Renovales Tejedor.

En Julio de 1909 de nuevo asistía a un trabajador en las minas de Las Cañadicas, Francisco Collado Campoy estaba bebiendo agua cuando una enorme piedra se desprendió fracturándole la pierna derecha. Acompañado del practicante facultativo, Sr. Leirves, asistieron convenientemente al herido.

Como médico titular de Bédar, el Dr. Renovales formaba parte como miembro nato de la Junta de Reformas Sociales. Este hecho y su trabajo como médico de la Compañía fueron suficientes para granjearse la antipatía de los obreros, que seguramente lo veían como un mero instrumento a las órdenes de la empresa.

El 20 de Julio de 1908 fallecía su hijo Ángel Renovales Tejedor, otro de sus hijos, Bernardo Renovales Tejedor, estuvo trabajando en Vera como maestro, participando en las Juntas locales de primera enseñanza de Gérgal y Bédar, fallecía en Noviembre de 1925. Francisco Renovales Tejedor, nacido el 11 de Junio de 1890, aparece también en varios estallidos de la prensa de 1912 por secundar, junto a su padre, una campaña contra el alcalde de Bédar, acusándole por malversación de fondos. Finalmente llegaría a ser concejal del ayuntamiento de Bédar, alcanzando la alcaldía un año después. Acabó emigrando a Cuba, falleciendo el 30 de Marzo de 1947.

Además de sus labores como médico, el Dr. Renovales participó activamente en la política del pueblo, en la campaña contra el Alcalde junto a su hijo Francisco y también como Presidente del Comité de la Unión Patriótica de Bédar, llegando a celebrar una entrevista con el gobernador civil de Almería, Huelín, en Junio de 1927.

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Diego Fernández Moreno, practicante facultativo entre 1916 y 1918.

En Diciembre de 1929 tuvo que ser operado en Almería por una enfermedad grave. Al parecer se restableció pero persistieron molestias en las piernas que le impedían deambular correctamente.

Ya mayor, su mujer Francisca Tejedor Calcia fallecía el 22 de Abril de 1934, ya solo vivía en Bédar con su hija Luisa Renovales Tejedor.

El Dr. Bernardo Renovales Cabeza-Olías fallecía finalmente el 16 de Octubre de 1935, acompañado de su hija Luisa y su hijo José Manuel.

La biografía ha sido posible gracias a las aportaciones de la familia del Dr. Renovales, a la cual agradezco su colaboración. Agradecimientos especiales a Antonio y Miguel de la Cruz Renovales, Rosa Cabanes Renovales y Maria José Renovales.

Minas de Bedar

En respuesta a Cristina Pérez Preus. El familiar al que te refieres es sin duda del ingeniero Johan Nordahl Brun Preus, ingeniero que fue de la Compañía de Águilas y que estuvo destinado en las minas de Bédar entre 1885 y 1891, estaba casado con Jorgine Eleonore, hermana del jefe de la segunda sección de la Compañía que incluía las minas de Bédar, Federico Dietrichson.

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Federico Dietrichson

Los nuevos descubrimientos consisten, entre otros, en noticias sobre la participación en las minas de estos ingenieros de origen noruego, y alguno más que ya he mencionado en otra ocasión, hasta ahora absolutamente desconocidos pero de gran importancia en la historia minera de Bédar (por mucho que les pese a algunos en el pueblo.) Eran ingenieros jefes y diseñaron el sistema de arrastre superficial en la cantera y minas de hierro de la zona conocida como «Las Cañadicas» cerca de la pedanía de Serena, además de una participación fundamental en el proyecto del cable aéreo que uniría estas minas con Garrucha, instalado por otro noruego, precisamente. Luego se fueron, a la vez, Dietrichson volvió a Noruega y Preus trabajó en otras minas de Almería y Andalucía. De momento no puedo contar más porque todavía estamos investigando desde nuestra asociación Bédar Sostenible gracias sobretodo a Lise Hansen, pero prometo avisar cuando hayamos comprobado y contrastado toda la información.

Sobre las minas de Bédar las mejores páginas son las siguientes:

http://www.patrimonioandaluz.com/al_30/al_30_minasbedar.htm

http://www.faydon.com/Bedar/Bedar.html

SERENA – LA RUTA DE LAS TOLVAS

En estas tres páginas encontrarás mucha información, dentro del proyecto que preparamos de Bédar Sostenible estamos planteando digitalizar los artículos e información sobre Bédar y sus minas, muchos de los cuales hemos realizado Gonzalo Leal, un ingeniero de minas que conoce muy bien Bédar, y yo. Te adelanto que las minas cuya explotación fue dirigida por Dietrichson y Preus son las de Júpiter, Porfiado, Mahoma y San Manuel.

Me alegro la participación de Cristina preguntando por sus antepasados, precisamente uno de los principales objetivos de este blog es el de poder encontrar a personas relacionadas con Bédar, bedarenses que viven lejos de su pueblo (muchos, desgraciadamente) y familiares que quieren saber más sobre su familia y el pueblo del que proceden. Su participación es fundamental para poder conocer más sobre la historia de Bédar y sus minas. No es casualidad que el blog se llame «Faro de Bédar» y sin duda ha sido una herramienta de gran utilidad que ha permitido obtener muchísima información, además de una herramienta para ofrecer información a todos los bedarenses de nacimiento o de corazón y a los que estén interesados por nuestra historia.

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Pozo interior en las labores de Júpiter

Aprovechando este post, paso a publicar el listado de nombres de trabajadores de las minas muertos en el periodo entre 1840-1916 que hemos podido documentar. Faltan muchos (ya menos) pero seguimos en ello. Si alguien reconoce en alguno de esos nombres a algún familiar, no dude en ponerse en contacto con nosotros y le facilitaremos todos los datos de los que disponemos.

En el listado se incluye nombre y apellidos, tipo de accidente, mina o lugar donde falleció y año:

CRISTÓBAL GIRONA CAMPOY – hundimiento – mina Grande – 1849
ANDRÉS RUBIO RUBIO – explosión de barreno – vía del ferrocarril – 1895
REMIGIO BEIRENENA ARRIETA – agresión – trinchera de la Cueva – 1895
FRANCISCO GUERRERO GALLARDO – hundimiento – mina Mahoma – 1896
ISIDORO ARRIOLA – atropello de vagoneta – plano de Santa Catalina – 1897
JUAN AGÜERO AGÜERO – hundimiento – mina Júpiter – 1905
BERNABÉ MORENO GARCÍA – atropello de ferrocarril – Servalico – 1906
JUAN INVERNÓN CASTAÑO – hundimiento – mina San Manuel – 1906
RICARDO GUERRERO CAMPOY – hundimiento – mina Reforma – 1906
JUAN GALLARDO SOLER – desprendimiento – mina Júpiter – 1908
FRANCISCO COLLADO CAMPOY – hundimiento – mina de las Cañadicas – 1909
ANTONIO CONTRERAS CAPARRÓS – desprendimiento – mina Carabinera – 1911
MARTÍN CAPARRÓS HERNÁNDEZ – hundimiento – mina San Manuel – 1911
JUAN COLLADO CAPEL – hundimiento – mina Pobreza – 1913
DIEGO URRUTIA FLORES – explosión de barreno – mina Santiago – 1914
JOSÉ SINTAS GALLARDO – caída a pozo – mina sin determinar – 1916

Cualquier información será bienvenida

URBANIZANDO…

Para confirmar lo que desde hace tiempo vengo diciendo, que es la mentalidad de ladrillo que tienen los actuales «gobernantes» de Bédar, ahí tenemos la noticia de las acciones que están llevando a cabo para poner en marcha la urbanización de la Meseta, en la zona de suelo urbanizable no consolidado colindante al pueblo.

Aunque es una zona que está previsto ser urbanizada de forma más racional y no la locura de chalets y casas con piscina que hasta no hace mucho han salido por toda la sierra cual setas en otoño, pongo muy en duda la «oportunidad» de iniciar una urbanización con la crisis actual. Dudo mucho que 70 viviendas y un colegio «público» sea lo que necesita el pueblo ahora. Claro está que unos cuantos propietarios pueden conseguir sus parcelas urbanizables, pero en absoluto se puede concebir este plan como un bien de interés general para todo el pueblo, por mucho colegio que se pretenda construir, más bien solo es un interés privado para una lista muy limitada de propietarios y puede que algún constructor o urbanizador. En efecto, lo que le hace falta a Bédar son niños, y no colegios, y en el caso de que necesitara de verdad un colegio (ojalá) sin duda la Diputación sería la encargada, no es necesario asociar urbanizaciones a colegios…

Los esfuerzos de este ayuntamiento deberían dirigirse a fomentar el turismo, la agricultura ecológica y procurar así crear empleo y oportunidades de trabajo. Las urbanizaciones ya tuvieron su tiempo y está demostrado que no sirvieron absolutametne para nada más que para enriquecer a unos pocos, todo el dinero que se consiguió no se ha reflejado ni en infraestructuras ni en servicios (al menos útiles, claro está.)

Y cambiando diametralmente de tema, aprovecho para volver a insistir en un tema que creo interesante, como es el conservar la historia local. Insisto que se debería crear un Archivo municipal para poder conservar adecuadamente los documentos históricos del pueblo. De la misma manera el Ayuntamiento debería procurar conseguir todos aquellos documentos que, en cierta manera, pertenecen a todos los bedarenses. Acciones mineras, periódicos, planos, fotografías antiguas y demás documentación histórica sobre el peublo que corre por ahí merecería un Archivo Municipal como está mandado. Estoy seguro que si existiera un Archivo, serio y que diera todas las garantías, la gente con documentos antiguos los cederían gustosamente para su custodia y puesta en valor, pero mientras tanto esto no es posible porque no hay absolutamente nada.

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No hace mucho que puse una fotografía de tres de los billetes locales que circularon por Bédar durante la Guerra Civil, ahora quiero presentar uno más de la serie de Bédar, el de 2 pesetas. La serie conocida de Bédar incluye ahora mismo los billetes de 25 y 50 céntimos y los de 1 y 2 pesetas. Los billetes de 2 pesetas se imprimieron en dos tiradas, según parece. Es posible que también hubiera un billete de 10 céntimos, como ocurría en Los Gallardos, pero de momento no se conoce ningún ejemplar, si los documentos del Ayuntamiento estuvieran bien conservados y clasificiados puede que pudieramos encontrar el acta del Ayuntamiento en el que se acordó emitir moneda local, con la cantidad y valores… pero esto de momento no es posible. Mientras tanto disfruten de estos ejemplares, aunque sea en fotografía.

De vuelta… y media

Tras un pequeño periodo sin escribir, debido a una serie de tareas que tenía pendientes, vuelvo de nuevo a informar de cómo andan las cosas por Bédar.

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Lo primero que quiero decir es que, por fin, se ha formalizado la ásociación Bédar Sostenible, que tanto ha hecho por la protección del patrimonio del municipio y el estudio de la historia local. El pasado día 17, y para celebrar la firma de los Estatutos de la asociación, organizamos una excursión para visitar los restos musulmanes del pueblo, excursión organizada junto a alumnos y profesores del departamento árabe de la Escuela Oficial de Idiomas. En dicha excursión tambien anunciamos oficialmente el descubrimiento de los restos de un antiguo castillo nazarita en la pedanía de Serena, antigua población independiente nazarí.

FELUS

Por cierto, recientemente se ha publicado que por fin la mezquita de Serena ha sido declarada BIC (Bien de interés cultural), y todo a partir de la denuncia en este mismo blog de su puesta en venta, lo que llevó la noticia a la prensa, de ahí a las asociaciones de protección del patrimonio y finalmente a los responsables políticos que tuvieron que tomar cartas en el asunto. Para que luego digan que mis «críticas» son gratuitas y que no sirven de nada.

Y hasta aquí las cosas positivas, ahora voy a las negativas. Recomiendo a las personas sensibles que no soportan las críticas a las «buenas personas» que dirigen los designios de Bédar, paren de leer en este momento.

En primer lugar ya no es indignación sino puro hastío lo que sentí al enterarme que la Casa de la Tortuga será el centro en el que se impartirá el próximo taller de Empleo. Eso significa, así de pronto, que por lo menos en un año no veremos precisamente tortugas en la Casa de la Tortuga. Un año más perdido sin esta instalación clave para la industria turística de Bédar por culpa de la ineptitud de los que se dicen gobernantes. No sólo incumplen lo que prometieron en su propaganda electoral, eso no sorprende demasiado, sino que además lo hacen con una desfachatez que produce asombro. Evidentemente el pueblo posee más instalaciones adecuadas para el taller de Empleo que no sea una instalación turística vital. Al menos que le quiten el cartel de casa de cría, que después de tantos años ya da risa. Aquí vemos lo poco que les interesa el desarrollo del turismo. Entonces ¿qué es lo que les interesa? pues para responder a eso vamos al siguiente punto:

En segundo lugar, no menos sorprendido me quedé al enterarme que se está pensando ¡en serio! construir una urbanización de ¡70 casas! en la zona de la Meseta. Parecería una broma en los tiempos que corren, pero os aseguro que es totalmente cierto. En un pueblo con más de la mitad de las casas vacías no tienen mejor idea que construir 70 más. Fantástico. Al parecer hay gente en Bédar que no se entera muy bien de lo que ocurre fuera de las fronteras del pueblo, igual les haría bien leer algún periódico o ver algún programa de información en la televisión. Quiero recordar con imágenes el «éxito» de la última de las urbanizaciones de Bédar, y como siempre las imágenes hablan más que las palabras:

urbanizacion pinar

urbaniza
Quien vea estas fotografías pensará, y con razón, que cualquiera en su sano juicio buscaría otras opciones económicas más viables. Ya son ganas de tirar el dinero y destrozar, sea dicho de paso, el paisaje. ¿A quién puede interesar este despropósito?

En tercer lugar está el «museo», y digo bien y entre comillas el «museo». Ya anteriormente he comentado mucho sobre este «museo», que no deja de ser más que un centro de interpretación, y de rutas de senderismo solo. Y por si esto fuera ya de por sí insignificante, se encuentra en el rincón más aislado de la pedanía con menor capacidad de aparcamiento de todo el término municipal, en el que a duras penas se podrían aparcar 4 ó 5 turismos. Además, dicho centro lucía en su puerta un enigmático mensaje que rezaba así: «El próximo 18 de marzo este centro estará ocupado de 10:00 a 15:00 horas. Reservas(núm. de teléfono)». Este mensaje da lugar a una serie de preguntas que paso a exponer a continuación:

–¿Estaba ya abierto el centro? ¿cuando se inauguró?
–¿Quien ocupó el centro el día 18? ¿para qué lo ocupó?
–¿Para qué eran las reservas? ¿para lo que sea que hicieron el día 18?

itinere

Como siempre pasa en Bédar, muchas preguntas, pocas respuestas y nada de información. La premisa principal siempre ha sido callar para que nadie se entere de nada de lo que hacemos. Por lo menos espero que sirva de algo y se actualicen las rutas del Agua y de la Minería con guías pagados, porque desde que me copiaron mi ruta «de las Tolvas» para crear el híbrido llamado «ruta de la minería» las explicaciones no han cambiado para nada y os aseguro que ha habido nuevos e interesantes descubrimientos sobre el tema.

Para acabar con un buen sabor de boca, me despido con una de las maravillas de la Sierra de Bédar, en concreto una preciosa orquídea «abejera» (Ophrys speculum) que hacía tiempo no veía en mis paseos por el campo, concretamente la encontré en los cerrillos de San Antonio el Alto, en el Pinar de Bédar. Sin duda la naturaleza de Bédar también tiene mucho que decir, solo hay que saber escuchar.

orquidea

Historias inconclusas

Recientemente he acabado de leer y clasificar una buena cantidad de nuevos documentos referentes a las minas de Bédar, que como muchos ya saben son mi pequeña obsesión.

Como casi siempre pasa, cuando ya crees que no hay nada nuevo que pueda sorprenderte, aparece una nueva noticia o referencia que trastoca lo que sabía o creía saber. De éstas ha habido unas cuantas, pero no voy a hablar hoy de eso. También hay interesantes novedades con respecto a los ingenieros noruegos que trabajador en Bédar a finales del siglo XIX gracias al incansable trabajo de nuestra buena amiga Lise Hansen, que desde Noruega está realizando una labor digna del mejor detective, pero tampoco toca hoy hablar de eso.

Hoy me quiero referir a aquellas notas, noticias o referencias que con mucha frecuencia se encuentran insertadas entre las que se refieren a la minería de Bédar, por lo general el tema central dada la importancia que tuvo para el pueblo. Muchas veces me quedo con ganas de saber más, pero eso se antoja imposible, aunque quien sabe…

Ya debe estar a punto de acabarse el «centro de interpretación de las rutas» que se está construyendo en Serena. Estoy impaciente por visitarlo, pero no sé hasta qué punto podrán exponer documentación antigua sobre las minas… sencillamente no hay. Es uno de los misterios, como es posible que hayan desaparecido tan completamente la enorme cantidad de periódicos (El Minero de Bédar y El Faro de Bédar) que se publicaban, los centenares de acciones de las decenas de sociedades mineras que se formaron, la documentación de las empresas… Ahora han aparecido algunas acciones de la Garrucha Iron Mining Company, es cierto, pero aunque las minas estaban en Bédar en las acciones no consta el nombre del pueblo por ninguna parte. Por un módico precio el Ayuntamiento podría haber comprado alguna para exponerla en el mencionado centro… pero a lo mejor no se han dado cuenta.

fortuna

Un día, buscando entre algunos documentos viejos, apareció una vieja acción de una sociedad de principios de siglo llamada «La Fortuna» de una mina de agua en el barranco de los Chorreadores. Acababa de encontrar la primera acción de una sociedad minera en la que aparecía el nombre de Bédar. La única que yo conozco. Además, esta acción conecta los dos temas principales de las rutas de Bédar: el agua y las minas. Para el que no lo sepa en esos entonces no existían diferencias entre pedir una concesión minera de plomo o de hierro y una de agua, efectuándose los registros en la Jefatura de minas y siguiendo los mismos procesos. El agua era una sustancia más que podía ser extraída por medio de pozos y galerías. Pero no conozco nada más sobre esta sociedad ni tampoco si hubo más del tipo, es un tema absolutamente inconcluso.

Otro tema inconcluso, y ésta tiene forma de poesía:

A MARIA

Sentaica en la Iglesia
La vide una tarde,
Que al lao de su hermana
Rezaban incansable,
ende que la vide
mi corazoncico
late con violencia
de amor rebosante.
Late porque adora
Sus ojasos grandes,
Su talle flexible,
Su belleza de ángel,
Porque sentaica
En una Ermitica,
La vide una tarde.

La escribió un bedarense de iniciales J.C. y N. allá por el año 1900. A mí me parece sencillamente preciosa, a parte de utilizar ese dialecto de origen murciano que se habla por la zona del levante que tanto me hace recordar a mi pueblo.

Otro tema que me preocupa y que está ligado al desastroso desarrollo urbanístico que se ha llevado a cabo en nuestro pueblo es el de las construcciones en zonas «no recomendables» como barrancos y otros lugares de paso de agua. Bien es sabido que en Bédar, como en toda la zona, los ríos solo tienen de río el nombre y los barrancos están secos… pero estos «salen» cuando llueve, como si el resto del tiempo hubiesen estado escondidos, y a veces si llueve mucho salen con una fuerza terrible. Bloquear barrancos y otros cauces de agua no es buena idea, porque el agua no entiende de límites ni de suelos urbanizables y siempre busca su camino. Me impactó sin duda una noticia de noviembre de 1884:

Bédar. El temporal duró 9 días. Las casas desplomadas ascienden a 15 y muchas más amenazaban ruina. Ha caído la parte mas elevada del templo parroquial, amenazando correrse a la parte S. del pueblo por una ladera que lamen las aguas de un barranco. Las haciendas han experimentado grandísimos daños, difíciles de expresar.

Hubo más temporales, con resultados igualmente catastróficos, algún día vendría bien repasar lo que pasó y comprobar que no estemos construyendo donde no debemos. No recuerdo quien lo dijo, pero quien olvida la historia está condenado a repetir los mismos errores…

Y para acabar he seleccionado este texto, parte de un artículo que se público en un número del Eco de Levante de Garrucha por José Bueno en diciembre de 1900. Traslada a esa época en la que subir a Bédar no era tan fácil como montarse en el coche, incluida la profecía sobre la independencia de Los Gallardos… y hablando de transportes… ¿para cuando un autobús para subir y bajar del pueblo?

…desde una pequeña eminencia, divisamos, iluminando por los primeros rayos del sol, el pintoresco caserío de Los Gallardos; ayer modesta cortijada, hoy preciosa villa, situada al borde de la carretera, entre huertas y olivares, y que, cual insaciable vampiro, valido de su riqueza y excelente situación, va chupándose poco á poco á su cabecera municipal, Bédar, y á las demás Cortijadas que no han podido crecer de modo tan exuberante. Hace poco le dieron Parroquia independiente. Poco tardará en tener Ayuntamiento.
La vereda era cada vez más accidentada, tanto que hubo de dejarla para no despeñarnos por aquellos barrancos. Teníamos que subir el repecho de Las Pastoras, en el que no se sabe que es peor, si la gran pendiente de la cuesta, ó los miles y miles de guijarros que la adornan ¡Qué camino!
-Aquí si que se suda, señorito. ¡Si V. supiera las fatigas que pasan los pobres carreros por esta sierra!
-¿Pero es que vienen carros por estas barranqueras?
-¿Por donde quiere V. que suban á Bédar?
Ustedes, los que viven en pueblos ricos y con vías de comunicación, no saben lo que es bueno.
En esta sierra hallan la muerte en poco tiempo las mejores bestias de carga.
-Malo es el camino, pero ¿tanto?
-Porque no lo ha visto usté cuando llueve. Todo esto es gredoso, y se pone tan escurrizo que se resbalan las bestias y caen al fondo. El año pasado se me mató la Librea, una mulica más hermosa…
Causa espanto, verdaderamente, el pensar lo que trabajan arrieros y bestias de acarreo para abastecer esta sierra. Estos caminos son propios de palomas, y están rodeados de tales precipicios, que dan vértigos.
Y si fuera solo esto, menos mal. Pero en cuanto llueve, salen ramblas y barrancos, y quedan en completo aislamiento Bédar, el Pinar, Las Pastoras, Los Pinos, y otras cortijadas, con los Gallardos, y con el orbe entero..

El tema de la incomunicación tampoco es que haya mejorado mucho, porque o tienes coche o te aguantas.

Suficiente por hoy.

Historia negra 3ª parte bis: la fábrica de moneda de Los Pinos

Por petición expresa posteo la noticia más completa que he podido encontrar sobre el tema de la fábrica de moneda falsa de Los Pinos de 1920. Omito los nombres por respeto a los familiares, así como el nombre del periódico, solo decir que la noticia está fechada en febrero de 1920:

LA GUARDIA CIVIL, DESCUBRE UNA FÁBRICA DE MONEDA FALSA. DETENCIÓN DE DOS SUJETOS DUEÑOS DEL NEGOCIO.

Ayer se tuvieron noticias en esta capital de un importante servicio llevado a cabo por la Benemérita del puesto de Los Gallardos.
He aquí los informes del hecho:
Hace varios días los guardias tuvieron unas confidencias reservadas de que hace aproximadamente unos dos o tres meses unos desconocidos habían llevado al indicado pueblo material para fabricar moneda falsa.
Seguidamente la Guardia civil se puso en movimiento averiguando que FXX y FXX (a) X con residencia en el cortijo de Los Pinos de aquél término municipal habían sacado con engaño a un sujeto llamado CXX (a) X, 2000 pesetas para un negocio importante cuya finalidad no le explicaron.
FXX y FXX, poco tiempo después trajeron el material para fabricar moneda falsa tratando de depositarlo en el domicilio de CXX, pero éste al enterarse de lo que se trataba y temiendo verse envuelto en un negocio que le podría acarrear desagradables consecuencias renunció a ello, haciendo que los dos individuos en cuestión se llevaran el material de su casa.
Además CXX exigió a FXX y FXX que le devolvieran sus 2000 pesetas, cosa que ofrecieron dichos individuos, pero amenazándole de muerte si revelaba el secreto.
Como los monederos falsos no cumplieron su promesa CXX amenazó de muerte a su vez a los dos «vivos» por tener noticias de que la cantidad que les entregó se la habían distribuido entre ellos, un sujeto desconocido y el municipal del Juzgado de Bédar.
Puestas en movimiento las fuerzas del puesto de la Guardia civil llevaron a cabo la detención de CXX en el sitio llamado Los Gallardos, siendo trasladado a la cárcel de Bédar, donde quedó incomunicado.
Momentos después eran detenidos así mismo en el cortijo de Los Pinos, FXX y FXX, ocupándole al primero un revólver y al segundo 850 pesetas en billetes del Banco.
Practicado un reconocimeinto en los domicilios de FXX y FXX fueron encontrados un crisol de fundir metales, kilo y medio de metal de platino, medio kilo de prez griega y otro medio kilo de polvos blancos como para limpiar monedas.
Además se incautaron 290 pesetas en moneda de plata de a duro, 48 en monedas de dos pesetas y 44 en moneda de uno.
Los detenidos, material y monedas encontradas fueron puestos a disposición del Juzgado municipal de Bédar que instruye sumario con motivo de este suceso.

Historia negra de Bedar, 3ª parte. De Francisco Padilla a "Paco Chaquetas"

Es evidente que, como ocurre en todos lados, no es difícil hurgar en el lado oscuro de un pueblo. Bédar no es una excepción, extorsiones, amotinamientos, asesinatos, robos, suicidios, accidentes… hasta vecinos fulminados por rayos. Destacan algunas noticias que han trascendido más y han tenido cierta difusión, como el asesinato de la leñadora (del que ya traté el otro post) o la del recaudador de contribuciones de 1914, otras son más desconocidas, como el robo (de guante blanco) de los jornales de los mineros de la Compañía de Àguilas o un aparatoso accidente que sufrió el ferrocarril de Chávarri en el que la locomotora acabó boca abajo en un bancal con la chimenea clavada en la tierra.

Sin embargo la mayor parte de las noticias que daba el pueblo se referían a cosas más sencillas, relacionadas con robos de comida en épocas de escasez, riñas y el uso de armas de fuego sin licencia. Vamos a bucear un poco entre estas noticias:

En 1917 detuvieron a Juan Tapias Haro, quien en completo estado de embriaguez había agredido al guardia municipal Juan Carrique Ibáñez. En el mismo año fue detenido por la guardia civil de Serón el minero de Bédar José García Herrerías por haber herido con una faca a su convecino Emilio Beltrán Cano.
En 1918 la guadia civil denunciaba ante el Juzgado municipal de Bédar a seis mujeres por el hurto de nueve arrobas de higos.
Más curioso fue el robo cometido por Ana Ureña Carrión también en 1918, aprovechando que Cayetana Pérez Cano se había quedado a dormir en casa de Francisco Ramos Mañas, se coló por la ventana de su casa y se llevó efectos de comer y de vestir, el botín consistió en una fanega de trigo, arroba y media de harina, media arroba de jabón, un celemín de almendras, dos panes y unas 7 u 8 prendas de vestir.

En 1919 la guardia civil detenía a Francisco Castaño Álvarez por hurtar siete arrobas de esparto.
En 1920 los guardias civiles del puesto de Los Gallardos detenían a varias personas por haber instalado una fábrica de moneda falsa en Los Pinos, noticia que fue ampliamente cubierta por la prensa de la época.
En 1923 la guardia civil de Los Gallardos de Bédar denunciaban a dos conductores de carros que no cumplían con el Reglamento de carreteras.
En 1924 la benemérita de Cuevas detuvo a Francisco Martínez Rós, natural de Bédar, afecto de idiocia y mendigo de profesión, pues estaba en búsqueda ya que se suponía que había sido muerto en el sitio denominado Castillicos, en el término del pueblo.
También en 1924 se interponía una denuncia por parte del Sindicato de Riegos de Turre a los vecinos de Bédar Luis Guerrero Cano, José Martínez Martínez y maría García Fuentes, por haber sustraído aguas de su propiedad.
En 1925 Alonso Martos Meca, alias Lázaro hurtaba de la casa de su hermano político Pedro Meca Contreras arroba y media de tocino, seis kilos de longaniza y una arroba de patatas.

Antiguamente era habitual que la gente llevara armas de fuego sin licencia, por lo que no es extraño encontrar noticias referentes a armas requisadas por la guardia civil, como las requisadas a Juan Marín Gallardo y Juan Castaño Sánchez en Los Gallardos de Bédar en 1918. En 1925 la guardia civil incautaba un arma a Salvador López Cánovas, cuando se encontraba en el paraje de la mina Santa Catalina, en Serena.
Y cómo no, las armas a veces se utilizaban. En 1919 Pedro Martín Castaño disparaba en la Carrasquica a Andrés López García, un vecino de Orce (Granada), que estaba pastoreando su ganado en ese lugar. La herida fue de gravedad y tuvo que ser atendido por el Dr. Renovales.

En este punto toca hablar de uno de los personajes singulares que han surgido de Bédar. Bédar ha dado al mundo médicos, abogados, párrocos, etc. pero hasta en esto hay un lado oscuro, y hoy voy a hablar de él.

Entre las muchas historias que he escuchado de Bédar, muchas de ellas gracias a la prodigiosa memoria que tenía mi abuelo Juan Antonio Jódar, siempre me interesó especialmente las historias sobre un ladrón de oficio, de los buenos en su profesión, cuyas andanzas eran muy conocidas, siempre lejos de su pueblo, dicen que para no se vieran afectados sus convecinos. Con tan pocos datos era difícil encontrar alguna información, pero la suerte me ha llevado en esta ocasión a encontrar algo.

Y no sólo hay datos, además tenemos una fotografía, aunque de muy mala calidad:

FranciscaCaparros

Francisco Padilla Caparrós, alias El Padi, nacido en Bédar el 5 de Abril de 1927, hijo de Benito y de Beatriz, casado, de oficio comerciante y emigrado a Barcelona, domiciliado en la calle de San Federico 58, de Barcelona. En el momento de su detención en Lérida en 1966, había sido ya detenido en veintitrés ocasiones en Barcelona y otras ciudades como Gijón, Madrid, Pamplona y Zaragoza, teniendo en su haber numerosas causas por robo y hurto y habiendo sido expulsado dos veces de Francia por paso clandestino de la frontera y por carterista. Estaba conceptuado como uno de los mejores carteristas de Barcelona.

Fue detenido en Lérida junto a un compinche, Baltasar sario Rodríguez, alias El gordito gorrión por haber sustraído once mil pesetas a un cliente en el Banco Español de Crédito.

Sobre él contaban que nunca robaba a sus paisanos de Bédar y que una vez alguien del pueblo lo reconoció y quiso unirse a él, a lo que Francisco se enfadó mucho y se negó en redondo, y según dicen le espetó lo siguiente: «¿no ves que yo voy a morir con los zapatos puestos?».

De Francisco Padilla no se puede decir que no fuera profesional en su trabajo, si se le puede llamar así, en contraposición tenemos a tres auténticos «frescos» que en 1927 se dedicaban a visitar las cortijadas de varios anejos pidiendo a cada vecino 2 pesetas con 50 céntimos con el objeto de mejorar las cuotas de consumos. Se trataba de José Ibáñez Aliaga alias El Manco, Francisco Gómez Martínez alias El Gómez y Francisco Hernández García alias Paco Chaquetas. Enterado el alcalde por las quejas de los vecinos sobre el supuesto impuesto fueron denunciados a pesar que muchos no quisieran hablar por miedo. La guardia civil los detuvo finalmente y los puso a disposición del Juzgado… simples aficionados.